OPA EN LA BANCA

La bolsa muestra sus dudas sobre la opa del BBVA al Sabadell

Desde que saltó la opa, los títulos de BBVA han caído un 8,5%, mientras que los del Sabadell han subido un 11,6% y la prima apenas supera ya el 6%

Oficinas del Banco Sabadell y el BBVA.

Oficinas del Banco Sabadell y el BBVA. / Agencias

Juan Carlos Lozano, Pablo Allendesalazar

 Apenas un mes después de que se filtrara que el BBVA preparaba una oferta de fusión al Sabadell, la bolsa ofrece un veredicto que puede cambiar, pero que ahora es claro: entre el cierre del 29 de abril (al día siguiente saltó la noticia de la oferta) y el del 30 de mayo, los títulos del Sabadell han subido un 11,65%, mientras que los del BBVA han bajado un 8,53%. El efecto de esta situación en la batalla entre ambas entidades es evidente. La prima del 30% que el BBVA anunció para los accionistas del Sabadell que acudieran a su opa hostil, y que estaba calculada sobre las cotizaciones del 29 de abril, es ahora del 6,3%. Es decir, que uno de los grandes argumentos de la entidad que preside Carlos Torres para convencer a los accionistas, flaquea. Y no solo para los accionistas minoritarios, que en el Sabadell controlan el 48% del capital. También para los grandes inversores. En el sector se señala que en este tipo de operaciones, los fondos suelen ser favorables a las fusiones por las economías de escala que generan y por las sinergias y el ahorro de costes que llevan asociadas, pero dudan si advierten un riesgo de ejecución alto (y en este caso el rechazo político y las previsibles condiciones que impondrá Competencia lo son) y sobre todo si la prima pierde atractivo, como empieza ya a ocurrir.

Las dudas de los inversores

Es habitual que las primas se reduzcan una vez anunciadas las opas, porque hay inversores que compran acciones de la empresa objeto de la oferta para aprovecharse de dicha prima. Sin embargo, cuando la prima no se reduce a cero, suele indicar que el mercado tiene dudas sobre que la operación vaya a salir adelante. También puede llegar a producirse una prima negativa, es decir, que el valor bursátil de los títulos de la entidad opada se sitúen por encima del precio ofrecido. Esos casos, cuando se mantienen en el tiempo, suelen indicar que los inversores ven más valor en la empresa en solitario que si es comprada.

Precisamente, el consejero delegado del Sabadell, César González Bueno, se mostró convencido hace unos días de que la opa no va a salir adelante por la evolución de la prima. “Creo que no va a ocurrir, es demasiado complicado. Tienen que decir que sí nuestros accionistas, que ya veremos: la prima ahora es muy pequeñita, debido a la caída de su valor y la subida del nuestro. El banco va muy bien, ha multiplicado por cinco su valor en tres años y medio. En este año, antes de que hubiera cualquier ruido, llevábamos un 60%”, afirmó en una entrevista en ‘Onda Cero’.

El BBVA, por su parte, confía en que su acción retome el vuelo y vuelva a hacer atractiva la prima. “Creemos que ofrecer acciones (una del BBVA por cada 4,83 del banco catalán) es lo más atractivo para los accionistas de Sabadell, dado que también confiamos en la evolución de nuestra acción en el futuro. Creemos que será cada vez más atractivo a medida que obtengamos resultados en los próximos trimestres. Y dada la orientación (de resultados) que hemos dado, que es mucho más sólida que la del consenso en este momento, creemos que hay recorrido al alza (para la cotización)”, aseguró Torres al presentar la opa a los analistas. 

El BBVA no contempla subir la OPA

Salvo marcha atrás inesperada, la intención del BBVA no pasa por subir el precio. Poco después de lanzar la oferta y antes de que el consejo del Sabadell la rechazase, Torres envió una carta a su homólogo del Sabadell, José Oliu, en la que le advertía de que no subiría más el precio (“ya hemos agotado todo el espacio que teníamos”, aseguraba) y reconocía además que “el mercado también ha dejado claro que no hay más posibilidad de subida”. La razón que esgrimía es que la caída de la cotización del BBVA (había perdido más de 6.000 millones de valor bursátil para entonces) “impide absolutamente que podamos pagar más prima de la que ya ofrecemos, porque si lo hiciéramos es previsible que de nuevo cayera nuestro valor, incluso en una cantidad superior al incremento en prima que hiciéramos”.

Está claro que el mercado no parece estar convencido de la operación, a la que, no obstante, le quedan meses para poder juzgar el desenlace: desde que ese 29 de abril saltó la noticia, el BBVA es el único banco entre los cotizados en el Ibex que baja. Mientras, el Santander, un competidor directo y cuya cotización también recoge no solo la situación del sector en España sino en otras áreas geográficas como Brasil o Estados Unidos, gana un 0,79%. Respecto a las entidades equiparables al Sabadell, es decir, las que basan su negocio en España, el rally es evidente. En ese periodo Bankinter sube un 10,39% y Unicaja un 9,32%, en línea con el alza (del 11,75%) de la entidad que preside Josep Oliu. Ello parece apuntar a que la subida del Sabadell no se debe solo a haber sido objeto de la opa. González Bueno, en este sentido, calificó de “misera, quizás un regalo de tres o cuatro puntos” el impacto de la oferta en la cotización de su banco. Caixabank, por su parte se revaloriza un 2,58%. Mientras que la capitalización del Sabadell ha subido 931 millones en ese periodo, los accionistas del BBVA han visto como se volatilizan 5.429 millones de su valor en bolsa.

El negocio, a todo tren

La evolución en bolsa, por tanto, es clave en la operación. Y en el Sabadell siempre han resaltado, también antes de recibir la oferta de compra por parte del BBVA, que la clave para su evolución en bolsa (ahora mismo son el valor del Ibex que más sube en lo que va de año, con un 77% de incremento, frente al aumento del 25% del BBVA) es que los resultados en el negocio son mejores de lo presupuestado. El banco, en 2023, batió su récord de beneficios con 1.332 millones, un 55% más, y en el primer trimestre de este año mantuvo el ritmo al incrementarlos un 50%. Además, aseguró que prevé mejorar sus resultados tanto en 2024 como en 2025, pese al inicio de las bajadas de los tipos de referencia. Ese día, la bolsa premió al Sabadell con una subida del 8,7% de las acciones. Ese tipo de anuncios de mejoras de resultados tardan entre tres y cuatro semanas en asentarse en la cotización, con lo que explican también la subida en bolsa, más allá del efecto de la opa. Y la entidad no tiene intención de bajar el ritmo. El equipo comercial está a pleno rendimiento, con el mismísimo consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, pasando todas las semanas por las territoriales para que no decaiga el ritmo.  

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