Empresas andaluzas

De Japón a China, fondos asiáticos para reanimar Santana

Linares sueña con el renacer de su pasado automovilístico, después de los acuerdos alcanzados por la Junta en la reciente misión comercial al gigante chino

Autoridades visitan las instalaciones del Parque Empresarial Santana junto a ejecutivos de Desay SV

Autoridades visitan las instalaciones del Parque Empresarial Santana junto a ejecutivos de Desay SV / Ayuntamiento de Linares

La reciente misión comercial de la Junta de Andalucía a China ha levantado grandes esperanzas en Linares, una de las ciudades de la comunidad autónoma más golpeadas por el desempleo y la desindustrialización.

El presidente Juanma Moreno ha mantenido reuniones con compañías del gigante asiático dispuestas a invertir en el Parque Empresarial Santana, recinto que albergó una de las pocas factorías andaluzas productoras coches.

Ya existe un acuerdo marco con la multinacional Desay, que fabricará pantallas y displays para automóviles para abastecer al mercado europeo, y están avanzadas las negociaciones para la implantación en la ciudad jiennense de otras dos automovilísticas chinas, Coronet y Hengrui Corporation (HRC). El objetivo no es otro que consolidar la resurrección industrial de Santana, que también está pendiente del sector de las renovables, las tecnológicas y hasta del Ministerio de Defensa, a través de Sicnova, con la que tiene suscrito un convenio de 82 millones para digitalizar e imprimir en 3D repuestos militares.

Todo ello sumado representa un soplo de aire fresco para Linares que, de materializarse cada una de las conversaciones en marcha, abriría un horizonte prometedor, alejando los nubarrones negros que la llevaron hasta hace muy poco a liderar las listas del paro del país.

Primer intento

Las autoridades ya realizaron una primera aproximación a China en 2018. En aquella ocasión, la misión fue mucho más modesta. La encabezó el entonces alcalde socialista, Juan Fernández, que estuvo acompañado del CEO de Sicnova, Ángel Llavero, y el gerente de la Cámara de Comercio, hoy primer teniente de alcalde, Raúl Caro-Accino.

Juan Fernández, Ángel Llavero y Raúl Caro-Accino durante su viaje a China en 2018

Juan Fernández, Ángel Llavero y Raúl Caro-Accino durante su viaje a China en 2018 / El Correo

En aquellas tierras del lejano Oriente presentaron las posibilidades de inversión en el municipio. Sicnova y el Centro Tecnológico Metalmecánico y del Transporte (Cetemet) fueron la punta de lanza en esa visita, que, por desgracia para los linarenses, no se tradujo en capital.

Los japoneses de Suzuki

China aún no había despertado, con su vecino Japón era la tercera potencia económica del mundo. La primera vez que se vieron ojos rasgados por Linares fue en 1982. Eran ejecutivos de Suzuki, a los les interesaba la fábrica de donde salía el legendario Land Rover para ensamblar sus vehículos e introducirse en el mercado europeo del todoterreno.

Visitaron la factoría, atentos a todos los detalles, y, tras varias reuniones y viajes, el acuerdo contractual llegaría en 1985, con la adquisición del 33% del accionariado de la compañía. La marca japonesa se presentaba así en el viejo continente, obteniendo, además, uno de los grandes valores que hasta entonces poseía Santana: su red comercial. Seis años más tarde, Suzuki aumentó su participación hasta el 49,2%.

La primera vez que se vieron ojos rasgados por Linares fue en 1982. Eran ejecutivos de Suzuki, a los les interesaba la fábrica de donde salía el legendario Land Rover

La relación entre la multinacional nipona y Linares no fue un camino de rosas precisamente. En 1994, amenazaron seriamente con suspender pagos en su filial Santana Motor y con el consiguiente cierre de la planta, lo que provocaría un desempleo superior a los 10.000 trabajadores, teniendo en cuenta a las empresas auxiliares.

El anuncio supuso un tsunami en la localidad y su comarca, cuya economía dependía casi en exclusiva del dinero que generaba Santana, una vez que la minería había pasado a la historia. La movilización social y la implicación de la Junta de Andalucía evitó, en un primer momento, la catástrofe.

En 1995, el gobierno de Manuel Chaves acordó con la multinacional japonesa la ampliación del mercado de venta de los modelos Samurai y Vitara, que se fabricarían en Santana hasta 2004 y 2007 respectivamente.

El presidente andaluz, Manuel Chaves, saluda a un empleado de la factoría de Santana Motor en Linares en una visita realizada en 1999

El presidente andaluz, Manuel Chaves, saluda a un empleado de la factoría de Santana Motor en Linares en una visita realizada en 1999 / EFE

Además, el acuerdo sirvió también para analizar el desarrollo del convenio suscrito entre ambas partes tras el anuncio de Suzuki de abandonar la mayoría de las acciones, aunque con el compromiso de continuar como socio técnico durante cinco años y la cesión de las licencias de los modelos mencionados y fabricados durante ese quinquenio.

Cuatro años hicieron falta para que la situación comenzara a estabilizarse. En 1998 entró en vigor el Plan de Viabilidad y, un año después, las cuentas de Suzuki rozaron los beneficios con la fabricación de más de treinta y seis mil vehículos.

Con la llegada del nuevo siglo, la Junta de Andalucía estudió una nueva hoja de ruta para que Santana se independizara y privatizara a medio plazo. Con el apoyo de Suzuki para continuar como socio técnico, se crearon tres sociedades que fueron el comienzo del proceso de privatización de la factoría: Santana Motor, Santana Motor Andalucía y Componentes y Desarrollos de Andalucía.

Sin embargo, todo se fue al traste y en 2009 salió de su cadena de montaje el último Suzuki, modelo Jimny, después de dos décadas de alianza con la marca japonesa. Era el principio del fin de la factoría linarense, en manos de la Junta de Andalucía desde 1994, tras la suspensión de pagos, precisamente, de Suzuki.

Lo que entonces parecía una aventura empresarial transitoria, se convirtió con el paso de los años en uno de los principales dolores de cabeza para el Ejecutivo andaluz (PSOE), incapaz primero de sanear la compañía e impotente después para privatizarla. El balance de este periodo de tutela pública en la única fábrica de vehículos de capital andaluz no pudo ser más desalentador: 287 millones de pérdidas.

Reunión de la delegación andaluza con la empresa Desay en Shanghái

Reunión de la delegación andaluza con la empresa Desay en Shanghái / JUNTA DE ANDALUCÍA

China no es Japón

Juan Navarro pasó toda su vida laboral en Santana Motor, donde ocupó distintos cargos de responsabilidad, como jefe de montaje de los Iveco Massif y del Aníbal. Cree que los anuncios hechos por Juanma Moreno son "positivos" y se muestra "optimista" con vistas al futuro.

"Los japoneses solo querían entrar en Europa y eligieron Santana porque era la mejor posicionada para ensamblar los vehículos. Pero su interés nunca fue serio. En cambio, China ya está presente en Europa y su economía, en estos momentos, es la más fuerte del mundo", señala.

Los japoneses solo querían entrar en Europa y eligieron Santana porque era la mejor posicionada para ensamblar los vehículos. Pero su interés nunca fue serio

Juan Navarro

— Jefe de Montaje

Ilusión en la población y las autoridades locales

La alcaldesa, Auxi del Olmo (PP), es más precavida, aunque no oculta su "ilusión" por ver el renacer de la antigua Santana, en la que su equipo trabaja desde hace tiempo para derribar las antiguas naves y liberar suelo para facilitar la llegada de las empresas chinas.

"Estoy feliz y agradecida porque traerán empleo, innovación y futuro a Linares", sostiene, al tiempo que destaca la labor desarrollada por el presidente de la Junta, cuyo "respaldo y apoyo" es clave para la reactivación económica del segundo municipio más poblado de la provincia.

Futuro

En el antiguo parque industrial de Santana hay ya presencia de dos compañías con intereses en el mundo de la automoción. Una es Santana Motors (no confundir con la histórica y extinta Santana Motor), que llegó recientemente a la fase final del concurso de Defensa para sustituir los antiguos Aníbal fabricados precisamente en Linares.

La otra es JPG, que trabaja en la ingeniería de automoción, recambios y mantenimiento evolutivo, y que participa como socio en varios contratos de Defensa, y en la marca Ebro.

En Defensa precisamente hay muchas expectativas por el empuje de Meltio, empresa de fabricación de impresoras de metal 3D que a través de su comercializadora Sicnova. En el parque industrial de Santana, estará uno de los centros previstos en esta colaboración con el Ministerio. Meltio, empresa local 100%, tiene ya una de sus impresoras en un barco de guerra estadounidense y acuerdos con las fuerzas navales francesas.

Encuentro de la Junta de Andalucía con directivos de HRC, que estudia implantarse en Linares para abrir un centro de producción de I+D

Encuentro de la Junta de Andalucía con directivos de HRC, que estudia implantarse en Linares para abrir un centro de producción de I+D / JUNTA DE ANDALUCÍA

Otros sectores

En el Parque de Santana llevan ya tiempo implantadas empresas de aerogeneradores como Aemsa, el Cetemet, la tecnológica Evolutio, un centro especial de empleo enfocado a servicios industriales de Ilunion, Grupo TMT y otras firmas pequeñas y medianas.

Firmas como Gestamp (componentes de automoción), Alucoat (aluminio), Sonae Arauco (madera) o la empresa de biocombustibles Libitec siguen creciendo en una ciudad que ha recobrado la esperanza de salir del oscuro túnel en el que entró tras el cierre de Santana.