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Sergio Rico, en un entrenamiento / Pepo Herrera
«Estamos buscando un portero. Lo de Soria va a llevar un tiempo y con partidos tan importantes es una posición prioritaria». Así contestó Jorge Sampaoli al ser cuestionado en la previa de la final de la Supercopa de España sobre la posibilidad de adquirir un nuevo cancerbero. La noticia, cruda para David Soria en su progresión en el primer equipo, ha calado y Sergio Rico, solo ante el peligro, ha respondido al encargo. Su actuación ante el FC Barcelona, en la que salvó varios goles cantados, lo demuestra.
«He intentado hacer mi trabajo lo mejor posible», decía Rico tras el encuentro del domingo. Sus palabras, las mismas que transmitió tras la Supercopa de Europa, desbordaban confianza. Su peso en el campo, donde ya ha ejercido de capitán, crece y su trabajo ha borrado las críticas. El meta, que incluso arriesgó en numerosas veces con su juego de pies, parece haber mandado un mensaje a la directiva: la portería ya tiene dueño.
Caro hace de segundo
A pesar de ello, el Sevilla sigue buscando un guardameta. La secretaría técnica parece enquistada en el tanteo y como medida provisional ha colocado a José Caro, héroe del ascenso del Sevilla Atlético, como segundo portero. Además, ha conseguido cerrar la cesión de Ondoa, arquero de 20 años que llega del Nástic. El meta camerunés, que debutó hace tres temporadas en la UEFA Youth League con el FC Barcelona, actuará con el B.
Con poco más de dos semanas para fichar, Soria en plena recuperación y Rico exhibiendo un gran nivel, habrá que esperar para conocer la decisión definitiva en las oficinas de Eduardo Dato.