Turismo

El Gobierno descarta que el turismo frene y anticipa un 2024 de récord

El ministro Hereu confirma que España superó el año pasado los máximos prepandemia con más de 84 millones de turistas extranjeros y 108.000 millones de gasto, y prevé cifras al alza también este año. 

David Page | Celia López

“Esta es la última vez que comparamos las cifras de turismo de España con las de 2019. A partir de ahora las tendremos que comparar con las de 2023. Un año récord”, ha subrayado este viernes el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, que ha confirmado que el año pasado el sector desbordó todos los registros alcanzados antes de la pandemia. “Es una satisfacción que sea la última vez que nos referimos a 2019”.

España ratifica que 2023 fue un año histórico para el turismo, desbordando los récords de turistas extranjeros y -lo que es mucho más importante- del gasto que realizan. Hereu ha anticipado que el año pasado las llegadas de turistas extranjeros marcaron un nuevo máximo histórico con más de 84 millones de turistas (un 1% más que el anterior récord prepandemia) y que el gasto que éstos realizaron también escalaron hasta un récord de 108.000 millones de euros (un 17,4% más que en el 2019 precovid).

El Gobierno no ve síntoma alguno que anticipe que el turismo vaya a empezar a frenar y por da por hecho que las cifras seguirán creciendo este año y 

, aunque de momento no cuenta con proyecciones concretas para el conjunto del ejercicio. Sí las tiene el Ejecutivo para los cuatro primeros meses del año (para hacer comparables los registros de ambos ejercicios por la diferente mes de celebración de la Semana Santa), y augura que se alcanzarán los 23,2 millones de llegadas de turistas, con un fuerte incremento del 10,8% respecto al año pasado, y más de 30.400 millones de gasto, un 18% más.

“Las perspectivas son que continúe el crecimiento este año. Es evidente que habrá aumento del número de turistas y de gasto. Todo hace prever que, sino hay un fenómeno exógeno importante, 2024 será otro año de récord”, ha sentenciado Hereu, que ha subrayado que es mucho más relevante el impacto económico que generan los turistas en el país que el número de visitantes que lleguen. “No sacralicemos el número de turistas, no nos centremos en la batalla de la cantidad de turistas”.

¿Crecimiento insostenible?

En pleno boom, desde el propio sector turístico surgen voces que advierten de que los ritmos de crecimiento alcanzados no son sostenibles y que hay que abrir el debate de cómo gobernar los episodios de saturación en algunos destinos que provocan rechazo social. El Ejecutivo subraya la necesidad de “gobernar el turismo” para evitar “problemas de convivencia” con la población residente, pero relativiza la gravedad de la situación: “Estoy bastante contento de tener que gestionar los retos y los problemas del éxito, que no tener ese éxito”, ha zanjado Hereu.

El Gobierno defiende como forma de mitigar la masificación de algunas zonas y evitar la turismofobia avanzar en la desestacionalización de la actividad, alargando las temporadas más allá de la de verano; diversificar territorialmente los destinos, impulsando los productos turísticos de la España interior más allá del ‘sol y playa’; y atraer turistas con mayor capacidad de gasto atraídos por productos de más valor añadido, singularmente viajeros de otros continentes y no solo europeos, para potenciar el aumento de los ingresos del sector y del país y no tanto de las llegadas de visitantes.  

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