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Los jugadores del Sevilla, conjurándose sobre el césped de Riazor. / Cabalar (Efe)
La cuenta atrás para la final de la Copa del Rey entra en su recta final y tanto el Sevilla como el Barcelona la encaran con cierta inquietud. Si en el caso del equipo de Ernesto Valverde la eliminación de la Champions ha empañado su temporada, en el de Vincenzo Montella el rendimiento en la Liga mantiene la incógnita sobre su presencia en la Europa League. Seis jornadas sin ganar son demasiadas para un Sevilla que, más allá de ese papel en el campeonato, paga caro su desgaste.
Montella apostó en su día por un puñado de jugadores concreto que le dio un excelente resultado en la Copa del Rey y en la Champions. Sin embargo, en la Liga, cuando el italiano dio paso a las rotaciones, el naufragio fue absoluto. Entre que muchos de los jugadores menos habituales no han estado a la altura esperada y que los titulares han pagado la acumulación de partidos en las piernas, los resultados arrojan, a pocos días de la final, una racha de siete partidos consecutivos sin ganar.
Por diferentes razones, el Sevilla sigue sin encontrar ese equilibrio imprescindible para ser fiable. Más allá de que este equipo acumula muchos más de encuentros que la mayoría de sus rivales y de que hay que preguntarse si este proyecto tiene consistencia como para pelear por llegar lejos en tres competiciones, Montella debe conseguir en tiempo récord lo que todos los aficionados nervionenses desean ver: un Sevilla fuerte en defensa y que sea capaz de sacar provecho a sus ocasiones ante la portería rival para poder aspirar a llevarse el título.
Con ese propósito, el técnico italiano alineará a su once de gala, si bien hay alguna que otra incógnita por despejar.
En la portería David Soria, quien además viene de cuajar un buen encuentro en Riazor, será el elegido. Jesús Navas, Mercado, Lenglet y Escudero formarán la línea de cuatro atrás. Por delante, Banega como director de orquesta, Nzonzi junto a él y Franco Vázquez por delante de ellos entre líneas.
Una de las incógnitas es saber quién jugará en la banda izquierda. Sarabia parece seguro en la derecha y Correa se disputa el puesto con Sandro, que pisa fuerte y no sería extraño verle en el once inicial. Otra posibilidad es que Montella le sitúe en punta. Muriel y Ben Yedder se disputan la titularidad, aunque habrá que ver quién es el elegido... o si es Sandro ante un Barcelona que también jugará con su once de gala, liderado por Messi.