El Sevilla de Julen Lopetegui gusta, y mucho, pero no tiene gol. Al menos en la punta del ataque, donde ni De Jong ni el ‘Chicharito’ Hernández están teniendo demasiado acierto frente al marco rival en lo que va de campeonato. De Dabbur ni hablamos, pues no ha tenido apenas minutos para estrenarse.
Menos mal que los goles sí están llegando desde otras posiciones, destacando especialmente Lucas Ocampos con cuatro tantos en LaLiga. El argentino es sin duda el mejor fichaje de Monchi el pasado verano, y una de las grandes revelaciones en la presente liga.
El equipo nervionense siempre se ha caracterizado por contar en su plantilla con buenos, muy buenos, goleadores. Esos que te aseguran la veintena de goles cada temporada y ganan partidos ellos solos. Algunos marcan ahora esos mismos goles en otras ligas y son estrellas en sus respectivos equipos. Eso sí, no todos tuvieron la misma suerte en la capital andaluza.
Del que se tiene un recuerdo más cercano es de Ben Yedder. Salió del Sevilla por unos 40 millones de euros -el fichaje de Rony Lopes andaba también de por medio-, y en el Mónaco no pueden estar más contento con el atacante franco-tunecino. Lleva 9 goles y comanda la tabla de máximos artilleros de la Ligue 1.
Promes también fue traspasado en verano, en su caso al Ajax y por algo más de 15 millones. En Nervión no terminó de cuajar, aunque a favor del holandés es justo decir que no siempre jugaba donde más le gusta, en las posiciones de arriba. Aquí se empeñaron en reconvertirlo en carrilero, cuando donde mejor rinde es en ataque. Sino, atiendan a sus números en la Eredivise: 8 chicharros en doce jornadas.
Y en la Serie A hay dos ex sevillistas que no paran de perforar redes. Uno de ellos es Immobile, quien ha marcado más goles (13) que jornadas se llevan disputadas (11). Ahí es nada. El otro es Muriel. Quién se lo iba a decir al delantero cafetero tras su nefasto paso por el club de Nervión. Hasta la fecha lleva anotados 8 goles con el Atalanta. Más de uno se estará acordando en estos momentos de sus nombres.
