Culmia cierra 2023 con unos ingresos de 250 millones y buscará asociarse con terceros para seguir creciendo

Culmia, la antigua promotora de Banco Sabadell, ahora en manos del fondo norteamericano Oaktree, cerró 2023 con unos ingresos de 251 millones de euros, frente a los 300 millones del año anterior, y un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 21 millones. Entre enero y diciembre del pasado año, la empresa de origen catalán entregó 537 viviendas, que supusieron unos ingresos de 195 millones. Los 56 millones restantes en facturación corresponden a la venta de suelos no estratégicos de la compañía y a las comisiones percibidas por acuerdos de promoción delegada.

"Ha sido, dadas las circunstancias, un año bueno. Solo nos hemos visto impactados por la ralentización de algunos desarrollos urbanísticos, con algunas viviendas que nos hubiese gustado empezar a comercializar y no hemos podido. Sin embargo, hemos sido capaces de avanzar un año más en las grandes líneas estratégicas que nos marca nuestro plan de negocio, siempre con el objetivo de poner en marcha nuevas soluciones que ayuden a configurar un modelo estructurado de vivienda llamado a ser un pilar básico en la solución al problema de la vivienda", explica Francisco Pérez, consejero delegado de Culmia.

En 2024, la promotora comenzará a comercializar 600 nuevos inmuebles y espera cerrar 550 preventas, frente a las 463 que ya firmó en 2023 en Cataluña, Andalucía, Levante y la zona Centro-Norte, que supondrán unos ingresos, en los próximos años, de 178 millones. Según la información distribuida por la compañía, la cartera de la promotora supera los 15.500 inmuebles residenciales, 8.450 ya en desarrollo en 110 promociones: 3.800 viviendas en construcción y 2.700 en comercialización.

A estas habría que sumar 758 pisos adicionales, todos en Cataluña, que forman parte del área de build to rent (pisos construidos para alquilar): dos promociones llave en mano para el fondo norteamericano CBRE Investment Management y otra para el Institut Català del Sòl (Incasol), este último acuerdo firmado a finales de 2023.

Coinversión, nueva fase de crecimiento

Uno de los pilares de crecimiento para Culmia, en los próximos meses, será el lanzamiento de nuevos vehículos de coinversión. Estos fondos, en los que las promotoras participan en un pequeño porcentaje, ya han sido puestos en marcha por otras compañías como Aedas Homes o Neinor Homes.

"En estos fondos nosotros tendremos una participación del 10% y aportaremos algunos de nuestros suelos, una vez ya sean finalistas, lo que da certidumbre y fiabilidad a nuestros inversores. Esperamos tenerlos activos ya durante el segundo semestre de este año y tendrán un volumen de 150 millones de euros. Habrá uno enfocado en build to rent y otro en flex living (vivienda flexible), centrado en promoción de viviendas sobre suelos terciarios o dotaciones", detalla el consejero delegado de Culmia, en una conversación telefónica con este periódico.

Planes de colaboración público-privada

La promotora es una de las compañías que más apuesta ha hecho en la colaboración público-privada, el desarrollo de viviendas en suelos propiedad de las diferentes administraciones públicas. Culmia tiene 3.800 pisos en marcha en este tipo de fórmulas, que supondrán una inversión acumulada de 515 millones.

Culmia se adjudicó tres contratos: el lote tres de la primera fase del Plan Vive de la Comunidad de Madrid, el único lote de la fase dos de este mismo plan y los lotes uno y cinco de un proyecto similar —pero en derecho de superficie y no concesión demanial— en el Ayuntamiento de Madrid. En el caso del paquete número cinco, la promotora ha llegado a un acuerdo con Palantino Residencial, la plataforma de vivienda en alquiler de la banca privada de Bankinter y Vía Ágora, para vender los 434 inmuebles que incluye cuando estén ya construidos.

Las primeras casas del Plan Vive, adjudicadas en 2021, está prevista su entrega durante el primer trimestre de este año, mientras que los otros lotes están en construcción y se entregarán entre finales de 2025 y 2026. En el caso de la segunda fase del Plan Vive, comenzarán las obras antes de mediados de año, mientras que en el proyecto del Ayuntamiento de la capital ya han empezado.

La empresa liderada por Francisco Pérez espera presentarse a nuevos concursos y analiza ya operaciones en Madrid, Cataluña, de la mano del Incasol, y Andalucía, donde el último programa de colaboración público-privada quedó desierto por las bajas rentabilidades para los inversores. La Junta ha subido el precio de la vivienda protegida, lo que podría facilitar que haya mayor concurrencia en los concursos.