Un lustro histórico en la fortaleza de Nervión

Sólo nueve equipos han ganado en el Sánchez-Pizjuán en la Liga desde 2012

17 may 2017 / 21:07 h - Actualizado: 18 may 2017 / 18:35 h.
"Sevilla FC","José Castro","Sampaoli"
  • Los jugadores del Sevilla celebran el gol de la victoria ante el Real Madrid. / Efe
    Los jugadores del Sevilla celebran el gol de la victoria ante el Real Madrid. / Efe

El Sevilla despide la temporada este sábado en el Ramón Sánchez-Pizjuán, escenario ideal para poner colofón a una temporada en la que el equipo hispalense se ha clasificado por tercera vez consecutiva para la Champions League y que puede acabar con la segunda mejor puntuación de la historia nervionense en la Liga: 72 puntos si le gana al Osasuna, colista y descendido ya a la Segunda. De ganar, el equipo de Jorge Sampaoli acabaría con un registro sólo superado por el Sevilla 2014-15 entrenado por Unai Emery (76) y por delante del dirigido por Juande Ramos en la 2006-07 (71) y del de Manuel Jiménez en la 2008-09 (70).

Pero además, de ganar el Sevilla certificaría una temporada casi inmaculada en Nervión: sólo el Barcelona, liderado por el mejor Messi del curso, conquistó el Sánchez-Pizjuán en el torneo liguero. Un dato que, sumado a los excelentes registros del Sevilla en su estadio en las últimas temporadas arroja un porcentaje de triunfos del 68% (más del 72% esta campaña). Si el Sánchez-Pizjuán fue siempre una fortaleza, en el último lustro es un auténtico fortín casi inexpugnable: 64 victorias del Sevilla en 94 encuentros de la Liga.

Sólo nueve equipos, desde 2012, han ganado en Nervión al Sevilla: Barcelona (3), Atlético (3), Real Sociedad (2), Celta (2), Real Madrid, Málaga, Granada, Valladolid y Levante. Un total de 15 derrotas que evidencian que el Sevilla construye sus éxitos en un excelente rendimiento como local. Los números de este año rozan también el récord histórico: 13 triunfos, 4 empates y la citada derrota frente al Barcelona (1-2). En Nervión cayeron dos de los tres equipos que acabarán la Liga por delante del Sevilla: Real Madrid (2-1) y Atlético (1-0). Además, también fueron sonadas las victorias frente al Betis (1-0), Málaga (4-1) y la inicial frente al Espanyol, con un espectacular 6-4 repleto de fútbol ofensivo, goles y diversión.

El promedio en este último lustro es demoledor: tres derrotas por temporada. Salvo que el Sevilla la pifie este fin de semana, el cuadro de Sampaoli habrá sumado 43 de sus 72 puntos en casa. El curso pasado alcanzó esa misma cifra (sumando en total 52), en el 2014-15 llegó a 44 (76), en el 2013-14 a 37 (63) y en la temporada 2012-13 a 40 (50). En esta campaña, sólo Real Madrid (46), Barcelona (45) y Athletic (43) superan al Sevilla, que si gana al Osasuna acabará el campeonato como segundo mejor local, salvo que el Eibar dé la sorpresa en el Camp Nou este domingo.

Y es que el Sevilla de Sampaoli arroja números históricos en una Liga en la que se ha desinflado al final, lo cual deja un regusto amargo que el presidente José Castro insiste en borrar de la boca de los aficionados: «Sé que la alegría no es completa en este final de la temporada, quizás por esa exigencia que nos da en el cuello la propia afición y que nosotros nos imponemos para conseguir los objetivos. Sin esa exigencia evidentemente no hubiéramos conseguido estos hitos históricos contra equipos mucho más importantes que nosotros, pero también hay que darle valor a la temporada que ahora termina. Hemos estado 34 de las 37 jornadas en puestos Champions, muchas jornadas en la tercera posición y peleando con los grandes. Creo que hay que darle mucha importancia a este cuarto puesto».

Se lo dijo Castro a los aficionados en primera persona, en un acto en la peña del Parque Amate, donde insistió en valorar el curso de forma justa: «La temporada es bastante buena. Evidentemente siempre puede ser mejor, seguimos siendo autocríticos, pero que la autocrítica no nos confunda. No podemos hacer cosas que están fuera de nuestro alcance con independencia de que lo intentemos. Hay que disfrutar de lo conseguido, que es mucho. Y si no miremos la historia...».