Alimentación
El sector de la carne lanza una campaña para frenar la caída del consumo, que suma un 40% en 15 años
María Jesús Ibáñez
Por el medio ambiente, por el bienestar de los animales, por prescipción del médico (o del nutricionista) o porque sale cara... El consumo de carne ha experimentado una auténtica debacle en los últimos años en España, donde algunos tipos como la ternera han visto cómo se reducía en más del 40% desde 2006. El sector lleva tiempo cargando con el sambenito de la contaminación (por los purines del porcino, por las macrogranjas o por las emisiones de gases con efecto invernadero del vacuno) y tratando de gestionar unas normativas cada vez más rígidas, que no se lo están poniendo fácil. "También ha sido castigado por informaciones que no siempre se ajustan al rigor de los datos", lamenta Barbara Calvaresi, responsable del sector cárnico en la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc.
Para tratar de romper esta tendencia, Aecoc en colaboración con las distintas organizaciones de productores y mayoristas de la carne en España, las denominadas interprofesionales, va a lanzar este mes de mayo una campaña con la que tratará de reactivar el consumo de este alimento, muy denostado, sí, pero clave en muchos aspectos. Es una importante fuente de proteínas, es determinante para el desarrollo rural y es un factor para luchar contra la despoblación en el campo. "La campaña se centra en un mensaje simple y directo, sin entrar en aspectos más polémicos, y le diremos al consumidor que no ha de sentirse culpable por comer carne", subraya Calvaresi. La iniciativa va a llevar el lema de 'El sentido de la carne' y a ella se han unido, por primera vez, más de 50 empresas del sector, desde ganaderos hasta proveedores y detallistas.
La idea surgió a raíz de una encuesta encargada por esta patronal, en la que se constató, entre otras cosas, que un 42% de los españoles ha reducido de forma sustancial su consumo cárnico, la mitad de ellos por razones de salud. "Vimos también que una de cada tres personas solo consume ciertas carnes y que una de cada cuatro decían sentirse culpables al comerla porque pensaban que no es sana", detalla Calvaresi. Pese a todo eso, el estudio también arrojó datos positivos para el sector: la proteína cárnica es aún la más importante y de mejor calidad para los consumidores (por encima de la del pescado y la de las legumbres) y un 62% de los participantes en la encuesta aseguraron tener una gran confianza en la producción cárnica española.
Del pollo al cordero
Posiblemente el pollo es el que mejor está sobrellevando esta crisis de consumo fundamentalmente por razones económicas. Pero también porque los productores, muy criticados hace un tiempo por el modo en que engordaban a las aves, han hecho una importante reconversión y han sabido apostar por la recuperación de especies autóctonas o sistemas tradicionales de cría para diversificar su oferta. El consumo ha experimentado incluso un repunte de cuatro puntos en los últimos 15 años.
También el cerdo ha aguantado relativamente bien la situación, también por sus precios bastantes más asequibles que los de otras carnes. El cerdo es además muy versátil a la hora de ser cocinado. La carne de cerdo supone el 30% del consumo total de carnes frescas en España. El consumo per cápita de esta carne en los hogares es de 11,3 kilos por habitante de media en los cinco últimos años.
Pese a la popularización de algunas versiones, como las hamburgesas, el consumo de ternera, en cambio, ha disminuido casi a la mitad en España en los últimos tres lustros. El sector sufrió una caída notable cuando en 2015 un grupo de expertos de la OMS relacionó el consumo de carne roja (y también de carne procesada) con el cáncer.
La carne de cordero, que también pierde cuota de mercado desde hace tiempo, fue otra de las damnificadas por el informa de la OMS. Pero en su caso, además, se han sumado factores como la menor dedicación a la cocina en los hogares (es una carne que requiere de más tiempo de cocción, en muchos casos) o su sabor más intenso.
Las carnes procesadas, lo que incluye fundamentalmente el jamón y los embutidos, también han registrado cierto retroceso, pero menos pronunciado. De hecho, en los dos últimos años, la tendencia ha cambiado y han recuperado consumidores, según los datos del Ministerio de Agricultura y Alimentación.
Líder en exportaciones
"Sabemos, desde hace tiempo, que tenemos un problema de comunicación, que no hemos sabido explicar bien las grandes inversiones que ha hecho el sector para corregir el impacto ambiental o para asegurar el bienestar de los animales", prosigue la directiva de Aecoc. Hay miedo a que se les acuse, por ejemplo, de estar haciendo 'greenwashing', temen que los consumidores interpreten que están tratando de blanquear su imagen.
Con todo, lo que pasa en este sector tiene algo de paradoja. Mientras en España las ventas internas se han ralentizado, el cárnico es uno de los motores de la exportación agroalimentaria de España, con casi 10.300 millones de euros facturados el año pasado.
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