Tenis

Alcaraz vuelve a ser Alcaraz: gana a Rublev y se reengancha a las ATP Finals

El tenista español se recupera de sus problemas de salud, vence en su segundo partido (6-3 y 7-6) y se jugará las semifinales el viernes contra Zverev

El tenista español Carlos Alcaraz. / EP

Sergio R. Viñas

Estaba vivo. Vaya si lo estaba. Quién sabe lo que ocurrirá el viernes ante Alexander Zverev, el fin de semana si para entonces sigue en competición. Pero Carlos Alcaraz sigue vivo y vuelve a ser él mismo en las ATP Finals. Todavía lejos de su mejor versión, claro, lógico tras ser golpeado por el catarro que le restringió la respiración y le apagó la energía, pero Alcaraz ha vuelto. Lo demostró este miércoles ante un rival tan áspero como Andrey Rublev, al que logró ganar en dos sets (6-3 y 7-6) para recuperar el pulso en esta Copa de Maestros. El murciano deberá ahora jugárselo todo contra Zverev el viernes. Ni tan mal visto, tal y cómo empezó todo.

Se llegó a especular con su abandono del torneo, dado su estado físico. Pero Alcaraz espantó los fantasmas y su debilidad de ayer es su amenaza de hoy, pues la enfermedad habrá de ir remitiendo y, aun a medio gas, triunfó en el segundo asalto de estas ATP Finals. Siendo contundente e imaginativo en el primer set, resistente y lúcido en el segundo, en el que la eficiencia de Rublev al servicio le condujo hacia un largo 'tie break' del que finalmente salió victorioso.

"No lo hubiera imaginado hace dos días, hoy he sido otro totalmente distinto", decía después en Movistar+ el tenista español, confirmando su mejoría, verbalizando lo que se observó durante el partido, que había recuperado la capacidad física para jugar puntos largos, para correr y correr por la pista. "Tenía claro cómo jugar, he salido con la idea de olvidarme de que estaba malo, aceptando la situación. Y que, si perdía, no pasaba nada", añadió. Pero no perdió

La tirita rosa de Alcaraz

Armado con una tira rosa en la nariz que le ayudó "bastante" para optimizar su respiración, Alcaraz confirmó con su mera aparición en la pista turinesa la primera incógnita, que era precisamente su participación en el partido. El entrenamiento celebrado durante la mañana ya disipaba casi al completo la duda sembrada en la víspera por su propio entrenador, Juan Carlos Ferrero. Los dos primeros juegos refrendaron que el tenista español había ido mejorando.

Fue muy sintomática su decisión de subir a la red en la segunda bola que restó, su celebración con el puño tras llevarse ese punto. También el 'ace' con el que resolvió su primer saque. Anécdotas en el global del partido, no digamos del torneo, que, sin embargo reflejaba la evidencia de que las sensaciones de Alcaraz eran muy diferentes a las de su debut con derrota frente a Ruud. Su sonoro "¡Vamos!" con el que celebró algo tan rutinario como un 2-2 en el primer set certificó que el escenario iba a ser otro.

Primer set para Alcaraz

El agua terminó de hervir en el séptimo juego, cuando Rublev cometió la osadía de enlazar una doble falta y un fallo en una derecha a placer. Alcaraz le castigó levantándole el servicio, tras haber sumado un nuevo juego en blanco justo antes. Fue un punto de inflexión en la primera manga, en la que Rublev ya no volvió a sumar, pasando el murciano del 2-3 al 6-3, gritando a golpe de raqueta que estaba de vuelta.

Alcaraz ya estaba en su salsa, contundente con su derecha, imaginativo con sus dejadas, fresco y ágil en sus movimientos. Un manantial de frustración para Rublev, que por segundo partido consecutivo iba masticando el disgusto de no poder hacer nada ante un rival sencillamente mejor que él, por mucho que el ruso pudiera sentirse orgulloso de su desempeño en la pista.

No tenía prisa el genio español por ajusticiar a su rival, consciente de que su aún delicado estado de salud le podía pasar factura de cara al resto de la semana si incurría en sobreesfuerzos innecesarios. Se conformó con ir madurándole y desesperándole, a la espera de un error fatal al que Rublev se resistía. Cerca estuvo incluso de apropiarse del quinto juego al resto, pero Alcaraz acabó corrigiendo el 0-30 inicial del ruso. Solo estaba postergando el desenlace.

Rublev blinda su servicio

Ni una sola oportunidad de 'break' se concedieron el uno y al otro en una segunda manga mucho más igualada que la primera, con un Rublev que se hizo fuerte con su saque, sumando cuatro juegos consecutivos sin que Alcaraz fuera capaz de sumar un solo punto, llevando el set al primer 'tie break' del torneo, después de cuatro encuentros previos sin necesidad de desempate.

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En esa pugna por el 7-6, larguísima, los dos tenistas se aferraron a su saque, apenas un error de cada uno de ellos en los 17 primeros puntos. Cuando llegó el 18º, con Rublev al saque, Alcaraz decidió que aquello se acababa ahí, arriesgó con el resto y se anotó una victoria decisiva. Las cuentas para la tercera jornada quedan para después de la disputa del Zverev-Ruud de esta tarde. Lo importante, de momento, es que Alcaraz vuelve a ser Alcaraz.

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