Situación comprometida

El CSD tampoco abrazará la tesis de “causa de fuerza mayor” que argumenta Laporta

Dos expertos en derecho deportivo creen que, al no ser la última instancia, es decir, al no ejercer de Tribunal Supremo del deporte, el CSD no querrá comprometerse y arriesgarse a convertir un conflicto menor, casi local, en otro problema que añadir a la ya de por sí crítica, conflictiva y complicada agenda del Gobierno

Pau Víctor, Flick i Olmo, a l’agost amb el trofeu Joan Gamper.

Pau Víctor, Flick i Olmo, a l’agost amb el trofeu Joan Gamper. / FC Barcelonca

Emilio Pérez de Rozas

Ni una sola preocupación. Sin intención alguna de dar explicaciones. Esto es muy largo, aún no ha terminado, así que Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, acompañado de Bojan Krkic y Anderson Luis de Souza 'Deco', jamás tuvo intención de ahorrarse la comida del sábado (lo que sí se ahorró fue el almuerzo con la directiva del Barbastro) y se detuvo, en Lleida, en La Dolceta, un restaurante tradicional con fama de caro, para comer ‘pèsols de llàgrima', nada baratos; caracoles, cómo no, estaba en Lleida, y pies de cerdo, todo ello regado con dos botellas de tinto, de unos 30 euros cada una. Al acabar, algunas fotos con clientes del local, que había sido propiedad de un antiguo presidente del Lleida, cuando había militado en Primera División.

Laporta sigue haciendo su feliz vida de presidente y, si está inquieto o intranquilo por el caos que ha provocado al no poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, no se le nota lo más mínimo. Él, como muchos de su entorno y, por descontado, como un montón de periodistas que se han creído su versión, sigue pensando que, al final, el conejo saldrá de la chistera y, en otro juego de ilusionismo e ilusionista, solucionará el problema, el conflicto, que él mismo ha provocado.

Cuatro bofetones

De momento ha recibido cuatro bofetones sonoros. Dos judiciales, cuyo redactado es demoledor para el club y para él y dos federativos, el primero por parte de la Liga de Fútbol Profesional de Javier Tebas y, el segundo, procedente de la nueva Real Federación Española de Fútbol, que preside, de momento, Rafael Louzán. Cuatro opiniones demoledoras, en las que, no solo queda evidenciado que el Barça se pasó de plazo y, por tanto, no tiene argumento ni razón para apelar, sino que los propios jueces se han sorprendido de que Laporta se atreviese a plantearles la queja.

“El riesgo de perjuicio económico ha sido creado voluntariamente por el propio SOCIO (FC Barcelona), quien decidió fichar, en el mes de agosto, a JUGADOR (Dani Olmo) a pesar de estar excedido del límite salarial establecido por las Normas de Elaboración de Presupuestos (Liga de Fútbol Profesional) y que ese mismo exceso le había impedido inscribir a todos los jugadores que tenía en su plantilla”, rezaba la última sentencia contra el Barça.

Archivo - Pau Víctor, Dani Olmo, Gavi y Pedri en un entrenamiento del FC Barcelona

Pau Víctor, Dani Olmo, Gavi y Pedri. / EP

Y el juez dice más, mucho más. Es más, según dos abogados consultados por El Periódico, expertas en el ámbito deportivo, el que sigue será, probablemente, uno de los argumentos que utilice, no solo el Consejo Superior de Deportes (CSD) para desentenderse del caso, sino, posiblemente, futuros tribunales. “La posibilidad de que JUGADOR (Dani Olmo)”, destaca el juez, “se desvincule libremente del SOCIO (FC Barcelona) y se convierta en agente libre es algo pactado libremente entre SOCIO y JUGADOR, por lo que, si ocurriera no sería imputable a la ASOCIACIÓN (Liga de Fútbol Profesional)”.

Laporta ha pedido la cautelarísima al CSD porque, a diferencia de la tradicional cautelar, el máximo organismo deportivo puede decidir sobre el caso sin consultar a la otra parte. El problema, según estas mismas fuentes, es que “el acuerdo alcanzado con el futbolista para convencerle de que firmase por el Barça, añadiendo esa cláusula de libertad si no lograban reinscribirlo antes del 31 de diciembre, demuestra que el club va contra sus propios actos, con lo cual el CSD puede argumentar cómo es posible que venga usted a quejarse aquí, si usted mismo temió que esto sucediese y pactó la libertad total de su futbolista”.

Lío para Sánchez

El CSD, presidido por José Manuel Rodríguez Uribes, seguidor madridista, como Tebas y Louzán, e inquilino habitual del palco del majestuoso Santiago Bernabéu, difícilmente querrá meterse en líos, convirtiendo en un problema nacional y político para Pedro Sánchez, algo que, de momento, se circunscribe al ámbito deportivo y catalán. Federación, Liga y los otros clubs pondrían el grito en el cielo y, sin duda, alargarían el litigio. "Además”, señala uno de los abogados consultados, “el CSD lo tiene fácil, argumentando que la competencia, en este caso, cualquier decisión y/o sentencia está sujeta a las normas y leyes de LaLiga y la Federación, cuya decisión conjunta se apoya en sus propios reglamentos, normas y plazos”.

“Es más”, insiste el segundo abogado, “el CSD sabe que su decisión no es la definitiva, la última, no se trata, en ese sentido, del Tribunal Supremo (del deporte), pues el Barça todavía podrá hacer eso que parece encantarle como es seguir recurriendo a otras instancias superiores como el Tribunal Contencioso Administrativo o, de nuevo, la justicia ordinaria. El hecho de que el club azulgrana pueda seguir apelando, le permite al CSD, si quiere, lavarse las manos”.

Lo normal sería que el CSD lo primero que decida, cuando mañana reciba la petición de la cautelarísima por parte del Barça, es pedir un informe a su departamento jurídico que, sin duda, utilizará las cuatro recientes sentencias contrarias a las peticiones del Barça y argumentar que no se puede acceder a esa petición, cosa que, muy probablemente, el Barça ya tema, teniendo preparado ya el recurso al Contencioso Administrativo. “Puede que el primer argumento de los abogados del CSD sea pensar que, si un juzgado de lo civil ya le ha denegado esa petición, por qué me lo presenta usted, ahora, por la vía administrativa”.

Todas las fuentes jurídicas deportivas consultadas por El Periódico están convencidas de que el CSD no se pronunciará a favor del FC Barcelona, sabedor Rodríguez Uribes que nadie entendería que él fuese contra cuatro decisiones tan rotundas y tan bien argumentadas como las que ha recibido el Barça, por parte de dos jueces y los dos organismos que rigen los destinos del fútbol.

Dani Olmo, en el entrenamiento del Barça previo al estreno copero en Barbastro.

Dani Olmo, en el entrenamiento del Barça previo al estreno copero en Barbastro. / EFE

Pero, en efecto, siempre hay un pero y, en este caso, podría ser las presiones políticas que el CSD, cuya única sentencia importante, sonora, se produjo, en 1995, cuando Cortés Elvira salvó al Sevilla y al Celta de Vigo de bajar a Segunda División, pudiese recibir por parte del Gobierno y, tal vez, incluso por parte de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, aliado de Joan Laporta en la Superliga y con buenas relaciones con Rodríguez Uribes.

Todo el mundo sabe que Florentino necesita un Barça fuerte, potente, victorioso, no solo en el campeonato español, sino también en los ambientes futbolísticos europeos para poder seguir siendo un sólido socio para que la Superliga salga adelante. No hay que olvidar, que el presidente del Real Madrid ya ayudó a Laporta en la puesta en marcha de diversas palancas económicas y le facilitó las artes del banquero franco-magrebí Anas Laghrari, brazo económico del ‘ser superior' y cofundador del fondo de inversión Key Capital, presente en el gran préstamo de 1.500 millones de euros para el Espai Barça.

"Yo, la verdad", comenta uno de los dos abogados consultados por El Periódico, "si fuese el Barça no perdería demasiado tiempo con este caso y me pondría manos a la obra para convencer a Olmo de que se vaya a jugar, durante los próximos seis meses, a alguno de los muchos clubs que lo persiguen. Aunque eso sí, trataría de atar con algún tipo de documento su regreso el 1 de julio y, esta vez sí, inscribirlo debidamente". En Italia dicen el AC Milan estaría abierto a esta posibilidad.

Según ha podido saber El Periódico, tanto Dani Olmo como, muy especialmente, su padre están indignados con lo ocurrido, terriblemente molestos con el FCBarcelona y no dirían que sorprendidos, pues la propia cláusula de escape que pusieron en el contrato con el Barça demuestra que "algo temían" cuando el Barça los fichó. Puede, sí, que Olmo decida buscar un equipo puente hasta el mes de julio, pero lo que es evidente es que sus representantes le apretarán para aprovechar el despiste del Barça y sacar otra buena comisión de su posible fichaje por otro grande de Europa.

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