BALONCESTO

El Real Madrid, en ningún sitio como en casa

El Real Madrid retornó a la senda de la victoria coincidiendo con su vuelta a casa, esta vez tras imponerse al Dreamland Gran Canaria (83-77)

Campazzo, en el duelo ante Gran Canaria / / EFE

EFE

El Real Madrid retornó a la senda de la victoria coincidiendo con su vuelta a casa, esta vez tras imponerse al Dreamland Gran Canaria (83-77) en un duelo de picar piedra ante un contrario pegajoso, que en ningún momento bajó los brazos y creyó hasta el final en sus opciones.

Encaraba el conjunto de blanco el primero de una serie de cinco duelos seguidos en el WiZink Center, el único sitio donde parece encontrarse cómodo esta temporada en la que los tropiezos lejos de los suyos se suceden sin remisión, el último de ellos contundente en Milán en la Euroliga.

El equipo asomó algo tímido, como si ese último golpe o el cansancio acumulado le hubiera dejado secuelas. Al igual que en el caso del rival, solo intentó un triple en los tres primeros minutos y medio, de Facundo Campazzo y al límite del cierre de una posesión. Y en el intercambio de canastas de dos salió perjudicado, superado además claramente en el rebote, lo que obligó a intentar recomponer las cosas con un tiempo muerto al que se fue siete abajo.

El parón vino bien

El parón vino bien, pues permitió al anfitrión acercarse a dos puntos gracias a las primeras internadas con acierto de Campazzo y a la postre marcharse en ventaja al final del acto de salida al ponerse por delante por primera vez desde el 2-0 gracias a un triple abierto del croata Mario Hezonja (17-16, m.10).

Sorteado el primer problema, el Real Madrid comenzó a sentirse más cómodo a lomos de su rotación. La irrupción de Serge Ibaka y de Gabriel Deck, junto a la aportación de Alberto Abalde, fueron desgastando al Gran Canaria en el camino hacia el descanso, al que se llegó con el plantel de casa en mejor situación (39-36, m.20).

La vuelta a la acción trajo consigo uno de los tramos más espectaculares del partido; cuatro minutos y medio en los que el público solo disfrutó de canastas de tres puntos, dos de los de casa y tres de los foráneos. Tras ello hubo un breve receso y más de los mismo, otros dos aciertos lejanos consecutivos de Xavier Rathan-Mayes y Hezonja que pusieron al equipo madridista seis arriba. Jovan Klajic, cómo no de nuevo con otro triple, cortó las alas madridistas para dibujar un duelo que seguía abierto a la media hora (59-54, m.30).

Más lo estuvo tras el arranque del cuarto decisivo, cuando un parcial de 0-7 para el Gran Canaria volvió a ponerles por delante después de mucho tiempo. Fue un regusto dulce pero efervescente por culpa de cinco puntos consecutivos de la conexión albiceleste Campazzo-Deck.

Siguió percutiendo el 'Facu', quien metió otro triple más para aumentar el castigo. Y de nuevo respondió el contrario, con dos ataques de cinco puntos certificados con un tiro lejano de Joe Thomasson y dos libres de Albicy. Una guerra de fuego cruzado cuya tercera y cuarta batalla siguieron arrojando un saldo nulo, al anularse un parcial de 7-2 con otro de 2-7.

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En ese momento le tocó mover ficha al Real Madrid, que dobló su ventaja de dos puntos al no fallar Campazzo los tiros libres. Le tocaba al rival jugársela con un triple que intentó Brussino sin éxito, poniendo el broche Abalde desde la línea de personal y devolviendo la sonrisa a un Real Madrid que en casa sigue sin perdonar.

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