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Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Kolo al Athletic en San Mamés. / Luis Tejido (Efe)
El derbi ya es historia. Toda la atención está puesta ya en la apasionante eliminatoria de semifinales de la Europa League que arranca este jueves en el campo del Shakhtar Donestk. Allí, el Sevilla intentará dar un paso hacia la que sería su tercera final consecutiva –palabras mayores– en esta competición, cuyo título conquistó en las dos ediciones anteriores. No será fácil porque tiene ante sí a un adversario muy cualificado que también sueña con ser campeón, aunque con Unai Emery al mando los resultados en las eliminatorias son realmente brillantes.
Los números no garantizan nada, es obvio, pero sí reflejan el buen hacer del Sevilla con el técnico vasco cuando tuvo que afrontar dobles duelos, tanto en la Europa League como en la Copa del Rey. De un total de 23 eliminatorias, el Sevilla siguió adelante en 20. Es decir: en un 86,9% de los casos.
Las tres únicas eliminatorias que no superó fueron de Copa: la semifinal contra el Atlético de Madrid en la temporada 2012/13 (victoria colchonera por 2-1 en el Calderón y posterior empate a dos goles en Nervión); la de dieciseisavos de final frente al Racing la temporada siguiente (victoria sevillista en Santander por 1-0 y derrota en casa por 0-2 con sorpresa mayúscula); y la del pasado curso 2014/15 de cuartos contra el Espanyol (triunfo periquito por 3-1 en la ida e insuficiente 1-0 para los nervionenses en el Sánchez-Pizjuán).
El torneo del KO ha sido, por tanto, el único donde el Sevilla de Emery ha sido doblegado. En la Europa League sus números son, sencillamente, espectaculares: trece eliminatorias disputadas y todas ellas superadas.
Así, en la primera temporada con el técnico de Hondarribia (2013/14), el Sevilla dejó en la cuneta sucesivamente a Mladost Podgorica, Slask Wroclaw (ambos en las rondas previas a la fase de grupos), Maribor, Betis, Oporto y Valencia antes de clasificarse para la final de Turín, donde se impuso al Benfica.
La siguiente campaña (2014/15), el Sevilla apeó a Borussia Mönchengladbach, Villarreal, Zenit de San Petersburgo y Fiorentina con una espectacular trayectoria que tuvo como premio el título conquistado en Varsovia ante el Dnipro.
En la presente edición del torneo, el equipo de Emery se deshizo del Molde y del Basilea antes de medirse con un rival mucho más dificil: el Athletic. Superar esta eliminatoria ha sido un espaldarazo en un momento en que las fuerzas no sobran. Ahora, toca sacar adelante la 14ª eliminatoria consecutiva. El premio bien merece la pena.