Selección

El brutal impacto de Lamine y Cubarsí en la Roja

Los dos jóvenes enganchan a la afición y ya son la imagen de España en actos de marketing y publicitarios

En el vestuario ha sorprendido de forma especial la tranquilidad que transmite Cubarsí pese a su explosión fulgurante

Lamine Yamal y Pau Cubarsí posan para Prensa Ibérica en Las Rozas / Pablo García / RFEF

El proceso que ha llevado a la élite del fútbol de Lamine Yamal y Pau Cubarsí está rompiendo los esquemas tradicionales del fútbol. Uno debutó con 15 años en el Barça y el otro ha pasado en dos meses de jugar con los juveniles a ser MVP de un partido de Champions con 17.

Esta irrupción ha coincidido con la presencia de Luis de la Fuente como técnico de la absoluta. El riojano, gran conocedor de la cantera española, no ha tenido dudas y les ha dado confianza sin mirar su fecha de nacimiento. Su rendimiento en un club con tanta presión como el FC Barcelona ha disipado cualquier interrogante. Ya son presente y serán futuro con el Mundial del 2030 en España en un lejano punto de vista como objetivo.

Las marcas comerciales se han dado cuenta desde el primer momento del tesoro que tenían entre manos. En su primer día en la concentración de Las Rozas, sin entrenamientos, se pasaron el día cumpliendo con actos protocolarios.

Apuestas de Adidas

La firma que equipa a los dos futbolistas, Adidas, los considera como "una apuesta" y los enfundó con la Roja nada más llegar para unas fotografías. Con dos prodigios de este tipo no hay tiempo que perder.

La Federación también los reclamó para que sean la imagen de algunos de sus patrocinadores de cara a la Eurocopa del 2024. Todo el mundo en Las Rozas tiene asumido que, salvo declive impensable, estarán en el torneo de Alemania.

Ante tanto ruido, el gran temor que puede existir es que se les suban los humos a la cabeza. En este sentido, tanto el Barça como la Federación también trabajan para evitar que se puedan despistar.

Lamine Yamal y Pau Cubarsí, en el campo de entrenamiento de la selección española / Pablo García / RFEF

Lamine y Pau viven todavía en La Masia. No se marcharán hasta que tengan 18 años. La educación y rigor que deben seguir en la residencia barcelonista los está encarrilando por el buen camino.

La Federación recurrió a ellos en el primer día de concentración, pero su exposición mediática ya quedó relegada en la segunda jornada. El contacto con el balón y el primer entrenamiento para preparar los amistosos ante Colombia y Brasil fue un bálsamo después de una jornada de mucho ajetreo.

Los entornos de los futbolistas también están resultando básico. En el caso de Lamine Yamal, ya se ha visto en el casi un año que lleva en el fútbol profesional que entiende su rol con 16 años y que si es suplente, como ocurrió ante el Atlético de Madrid, es normal a una edad tan precoz.

La Masia, familia y Bahía Internacional

El ascenso de Pau Cubarsí ha sido más meteórico y, a priori, más difícil de digerir. En apenas dos meses ha pasado de jugar con los juveniles en el Mundial sub'17 a ser titular en el FC Barcelona y ser citado por la selección absoluta.

Un paso de gigante que no le ha producido vértigo por tener al lado una familia muy ordenada. Sus padres y su hermana le arropan y la ebanistería que tienen en Estanyol (Girona) continúa en funcionamiento. Nada se ha alterado por el éxito de Pau.

Nico Williams, Lamine, Cubarsí y Sancet, en el entrenamiento de España en Las Rozas / Pablo Garcia/RFEF

El ejemplo que le transmiten sus seres queridos le imprime unos valores muy positivos para su progresión. Además, cuenta con una agencia de representación, Bahía Internacional, que tiene mucha experiencia en gestionar sabiamente carreras de futbolistas.

Bahía fue pionera en lograr que, por ejemplo, Fernando Torres resistiera al 'boom' que significó su debut con el Atlético de Madrid con 17 años. Este caso aún es más peculiar ya que Torres tardó dos años en debutar con la Roja, mientras que Pau lo ha hecho en dos meses.

Los consejos que recibe de su familia, representantes, entrenadores y compañeros son absorbidos tanto por Lamine como por Cubarsí como esponjas.

La serenidad de Cubarsí

Es la única manera de entender su comportamiento. Lamine se integró rápidamente en el vestuario de la selección y el zaguero está aferrado a la misma línea.

Los capitanes y más veteranos del equipo español no salen de su asombro por la tranquilidad mostrada por Cubarsí en su primer día en la Ciudad del Fútbol.

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Mientras a otros les temblarían las piernas, Pau encara estos partidos con la ilusión de "disfrutar", como él mismo comentó a su llegada. Los dos se lo quieren pasar de maravilla y contagiar con su ilusión a compañeros y afición.

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