Empleo

La igualdad en los pueblos pasa por lo digital: "Había mujeres que no sabían ni encender un ordenador"

Casi 100.000 mujeres que residen en lugares rurales, en municipios andaluces de menos de 30.000 habitantes y en zonas vulnerables de ciudades más grandes de Andalucía, participan en cursos para aprender competencias digitales

Mujer trabajando en el campo. / SANTOS ALVAREZ

Clara Campos

El saber no ocupa lugar, sobre todo si la brecha social que separa unos territorios de otros profundiza en las desigualdades. Y si incluimos en la ecuación ser mujer, esta distancia se amplía aún más. Muchas de las que se encuentran en entornos rurales cuentan con grandes desconocimientos en lo que respecta a competencias digitales, unas habilidades muy necesarias no solo para encontrar empleo, sino también para desenvolverse con independencia en su entorno personal.

"Hay mujeres en mi pueblo que están aprendiendo a encender un ordenador con estos cursos, y no son solo las que son muy mayores; hay algunas de en torno a 40, 45 años que no sabían hacerlo". Ana Belén Oca, de Arcos de la Frontera (Cádiz), es una de las mujeres que se han beneficiado de los cursos gratuitos sobre competencias digitales que se vienen impartiendo desde Adecco Learning & Consulting para formar digitalmente a casi 50.000 mujeres que residan en lugares rurales, en municipios andaluces de menos de 30.000 habitantes y en zonas vulnerables de ciudades más grandes.

Acortar distancias de la España vaciada

Los programas que gestionan proceden de las administraciones nacional y andaluza. Por un lado, el que lleva a cabo la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía a través del programa Preparadas -que llegará a unas 59.002 mujeres hasta diciembre de 2025- y, por otro el impulsado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social a través del SEPE con su proyecto de alfabetización digital de mujeres rurales en el marco del Programa de Fomento del Empleo Agrario (Profea) para impulsar la empleabilidad en entornos rurales -del que se beneficiarán más de 38.000 mujeres-.

La idea es acortar las distancias de la España vaciada. "El objetivo es que consigan más autonomía y no tengan que depender de ningún familiar en su día a día en lo que respecta a habilidades digitales", destaca  Elena Sánchez Fuentes, directora de operaciones de Adecco Learning & Consulting. En el caso del programa impulsado por el Gobierno se centra en las mujeres que han trabajado en alguna ocasión en su vida en el sector agrario, mientras que en el de la Junta se dirige a mujeres desempleadas o contratadas a tiempo parcial con mejora de empleo.

En cuanto a la edad, Sánchez subraya no hay más población mayor, como podía suponerse de antemano. "Tenemos alumnas de entre 20 y 62 años, lo que da buena cuenta de que la horquilla es muy amplia", indica. Además, los horarios son amplios con el objetivo de que las mujeres puedan conciliar y no les resulte dificultoso incluir estos cursos en su día a día.

Otro de los fines de este programa es la empleabilidad. "Al principio muchas eran reacias a participar en los programas, pero una vez en ellos, se alegran y además se presentan oportunidades incluso de emprender juntas", añade.

12 millones de euros

En total, entre una iniciativa y otra -ambas financiadas por fondos europeos a través de los Next Generation- se benefician alrededor de 50.000 alumnas y los cursos cuenta con un montante de unos 12 millones de euros. "Hay más brecha digital de lo que la gente piensa y eso dificulta la entrada al mercado de trabajo y también que muchas mujeres en entorno rurales puedan desenvolverse por sí mismas", destaca Ana Belén Oca, que asegura que ella tiene desde hace años interés por lo digital "porque da mucha independencia". Por ello, esta mujer de 45 años, Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, afirma que, al principio de la era internet, "ya contaba con un pen para conectarme porque al campo no llegaba".

Ana Belén Oca, vecina de Arcos de la Frontera (Cádiz). / El Correo

Muchas de ellas son trabajadoras, entre otras cosas, del campo y también en casa, lo que no les ha permitido ponerse al día en los entornos digitales. El caso de María Auxiliadora Olmo, de Sierra de Yeguas (Málaga). "Aunque tenía conocimiento sobre lo digital, he aprendido muchas cosas para las que antes le tenía que pedir ayuda a mi hijo". Usar el certificado digital, pedir citas, consultar resultados médicos o la vida laboral son solo algunas de las cuestiones que ha aprendido esta mujer de 59 años.

"Aunque tenía conocimiento sobre lo digital, he aprendido muchas cosas para las que antes le tenía que pedir ayuda a mi hijo"

María Auxiliadora Olmo

— Vecina de Sierra de Yeguas (Málaga)

Espera que estos cursos le abran una puerta al empleo -ella ha trabajado en el campo y como costurera en una cooperativa y ha aprendido a hacer currículum vítae- "pero veremos a ver, porque con la edad que tengo es difícil que me llamen", se lamenta esta mujer que también ha trabajo -"y mucho"- en su casa.

María Auxiliadora Olmo, vecina de Sierra de Yeguas (Málaga). / El Correo

Formación continua

Nieves Ortega, de Castilleja de Guzmán, está plenamente integrada en el mundo laboral. Trabaja como profesora de idiomas en el Centro Norteamericano de Sevilla y como traductora de inglés e italiano en los juzgados de Sevilla y para Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil. Su interés en este sentido está vinculado a la formación continua. "Durante la pandemia desarrollé muchas habilidades digitales porque tuve que adecuarme y dar las clases on line, como le pasó a tanta gente".

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Nieves Ortega, vecina de Castilleja de Guzmán (Sevilla). / El Correo

Si bien entre los cursos que está recibiendo hay algunos que abordan cuestiones que ya conoce, otros le abren la puerta a nuevas inquietudes, como la ciberseguridad o el diseño de páginas web. "No solo me formo en competencias digitales, sino también en otras áreas; estoy haciendo también ahora un curso de administración", subraya.

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