El Sevilla vivió el peor de los escenarios posibles el pasado sábado, sumando su segunda derrota en lo que va de liga. Los de Lopetegui perdieron contra un recién ascendido en un partido que influía en gran medida en el destino del entrenador vasco, y la situación del entorno sevillista se torna alarmante.
Si bien es cierto que el cuadro hispalense gozó de más ocasiones de lo que usualmente muestra en los últimos partidos -temporada anterior incluida-, lo ‘compensó’ con una defensa muy pobre, a la que pasaron por encima, para ser exactos. Rekik, como principal señalado, fue batido una y otra vez por las galopadas de los puntas del Almería, y eso que este año debe ejercer un papel de mayor relevancia al de la era Diego Carlos-Koundé. En la parcela ofensiva, el Sevilla se dio un lavado de cara, pues pudo haber marcado varios goles, aunque, sea por mérito del portero rival o por demérito de un desacertado Lamela, la pelota no entró más de una vez.
En cuanto al balance global, el Sevilla mantiene el único punto que obtuvo en la jornada 2, y se encuentra inmerso en uno de los peores inicios de competición que se le recuerda. Más que exponer predicciones sobre un posible batacazo a final de campaña, quizá lo correcto sería prever un cambio de época en el club. Un reinicio próximo que conlleve una revolución parcial de la plantilla y un más que probable cambio de entrenador. El sistema de juego ha cansado a la grada, y no es la primera vez que ha avisado.
Por estas razones, lo lógico sería pensar que al seis veces campeón de Europa le espera un nuevo escenario, lejos de espejismos de fichajes de jugadores pasados de vuelta y cesiones con vistas al corto plazo. Una nueva tanda de fichajes revalorizables al más puro estilo Monchi. Sin embargo, lo más preocupante del tema es la espera previa a su realización, pues el Sevilla no se encuentra en una situación económica envidiable -sí mejor que la de su eterno rival-, por lo que al medio plazo, no queda otra que pensar en acabar la campaña de la mejor manera posible. Y quién sabe si, debido a la prontitud con la que se están dando estos malos resultados -que está lejos de ser definitoria de cara al largo plazo-, el Sevilla puede dar un giro total a la situación.