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Guido Pizarro, durante el entrenamiento de ayer del Tigres en la Riviera Maya, donde hacen la pretemporada.
En una semana el Sevilla pondrá rumbo a Japón iniciando una nueva etapa en su pretemporada. Para entonces, el ojetivo es claro: tener más o menos definida la plantilla. Es decir, salvo casos particulares, Berizzo quiere tener disponible al núcleo fuerte del equipo. Con Iborra ya vendido y Banega ya fichado, en apenas seis días Óscar Arias tendrá que intensificar sus gestiones para cerrar todos los fichajes que tiene encauzados.
Los de Guido Pizarro y Luis Muriel son actualmente los dos más cercanos. De hecho Sevilla y Tigres ya saben que el jugador cruzará el charco a cambio de cinco millones y medio de euros. «Lo de Pizarro se complicó por el llamado del Sevilla. Generalmente los jugadores quieren ir a Europa», explicaba ayer Daniel Angelici, presidente del Boca Juniors, equipo que lleva desde enero tratando de cerrar el pase del centrocampista argentino, que se encuentra de pretemporada en la Riviera Maya. Pese a que Alejandro Rodríguez, presidente del Tigres, intentara despistar señalando en 15 millones de dólares la cláusula resolutoria, esta no es otra que seis –al cambio 5,3 millones de euros–, a los que habría que añadir una serie de impuestos que elevaría la cantidad a pagar hasta casi seis kilos.
El Sevilla conoce a la perfección todas las cláusulas del contrato de Pizarro con el Tigres y sabe que se puede llevar al jugador por 6 millones de dólares y no 15, su cláusula oficial. He ahí la baza que juegan los de Nervión y la razón por la que el equipo mexicano rechaza en primera instancia la propuesta del Sevilla.
El caso es que el argentino, salvo sorpresa mayúscula, será sevillista en las próximas horas y está llamado a ser el sustituto de N’Zonzi, destinado a jugar en la Juventus. Pero la operación más importante será la que afronte el Sevilla con la Sampdoria por Muriel. El delantero colombiano le costará al Sevilla alrededor de 20 millones de euros. La cantidad global está pactada entre los clubes, que sólo discuten la forma de pago y el montante fijo y variable definitivo, de ahí el retraso en la oficialidad.
Lo que sí deberá tener en cuenta el Sevilla a la hora de fichar es la configuración de su plantilla a efectos de la Liga de Campeones –o de la Europa Legue, en su caso–. En la lista europea los equipos deben tener canteranos propios y canteranos españoles para poder inscribir a más de 17 jugadores, con 25 fichas como tope. Con la salida de Iborra y la casi segura de Vitolo –la de David Soria está parada por ahora– al Sevilla se le reducen las posibilidades, pues tiene en la plantilla actualmente –sin contar a Vitolo– sólo a David Soria, Sarabia y Escudero como canteranos españoles. Es decir, que en estos momentos tendría que echar mano de varios jugadores del filial si pretende inscribir en Europa a más de 20 hombres.
Fichajes como Navas (canterano propio) o Nolito y Lucas Pérez (canteranos españoles) ayudarían en este sentido. El delantero del Arsenal sigue siendo una opción real al margen de que se cierre definitivamente la contratación de Muriel. Esperan seis días en los que los fichajes caerán en cascada.