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Miembros de los Biris Norte, en el entrenamiento del pasado lunes. / M. G.
La persecución a los ultras del fútbol español a cargo de las instituciones gubernamentales y futbolísticas en España se ha intensificado en los últimos años con medidas de todo tipo. La Liga de Fútbol Profesional, presidida por Javier Tebas, controvertido abogado, entre otras cosas, es quien lidera esta lucha con medidas más o menos acertadas y casi siempre de inexorable cumplimiento en los clubes y estadios del sur del país. La visita que varios miembros de los Biris Norte, grupo radical del Sevilla, hizo esta semana al entrenamiento del equipo para hablar con varios jugadores no se le ha escapado a Tebas, quien ha abierto una investigación y ayer pidió de nuevo duras medidas para los citados aficionados: «El acercamiento de los Biris a la ciudad deportiva me recuerda a los episodios desgraciados del fútbol argentino. No hay que consentirlo. Vamos a trabajar para averiguar quiénes son e intentar que sean expulsados del Sevilla y de los campos de fútbol, aunque se diga que fue sin violencia. Cuando vienen unos Biris Norte a visitar una ciudad deportiva extraordinariamente, que no van todos los días, el hecho de acudir en una situación complicada deportivamente del Sevilla es una coacción. No podemos consentir esas acciones. Esas imágenes salen por todo el mundo y hacen un daño terrible a la competición».
Sobre el grave episodio vivido este miércoles en los aledaños del Wanda Metropolitano, estadio del Atlético de Madrid, Tebas se limitó a decir que «desde la Liga no podemos consentir que haya esos altercados, trabajamos con la Policía para evitarlos e intentaremos averiguar identidades para que sean expulsados como socios y sancionados desde el Comité Antiviolencia, con el que trabajamos todas las semanas».