Ciclismo

Pogacar se cita el domingo con la historia y el Mundial

El fenómeno esloveno aspira a convertirse en el tercer ciclista que se viste con el arcoíris después de ganar Giro y Tour en un mismo año. El aliciente será el duelo con Evenepoel en una carrera donde España tiene opciones de subir al podio con Pello Bilbao o Juan Ayuso

Tadej Pogacar, con el maillot amarillo de líder general, consigue su quinta victoria de etapa. / AP

Sergi López-Egea

La historia sólo se acuerda de los grandes genios, los que escriben las páginas más brillantes del ciclismo. Tadej Pogacar se cita el domingo con la leyenda de este deporte. Es el favorito número uno para la medalla de oro, el ciclista que quiere seguir la estela de Eddy Merckx (1974) y de Stephen Roche (1987), los dos únicos corredores que han ganado en una misma temporada (por orden de celebración) Giro, Tour y Mundial. Si logra el título, además, dejará para la posteridad y a falta del cierre de Lombardía (12 de octubre) una temporada fantástica.

Tan extraordinario está siendo el año 2024 para el astro esloveno que su peor resultado ha sido la séptima plaza del Gran Premio de Quebec, carrera de segundo nivel, a donde fue a preparar el Gran Premio de Montreal que ganó el 15 de septiembre por delante de Pello Bilbao: primero en la Strade Bianche, tercero en la Milán-San Remo, primero en la Lieja-Bastoña-Lieja, vencedor arrollador de Giro y Tour, antes de su triunfo en Canadá y de convertirse este domingo en el candidato número a vestir el jersey arcoíris que hasta ahora lleva Mathieu van der Poel, a quien tampoco se puede borrar de la pelea por las medallas.

Oro y plata, ¿vendidas?

Hace unos días, bromeaba un colaborador de Pogacar con esta frase. “Las medallas de oro y plata están vendidas”, porque este Mundial (Teledeporte y Eurosport) tiene un plus especial. Hasta ahora, por exigencias del calendario o accidentes, Pogacar y Remco Evenepoel no han podido coincidir en una carrera de un día. En tres semanas, ya se vio en el Tour, el fenómeno esloveno cobra ventaja, pero la estrella flamenca revoluciona cada clásica o campeonato donde acude. Llega a Zúrich, ciudad que acoge todas las pruebas del Mundial, como campeón olímpico. El domingo pasado se colgó el oro en la contrarreloj. Hace dos años ya ganó el campeonato y el duelo con Pogacar es el máximo aliciente, una pelea sin precedentes, que puede marcar una de las grandes imágenes ciclistas no sólo de 2024 sino de una época, la contemporánea.

“Evenepoel se mostró muy fuerte en la contrarreloj individual. Es su disciplina y donde más brilla, pero el domingo jugamos otro partido”, reconoció Pogacar al llegar a Zúrich, donde admitió el afán por ser campeón del mundo y donde enseñó, en forma humana, su herramienta especial que lo ayudará en la victoria, nada menos que un Primoz Roglic, compatriota esloveno, compañero de selección y gregario por un día.

Por si fuera poco, la geografía juega a favor de Pogacar porque se trata de uno de los mundiales más duros de la historia que se presenta con 5.475 metros de desnivel positivo y 267,5 kilómetros de recorrido. Imposible el triunfo para un velocista, para una sorpresa o para un corredor mediano de los que brillan un día. Sólo una figura, una estrella, un ciclista diferente al resto, puede conseguir la victoria. Y, aquí, de nuevo, las miradas se fijan en un único corredor. “El jersey arcoíris es una prenda muy especial. Representa al mejor ciclista del mundo y todos quieren llevarlo. Pero este Mundial es uno de mis grandes objetivos de la temporada”, afirmó Pogacar desde Zúrich.

El papel de España

Si el oro y la plata parecen tener dueño, el podio, aunque sea a modo de bronce, sí está al alcance de la mejor selección española que acude al Mundial desde que Alejandro Valverde se convirtió en campeón del mundo hace seis años. Bilbao llega en una forma exquisita y con el derecho a ganarse los galones como líder del equipo que dirige Pascual Momparler, mientras que Juan Ayuso acude como alternativa en una temporada que no le ha salido al joven valor español de 22 años como le habría gustado por el covid, que lo apartó del Tour, y por la discutida decisión de su equipo al no convocarlo para la Vuelta.

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Con ellos dos, el combinado español se muestra como un equipo compacto, trabajador y con clase para estar al filo de la navaja con Álex Aranburu, Carlos Rodríguez, Enric Mas, Mikel Landa, Pablo Castrillo (en la órbita del Movistar) y Roger Adrià. Poco después de las 17 horas del domingo se conocerá la sentencia final.

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