Los números cantan

El Sevilla ha pasado de encajar 1,6 goles a 0,6 y de marcar 1,6 a promediar en la última semana 2,6

24 ene 2018 / 22:24 h - Actualizado: 25 ene 2018 / 13:14 h.
"Sevilla FC","Eduardo Berizzo","Vincenzo Montella"
  • Vincenzo Montella choca la mano con Jesús Navas tras la clasificación del Sevilla para las semifinales de la Copa del Rey, el pasado martes. / Efe
    Vincenzo Montella choca la mano con Jesús Navas tras la clasificación del Sevilla para las semifinales de la Copa del Rey, el pasado martes. / Efe

El Sevilla ha recuperado de un plumazo sus mejores sensaciones en el momento clave de la temporada. Con varios y sensibles retoques tácticos implementados por Vincenzo Montella ha conseguido en los tres últimos encuentros volver a mostrar un juego efectivo y que conecta con su afición, que ahora ve cómo su equipo defiende, ataca y corre mejor sobre el terreno de juego. Una mejoría tan notable que, en apenas tres citas, se puede traducir en cifras. Lo más llamativo es una vuelta, en gran parte, al pasado más exitoso. Sin catalogar, ni mucho menos, la temporada pasada como poco exitosa, el Sevilla de Montella va recuperando viejas señas de identidad que muchos echaban en falta.

Para empezar, y aunque parezca anecdótico, este nuevo Sevilla tiene menos el balón que el anterior y menos que los rivales: 49-51 el martes, 55-45 en Barcelona y 54-46 en el Wanda. Ahora no tiene reparos en cerrar filas y juntar líneas, lo cual, unido a una presión organizada y solidaridad colectiva se traduce en mejores números defensivos: ha encajado dos goles en estos tres choques, una media de 0,6 que contrasta con los números promediados hasta ahora en general: 1,6. Y, aunque le rematan igual a su portería (una media de 13 disparos recibidos) el portero está parando más, incrementando su promedio de 2 a 2,6 paradas en esta última semana. Este dato, eso sí, es tan relativo como que Sergio Rico no hizo ninguna parada en dos partidos antagónicos: el 3-5 en el derbi y el 0-3 en el RCDE Stadium.

Curiosamente, pese a ese cambio sensible de filosofía, el Sevilla ha empezado a atacar mejor. Pese a tener delante a dos equipos muy bien trabajados en defensa como Espanyol y Atlético, ha marcado en estos tres partidos ocho goles (2,6), mientras que su media estaba en 1,6. Y no sólo es cuestión de puntería, sino que remata más: 11 disparos de media por un promedio acumulado de menos de diez hasta ahora (9,5). Montella, además, ha sabido elegir a los jugadores ideales para esa variación táctica. De Nolito y Navas en las bandas ha pasado a usar a Correa y Sarabia para aprovechar espacios y trazar diagonales. Incluso apostó por Muriel antes que el goleador Ben Yedder, uno de los pocos jugadores que sí estaban rindiendo. El colombiano es más efectivo en la presión y ni que decir tiene que posee mucho más físico con campo por recorrer tras recuperar el esférico.

Otra de las mejorías está precisamente en la recuperación del balón. De momento, los números son exactos: una media de 60 balones recuperados. Lo que ha cambiado es la forma de hacerlo, mediante una presión colectiva bien diseñada y ejecutada, como se pudo comprobar especialmente en el partido de vuelta frente al Atlético. Y lo ha conseguido Montella prescindiendo de los jugadores llamados a cumplir ese tipo de labor: Pizarro y Geis. ¿Creerá el lector que Banega ha sido el futbolista con más pelotas recuperadas en estos tres partidos clave? Pues sí, lo ha sido. Incluso Correa, denostado muchas veces por su falta de compromiso defensivo, fue el tercero en esta faceta el martes pasado. El ex de la Sampdoria, además, parece beneficiarse de la estabilidad general para ser más productivo en ataque, siendo siempre el sevillista que más faltas provoca del rival. Y un último dato que bien puede ser casual o significativo, según se mire: en el once tipo que parece haber encontrado Montella sólo hay tres fichajes realizados por Óscar Arias esta temporada: el casi autofichado Banega, Corchia y Muriel.