Barómetro de Gfk

El consumidor español encara la primavera con optimismo económico, pero sin atreverse a dar aún rienda suelta al gasto

La disposición al ahorro sigue bajo mínimos en España, segundo país con peores perspectivas en este terreno tras Finlandia 

Consumidores comprando en el centro de Barcelona.

Consumidores comprando en el centro de Barcelona. / ELISENDA PONS

Paula Clemente

Pese a que las perspectivas sobre la evolución de la economía del país son cada vez mejores (o, como poco, cada vez menos malas) y la previsión de ingresos de los hogares está en su mejor momento desde junio del año pasado, el consumidor español no cree pisar todavía suelo firme. Ni prevé dar aún rienda suelta al gasto, ni se ve con capacidad de ahorro. Es, de hecho, el segundo país de la Comisión Europea más pesimista respecto a sus posibilidades de reservar parte de sus ingresos, solo por detrás de Finlandia.

Así lo perfila el barómetro de marzo de la empresa de analítica de mercado Gfk que monitoriza el clima de consumo a nivel europeo. “Aunque todos los indicadores se mantienen en valores negativos, en marzo se evidencia una importante diferencia entre cómo la población percibe la marcha del país frente a cómo les va en sus hogares”, resume en un comunicado la responsable del estudio en EspañaAntonieta Martín. “Mientras las expectativas con respecto al comportamiento de la economía y la inflación –ambos de carácter macroeconómico– son percibidos con un creciente optimismo, la visión acerca de las finanzas familiares tiene un punto agridulce: aunque los ingresos parece que mejorarán, la intención de gastar –o incluso de ahorrar– se mantiene contenida de forma obcecada, tal y como lo ha hecho durante todo 2024”, dibuja la misma profesional.

Este estudio se articula sobre una encuesta realizada en todos los países de la Unión Europea, que se fija en la diferencia entre la proporción de respuestas positivas y negativas a una pregunta. En España, por ejemplo, esta vara de medir da un -14 de puntuación a las sensaciones sobre el desempeño de la economía del país, un umbral que se analiza en positivo por suponer un avance de cuatro puntos respecto al último barómetro, el más holgado desde julio del año pasado.

Las expectativas de ingresos están en el -3, también con una evolución de seis puntos que colocan a España por encima de la media de la Unión Europea (-4) y que demuestra que reina una visión más optimista que en países como FranciaPaíses BajosBélgica o Italia.

Contención en el gasto

Esto no logra, sin embargo, mejorar de forma significativa la seguridad a la hora de gastar o ahorrar. La disposición al ahorro se salda con un -32 en marzo que permanece inmutable respecto a febrero y que además es la segunda peor puntuación de todas las que recaba esta encuesta, y la disposición a comprar apenas mejora un punto para quedarse en un -19. Con todo, de nuevo, en este caso, economías como SueciaReino UnidoFrancia o Países Bajos están considerablemente peor.

Eso sí, “las fluctuaciones del indicador de disposición al gasto muestran un mes más que los consumidores en nuestro país tienen bastantes dudas sobre realizar compras en los próximos meses”, contextualiza el texto, que encaja con los perfiles servidos hasta ahora de un consumidor que lleva una larga temporada haciendo malabares para asegurarse cierta dosis de gasto en ocio sin perjudicar aún más su ajustado poder adquisitivo.

Los monitores de consumo de entidades bancarias como CaixaBank BBVA confirman esta prudencia. Según los datos hasta el 21 de abril de la entidad de raíces catalanas, el único segmento que ve incrementar el gasto en relación con el año pasado son los bienes de primera necesidad (+5,9%), mientras cae, en cambio, en el comercio (-2,9%) y en ocio y restauración (-1,2%). El banco vasco registra, también una caída de casi el 2% en el gasto con tarjetas en España.