El Real Madrid sofoca la rebelión del Barça y se anota el tercer clásico de la temporada

El Real Madrid sigue por delante del FC Barcelona. Ambos han vivido tiempos mejores, pero los blancos se llevaron la tercera victoria moral que supone sacar adelante los clásicos. Lo hicieron en la Supercopa y en la Euroliga tras dos prórrogas. Repitieron en Liga los de Chus Mateo triunfo tras frentar la reacción de un cuadro de Peñarroya que se mantuvo en el partido y llegó a liderarlo al final gracias al despertar de Parker. El resultado final (73-71) premió la regularidad blanca en el encuentro, liderada por el trío Hezonja-Campazzo-Tavares. Metu falló el tiro para la victoria del Barça.

Los días que transcurren entre Nochebuena y fin de año solo tienen sentido con el clásico de la ACB de por medio. El encuentro entre los colosos del baloncesto estatal que esta temporada van con una linterna en busca de la identidad perdida. Lejos del liderato, tanto en Liga como en Europa. Dos gigantes que se descubren con facilidad, con estilos opuestos. De la locura en las transiciones madridista a la selección estática azulgrana. Armas que se expusieron desde el principio en el parquet del último partido del Wizink como tal, para dejar paso al Movistar Arena.

La coralidad ayuda al Real Madrid

Ha sentido Chus Mateo este curso que le faltan piezas, pero su plantilla ha terminado por entender que es el máximo rendimiento de cada elemento el que debe cubrir los espacios que se generen. Como los que buscó Dzanan Musa en un primer cuarto de carreras, donde fue esencial el trabajo de Rathan-Mayes en defensa ante un Barça que flaqueó entre las pérdidas de Punter. La gran fortaleza azulgrana, el rebote, tanto ofensivo como defensivo (8-12), al aprovecharse de la debilidad en la zona cuando Tavares no está en pista.

Hezonja dejó sobre la bocina del acto inicial la diferencia en un 21-15 que dejó claro a Peñarroya que sin una versión ultracompetitiva de los suyos estarían condenados a mantener su deambular. El ritmo era del Real Madrid y ahí estribaba la brecha entre los contendientes. El Metu - Hezonja se descubrió como el duelo inicial de un segundo cuarto donde Llull se convirtió en el madridista con más encuentros en Liga (620). Mejoró el Barça con la energía de Brizuela y consiguió ponerse por delante a 5:17 para el descanso (24-25), con un conjunto blanco errático ante la mejora defensiva de los visitantes.

La igualdad hizo que por fin las dinámicas convergiesen y el clásico fue exactamente eso: un intercambio de golpes y nombres, con continuos cambios de mando en el marcador. Con Hezonja endemoniado desde la línea de tres y jugando con Tavares por dentro dejó prácticamente intacta la distancia en el intermedio (36-31). "Tenemos que correr con más disciplina", aseguraba Satoransky, el mejor valorado de los azulgranas. Ese respeto por los espacios era el que le daba el liderazgo temporal a un Real Madrid coral frente a un Barça de individualidades.

Triples del Barça para un ajustado final

Con Tavares en pista, el Real Madrid arrancó con un parcial de 11-2 que rompió Satoransky con un triple que fue un espejismo. Los de Chus Mateo estuvieron muy cómodos en la circulación de balón frente a un rival errático que lanzaba llamadas de auxilio. Campazzo es la otra pieza fundamental de un conjunto que abrió el marcador hasta el 45-36, cuando Deck se lesionó en un mate desfibrilador.

Peñarroya torció la vista al ver a los suyos fallar en los momentos y desde las distancias clave. Y con todo, la distancia siguió siendo de seis puntos al termino de un tercer cuarto que dejaba al Real Madrid con la sensación de culminar una carrera en la que siempre había estado en ventaja. Todo, a pesar de tener unos porcentajes de acierto limitados. Entonces despertó Parker para igualar el encuentro con dos triples melódicos que hicieron temblar al Wizink en el 63-63.

Justo la línea desde la que se había apagado un Real Madrid que terminó por perder la paciencia. De nuevo, un clásico, dulce y caótico con el que el equipo blanco no contaba. La clase no se puede comprar y a Parker se unió Punter con otro acierto de tres que provocó la técnica de Chus Mateo. El remolque dio la vuelta para darle ventaja al Barça en el desenlace. Con el viento a favor, Vesely se descartó por faltas. Un parcial de 6-0 comandado por Campazzo y el fallo de Metu para ganar dejó el triunfo en Madrid para confirmar la tendencia alcista de los blancos y la bajista de los barcelonistas.