KleinScale comercializa en 20 países desde Almería sus innovaciones para gestionar el agua

“Trabajamos mucho por investigar e innovar para cambiar la forma de tratar el agua y que se aproveche hasta la última gota”. Desde sus laboratorios nos lo dice Lorena Welte, cofundadora y directora de innovación de la empresa KleinScale, radicada en Vera (Almería), que comercializa en 20 países sus productos y servicios personalizados para el mantenimiento preventivo y limpieza tanto de las desaladoras que potabilizan el agua de mar como de las instalaciones de tratamiento de aguas para el consumo humano o para los procesos industriales.

Con la escasez que hay de agua, cada vez trabajamos más en la reutilización del agua que está en malas condiciones

Su principal especialización es trabajar con el agua a escala molecular, y utilizan enzimas para aprovechar su capacidad de catalizar reacciones químicas. “No solo tratamos agua de mar o agua dulce para que funcionen bien las instalaciones. Con la escasez que hay de agua, cada vez trabajamos más en la reutilización del agua que está en malas condiciones”.

Para las necesidades de tratamientos mediante ósmosis inversa, nanofiltración, ultrafiltración y microfiltración, producen antincrustrantes, biocidas, anticorrosivos, biodispersantes, antiespumantes, limpiadores. Para instalaciones como circuitos de refrigeración, calderas, plantas de aguas residuales.

KleinScale es una pyme tecnológica fundada por Oscar Salmerón, que ejerce la dirección ejecutiva como CEO, y por Lorena Welte. Tiene nueve trabajadores, en 2023 alcanzó los 2 millones de euros en facturación, y en el ejercicio 2024 va camino de lograr entre 2,5 y 3 millones de ingresos. Él nos explica que “somos la única empresa de Andalucía, y de las tres únicas de España, que hacemos autopsia de las membranas de ósmosis inversa en las desaladoras. El nombre es feo, consiste en procedimientos para analizar a fondo cómo están funcionando”.

Somos la única empresa de Andalucía que hacemos autopsia de las membranas de ósmosis inversa en las desaladoras

Oscar y Lorena, nacidos en Madrid, con 45 y 43 años de edad, respectivamente, se conocieron cursando la carrera de Química en la Universidad Autónoma de la capital de España. Él comenzó su itinerario profesional en el sector del agua en empresas de refrigeración o prevención de la legionella. Al incorporarse después a la empresa británica Genesys Membrane, donde fue su responsable de calidad en España, se introdujo de lleno en el ámbito de los procesos de desalación. Por su parte, Lorena es una especialista en nanotecnología y desde el Instituto de Nanociencia, Nanotecnología y Materiales Moleculares (Inamol), en Toledo, dio un giro a su trayectoria trabajando para Cosentino como técnica de procesos.

Entorno propicio en Almería

Fue su primera experiencia en Almería, y en Vera han desarrollado KleinScale, fundada en 2016. “Estamos muy a gusto viviendo y trabajando en Almería, desde donde nos desplazamos muchas veces para atender necesidades en las desaladoras de la costa mediterránea”, subraya Oscar. “Almería es la zona más seca de Europa, y a la vez es la mayor productora de hortalizas y verduras para Europa. Es una zona de referencia mundial en aprovechamiento del agua, hemos aprendido mucho en relación con magníficos profesionales. Y fuimos seleccionados por Fundación Cajamar para participar en la primera edición de su programa de apoyo a la innovación en el uso del agua”, destaca Lorena.

Por su conocimiento de este sector, consideran que “ya existen tecnologías para recuperar y reutilizar las aguas casi al 100%. Pero ahora faltan las inversiones para materializar que eso se haga realidad. También en países como España hay que tomar esas decisiones, porque no existen las infraestructuras suficientes para recuperar el agua”.

Ya hay países donde usan para beber aguas que proceden de la recuperación y tratamiento de aguas de uso industrial

Valoran positivamente que en España haya normativas muy estrictas que indican cómo ha de ser la calidad del agua, ya sea para beber, para reutilizarla en riego de parques y jardines, etc. Consideran que las tecnologías de membranas de ósmosis inversa, y los tratamientos para mantener la calidad de su funcionamiento, son lo más más exhaustivos para depurar cualquier agente contaminante, ya sean sales, iones, sulfatos o virus. Y vislumbran que quizá llegue el día en que en España se abra el debate sobre algo que hoy en día no está permitido: “Ya hay países donde en algunas zonas usan para beber aguas que proceden de la recuperación y tratamiento de aguas de uso industrial”.

Una de sus principales actividades consiste en crear productos químicos y filtros para el mantenimiento de las desaladoras y su limpieza. Desde su laboratorio desarrolla tratamientos personalizados preventivos y correctores para alargar la vida de los procesos y de las instalaciones, cuyos equipos son caros. Lorena Welte hace ver que “quienes no relacionan la palabra química con la sostenibilidad ambiental ignoran que la química es parte esencial del medio ambiente. Nuestro reto es hacer productos químicos que consigan la mayor eficacia con la menor dosis posible”.

Complementar a las grandes empresas de ingeniería

En sus primeros años, para darse a conocer con su gama inicial de productos, KleinScale ha sabido ser complementaria a grandes compañías españolas que son punteras a nivel mundial en tecnologías de desalación de agua de mar. “En muchos países, las desaladoras son construidas o gestionadas por ingenierías españolas: Abengoa, Aqualia, Sacyr, Acciona, etcétera. Eso favorece a empresas como la nuestra, que aportamos soluciones para la gestión de procesos en esas plantas. Es interesante la combinación de su ingeniería con nuestra biología”, explica Óscar Salmerón.

Tenemos clientes desde los que manejan 200.000 metros cúbicos de agua al día hasta plantas industriales de pymes que utilizan 4 o 5 al día

Sus clientes son las ingenierías que dan servicio al tratamiento de aguas urbanas, o al de aguas industriales. “Para algunas fabricamos productos y se les pone su nombre, y somos su laboratorio para los análisis. Tenemos desde los que manejan 200.000 metros cúbicos de agua al día, que son grandes desaladoras, hasta plantas industriales de pymes que utilizan 4 o 5 metros cúbicos al día. Las instalaciones industriales que más agua consumen, de las que nosotros tenemos como clientes, son las de generación de energía: térmicas, nucleares, termosolar. Por ejemplo, una central termosolar puede necesitar 100 metros cúbicos de agua a la hora para refrigerar su proceso”.

La creciente necesidad de reutilizar aguas, a la par que la escasez de recursos hídricos por la sequía, se refleja en la creciente demanda de los servicios de análisis. “Ya ha llegado a 200 la cifra de muestras que recibimos como promedio al mes. Cada vez nos llegan más ejemplos de aguas muy complejas que las industrias han de seguir reaprovechando”, indica Lorena Welte.

En Argelia, Alemania, Namibia, Chile,...

Argelia es uno de sus principales mercados, subraya Oscar Salmerón. “Gracias a la empresa Jab Company, que distribuye nuestros productos en ese país, hemos podido conocer a empresas e instituciones argelinas, y ya estamos también dando servicio a estaciones municipales de tratamiento de aguas”.

En su crecimiento internacional, tienen hitos como dar servicio en Namibia a la mayor desaladora que hay en el sur de África; a clientes industriales en países centroeuropeos como Alemania, Suiza, Austria y Chequia; y actualmente están abriendo puertas para abrir mercado en Chile.

Oscar Salmerón destaca que “una de nuestras ventajas competitivas, que nos ha permitido entrar en muchos mercados internacionales, como Madagascar, es que ofrecemos productos que mejoran los indicadores de sostenibilidad ambiental y no son peligrosos ni en transporte, ni en almacenamiento, ni en manipulación. Nuestro objetivo no es vender más cantidad de producto, sino seguir mejorando su calidad para que sea pueda hacer más con menos, y hacer realidad el desarrollo sostenible en todas sus vertientes”.