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Y de repente, el Sevilla (2-1)

Los goles de Krohn-Dehli e Iborra resucitan a los de Emery. Sergio Rico frenó al Barça.

03 oct 2015 / 18:19 h - Actualizado: 04 oct 2015 / 08:45 h.
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  • El mediocentro del Sevilla Iborra celebra su gol, el segundo de los de Nervión. / Manuel Gómez
    El mediocentro del Sevilla Iborra celebra su gol, el segundo de los de Nervión. / Manuel Gómez


Sevilla 2-1 Barcelona All Goals & Full... por enteritament

El Sevilla ha vuelto. No totalmente, pero ha vuelto. Y lo ha hecho en un momento clave, recuperando sus mejores virtudes para ganarle a un Barcelona que añoró a Messi, que se topó con los postes y que no pudo ante el mejor partido defensivo de los de Emery en toda la temporada. El 2-1 significa más que tres puntos. El triunfo evidencia que el Sevilla ya había tocado fondo, que ha tenido que ser zarandeado públicamente desde todos los frentes para que reaccionara y que desde la entrega y el buen orden defensivo atacar es mucho más fácil para los jugadores y la lectura del partido se aclara más para un entrenador, Unai, que esta vez no puede ser acusado de cobardía ante un grande. Esta es la historia de un partido que puede haber cambiado el rumbo del Sevilla en la temporada.

El encuentro comenzó con todo el Sánchez-Pizjuán pidiendo a los suyos que le echaran... casta. Y el Sevilla se la echó. Pero no sólo eso, sino que además defendió bien –todo lo bien que se puede defender ante la calidad del Barcelona–, presionó arriba como no lo hizo en anteriores partidos frente a los azulgranas y ejecutó jugadas a la contra peligrosas y bien trenzadas. Daba la sensación de que en cualquier momento podían pasar cosas, tanto en una como en otra área.

Tras dos intentos inocuos de Iborra y Munir, la presión muy arriba del Barça empezó a crear serios problemas a un Sevilla que intentaba lo mismo en el otro área pero que no tenía la calidad atrás del rival para salir del agobio como sí lo hacían los de Luis Enrique. La habilidad de Neymar y la tremenda calidad, instinto y visión de juego de Luis Suárez exigieron a Kolo y Andreolli, quienes antes del descanso ya tenían amarilla –el colegiado se la perdonó a Piqué tras una tarrascada que dejó tocado a Tremoulinas–.

Dos cabezazos medianamente peligrosos de Gameiro y Andreolli en sendos córneres dieron paso a la ocasión más clara y estrambótica de la primera mitad. Una falta cercana al área la ejecutó Neymar con calidad pero se topó con el poste. A partir de ahí, una concatenación de suerte –buena y mala, según se vea– para que el balón se paseara por toda la línea de gol tras tocar en la espalda de Rico y otra vez en el palo hasta que Coke la sacó por milésimas de segundos antes que Piqué, que se durmió incomprensiblemente. No acabó ahí la jugada, pues el despeje lo cazó Luis Suárez a sólo un metro de la línea y su disparo chocó con el otro palo. Increíble jugada. E increíble que al descanso se llegara sin goles tras una aparición estelar de Kolo ante un Suárez que ya se relamía ante Rico y que después envió otro tiro al larguero, un mano a mano de Gameiro que desbarató Bravo, titular, y un mal despeje de Mathieu que casi sorprende a su portero.

Estaba bien el Sevilla, aunque le faltaran fuerzas cada vez que llegaba arriba. Por lo que Unai Emery dejó todo como estaba tras el descanso. Krohn-Dehli se desenvolvía bien y conectaba con Vitolo y las subidas de Tremoulinas; también con Gameiro, como en la primera jugada tras la reanudación. Pero debía vigilar bien el Sevilla las contras, algunas claras, de que disponía el Barcelona. La respuesta fue un uno contra uno de Neymar con Andreolli del que salió vencedor el sevillista, que cuajó un gran encuentro. Bonito partido.

Siete minutos

Pero el Sevilla había vuelto y no iba a dejar profanar más Nervión. De la mano de Krohn-Dehli noqueó al Barça en siete minutos primorosos en los que presionó como nunca, combinó como no se recordaba y afinó en el área como se le exigía. Primero una recuperación de casta y orgullo de Krychowiak propició que Gameiro dejara atrás por la banda a Mathieu y Alba, que la pusiera al área y que Krohn-Dehli rematara a gol tras no llegar Iborra. El Sevilla por delante. Y no se echó atrás, siguió buscándole las cosquillas a los de Luis Enrique. Gameiro casi bate a Bravo al minuto –bloqueó oportunísimo Piqué– e Iborra, a pase de Krohn-Dehli, cabeceó a gol. El Sevilla muy por delante. El Sevilla había vuelto.

Luis Enrique, faltaría más, reaccionó: introdujo a Alves y Sandro y pidió a Neymar que asumiera los galones. Lo hizo el brasileño, con su excelso talento, aunque chocó con Sergio Rico en un minuto mágico en el que el discutidísimo canterano le hizo tres paradones. Y los tres de diferente forma: uno a bocajarro, otro tras tiro lejano y otro con todo a favor para el brasileño. Emery tuvo que cambiar ante el cansancio de los suyos: Reyes y Llorente al campo. Pero justo ahí varió el rumbo del partido. Una mano ingenua de Tremoulinas a tiro de Sandro la sancionó Gil Manzano con penalti. La televisión determinó que quizás era fuera del área y que, en todo caso, el brazo esta más pegado al cuerpo que separado de él. Jugada dudosa, aunque clara la vio el colegiado extremeño. Marcó Neymar, a pesar de que Rico intuyó el tiro del genio brasileño, que metía a los suyos en el partido.

Llorente no estaba para nada y Reyes se limitaba a vigilar a Alves. Quedaba un cuarto de hora y entonces sí se apertrechó el Sevilla, que junto líneas aunque los azulgranas tocaran con comodidad en campo sevillista. No era el día de un Barça sin Messi y lo comprobó la escuadra catalana cuando Sandro envió otro trallazo al poste, el tercero, con todo a favor. Emery y la grada la tomaron con el colegiado, mientras que los jugadores se afanaron en no dejar escapar el triunfo.

Las fuerzas fallaban ya para las contras, aunque fuesen cómodas, pero de la mano de un Sánchez-Pizjuán entregado a los suyos como cuando el Sevilla sí estaba arriba, ató tres puntos vitales para calmarse, afrontar el parón con una sonrisa y crecer. Impactante la imagen del final, con toda la plantilla exhausta en el círculo central y 40.000 almas gritando Sevilla. Contra eso no hay quien pueda.

FICHA TÉCNICA

Sevilla: Sergio Rico; Coke, Andreolli, Kolodziejczak, Tremoulinas (Mariano, m.88); N’Zonzi, Krychowiak; Krohn-Dehli, Iborra (Reyes, m.70), Vitolo; Gameiro (Llorente, m.72).

Barcelona: Bravo; Sergi Roberto, Piqué, Mathieu (Dani Alves, m.60), Jordi Alba; Rakitic, Busquets, Mascherano; Munir (Sandro, m.60), Luis Suárez y Neymar.

Goles: 1-0, M.52: krohn-Dehli. 2-0, M.58: Iborra. 2-1, M.74: Neymar, de penalti.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (C. Extremeño). Amonestó a los locales Krychowiak (m.19), Andreolli (m.22), Kolodziejczak (m.33), Tremoulinas (m.73) y Llorente (m.75), y a los visitantes Busquets (m.28), Mathieu (m.48) y Jordi Alba (m.60).

Incidencias: Partido de la séptima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 39.374 espectadores, que prácticamente llenaron el graderío. Césped en perfectas condiciones.