Concentración bancaria
El Gobierno rechaza la OPA hostil de BBVA sobre el Sabadell y advierte de que tiene "la última palabra"
Economía subraya que la concentracion podría tener impacto negativo en el empleo, en la prestacion de servicios bancarios y en la estabilidad financiera
Torres confía en que que el Ejecutivo terminará por "valorar" la operación, pese a su rechazo inicial
El Gobierno rechaza la decisión de BBVA de plantear una OPA hostil a Sabadell, "tanto en la forma" -por el carácter no amistoso que ha cobrado la operación este jueves-, "como en el fondo", por considerar que una concentración de ambas entidades tendría efectos negativos sobre el empleo, la prestación de servicios bancarios y la estabilidad financiera, según ha expresado el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Además, en declaraciones en el canal de televisión 24 Horas y, después, ante los medios, Cuerpo, ha advertido de que "el Gobierno tiene la última palabra a la hora de autorizar la operación", en alusión a la "fusión por absorción" que, según los planes de BBVA, vendría después de la OPA anunciada este jueves. "Ahí es donde entraríamos a hacer nuestra valoración, teniendo en cuenta los potenciales efectos lesivos de esta operación", ha precisado el ministro.
Antes de llegar a ese punto, el BBVA deberá lidiar con las autorizaciones pertinentes (o no oposición) para sacar adelante su OPA: del Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España, la 'Prudencial Regulation Authority' (PRA) del Reino Unido (por la filial bancaria TSB Bank, del Sabadell), entre otras. Solo después de este procedimiento -que, según la información ya registrada en la CNMV podría llevar entre 6 y 8 meses- entraría en juego la autorización (o no) del ministro de Economía a la pretendida operación posterior de fusión por absorción del Sabadell por parte del BBVA. Sin embargo, el ministro parece haber anticipado cuál sería el final de este trayecto.
Razones del rechazo oficial
Desde el punto de vista del Gobierno, "la operación introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español", ya que "supondría un incremento en el nivel de concentración que podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros".
En el comunicado que Economía ha hecho llegar a los medios -y que, después, ha explicado Cuerpo- se apunta que "además, un excesivo nivel de concentración introduciría un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera" y para ello se remite a lo indicado este martes y este miércoles por el gobernador del Banco de España, en sendas comparecencias públicas.
El ministro Carlos Cuerpo ha explicado que si produjera la unión de BBVA y Sabadell se daría el caso de que en España las tres primera entidaes pasarían a tener el 70% del mercado español (ahora marcan el 62%). "Nos convertiríamos en el segundo país (de la zona euro) en términos de concentración, es decir, de menor competencia en el sector financiero, y eso nos genera preocupación", ha dicho el ministro. El Banco de España ya ha señalado que el actual nivel de concentración bancaria (que aumentaría con una hipotética fusión BBVA-Sabadell) es una de las causas que ha determinado la menor traslación de la subida de tipos de interés a los depósitos bancarios (en perjuicio de los ahorradores).
Desde el punto de vista del Ejecutivo, "la operación afectaría también a la cohesión territorial por la presencia de estas entidades financieras en el territorio".
Las fuentes del Ministerio de Economía valoran que "España tiene actualmente un sistema financiero fuerte y solvente" y que el deber del departamento es "velar por mantener un sistema financiero sólido, que siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección de los clientes".
Reacción de Torres: el Gobierno cambiará su rechazo inicial
La dureza expresada por el Gobierno (más intensa aún entre los socios de Sumar) frente a la operación no parece haber hecho mella en el BBVA. En su reunión con los analistas, a primera hora de este jueves, el presidente del grupo, Carlos Torres, se ha mostrado "confiado" en que el Gobierno terminará por "valorar" la opa hostil que ha anunciado para comprar el Sabadell, pese a su rechazo inicial, informa Pablo Allendesalazar.
Torres ha llegado a encuadrar la dureza de la reacción del Gobierno con el actual clima electoral en España, por los comicios de este domingo en Catalunya. El ministro Cuerpo ha rechazado de forma rotunda esa interpretación y ha reiterado los argumentos "de fondo", sobre los "efectos lesivos" de una potencial fusión, que justifican la opinión del Ejecutivo contraria a la operación.
Ante los analistas, el banquero ha revelado que su entidad mantuvo contactos con el Ejecutivo y el Banco Central Europeo (BCE) para anunciarle la operación. El supervisor europeo -ha sostenido Torres-, no ve "grandes obstáculos" a la operación. Y en cuanto al Gobierno, ha defendido que la unión de los dos bancos sería positiva para España porque la nueva entidad tendría capacidad de dar más créditos, generar más resultados y con ello pagar más impuestos, y crear un banco español que podría competir mejor en el mercado europeo.
Largo procedimiento
Tener en contra la opinión del Gobierno no es un factor que contribuya a engrasar la operación lanzada por el BBVA. En el comunicado que remitió a la CNMV el pasado 30 de abril, cuando el BBVA presentó al Sabadell una "propuesta indicativa" de adquisición, la entidad condicionó lo que entonces se planteaba como una operación amistosa al visto bueno del Gobierno. En aquel comunicado se decía que "la fusión quedaría sujeta a la obtención de las correspondientes autorizaciones o declaraciones de no oposición pertinentes de los supervisores competentes (en particular, la autorización de la persona titular del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa) y de las autoridades de Defensa de la Competencia con jurisdicción (en particular, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia)". Ya entonces, el grupo que preside Carlos Torres se mostraba convencido de "poder obtener las referidas autorizaciones y declaraciones de no oposición de forma satisfactoria y en tiempo y forma".
Ahora, en el comunicado remitido este jueves 9 de mayo a la CNMV, el BBVA no hace referencia alguna al Ministerio de Economía dentro del amplio listado de autoridades que sí deberían dar su visto bueno (o no oposición) a su oferta de compra no pactada del Sabadell.
La razón se debe a que la autorización del ministerio no tiene que ver con la OPA (fase inicial), sino con la operación de fusión por absorción que -según lo anunciado por BBVA- vendría después, tal como ha explicado el propio ministro Cuerpo: "Ahora mismo, los siguientes pasos no nos corresponden a nosotros. Nosotros tenemos la última palabra a la hora de tener que autorizar la operación de fusión por absorción por parte de BBVA a Sabadell y ahí es donde entraríamos por supuesto a hacer esta valoración".
En rueda de prensa posterior, Carlos Torres ha evitado anticipar qué pasaría si la OPA sobre el Sabadell sí sale adelante, pero el Gobierno veta la fusión. Ese sería un escenario muy complicado, pues el BBVA no podrían obtener las sinergias y ventajas financieras que justifican la fusión. En todo caso, Torres ha confiado en que al final el Gobierno valore positivamente la operación.
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