Abuso sexual

El juez condena al futbolista Hugo Mallo por abuso sexual de la mujer disfrazada de mascota del Espanyol

El jugador aprovechó el protocolario pasamanos previo al partido para palparle los pechos a la persona que iba disfrazada de 'periquita'

El juez condena al futbolista Hugo Mallo por abusar sexualmente de la mascota del Espanyol

El Periódico

El juez de Barcelona Salvador Roig ha condenado con una multa de 6.000 euros por un delito de abuso sexual al futbolista Hugo Mallo por haber efectuado tocamientos a una joven que trabajaba como mascota del Espanyol en el duelo que enfrentó a su equipo, el Celta de Vigo, con el club catalán en 2019 en el estadio de Cornellà. El jugador deberá, además, pagar a la víctima una indemnización de 1.000 euros, más intereses, por el daño moral. Los hechos sucedieron justo antes del inicio del encuentro, cuando el futbolista aprovechó el protocolario pasamanos para palparle los pechos a la joven que iba disfrazada de 'periquita'.

La sentencia del titular del Juzgado Penal número 19 de Barcelona expone que sobre las 20.30 horas del 14 de abril de 2019, el entonces capitán del Celta aprovechó el momento de realizar el saludo con los jugadores del Espanyol como a las personas que caracterizan a las mascotas del club catalán para meter las manos por debajo del disfraz a una de ellas, la 'periquita', a la que le tocó los pechos, teniendo esta que retroceder y apartar al acusado. El futbolista, según el magistrado, actuó con la "intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma".

Dos versiones

Durante el juicio, celebrado el pasado mes de julio, Mallo negó la comisión de ningún delito. Su versión ante el juez se basó en que saludó con normalidad tanto a los futbolistas como a las mascotas, cuyo género dijo desconocer, y en que estaba concentrado en un partido donde el Celta se jugaba el descenso, sin reparar en sí la 'periquita' había retrocedido en el momento de su saludo. Añadió que en el vídeo no se aprecia ningún movimiento anómalo por parte de él y que acto seguido se encaminó a realizar ejercicios. Y sostuvo que él era sabedor, lógicamente, de que el partido se emitía por televisión con público en directo y ante multitud de cámaras".

Finalmente, con los hechos y pruebas confirmados, el magistrado Salvador Roig Tejedor sostiene que el futbolista es culpable de abuso sexual, descartando que el gesto de Mallo fuera involuntario, a la vez que otorga total credibilidad a la víctima que, a su entender, expuso los hechos con "firmeza, vehemencia y tranquilidad", narrando "algo vivido, algo padecido en su cuerpo". El suceso ocurrió ante de que entrara en vigor la ley del si es solo si, por lo que el acusado ha sido condenado por un delito de abuso sexual y no por agresión sexual.