El Gobierno nombra a Soledad Núñez subgobernadora del Banco de España

Por primera vez en 45 años de democracia, los dos principales cargos del Banco de España serán ocupados por personas muy ligadas al PSOE. Tras imponer la semana pasada al ministro José Luis Escrivá como gobernador, el Gobierno ha nombrado este martes como subgobernadora a Soledad Núñez (Badajoz, 1957). La sustituta de Margarita Delgado, cuyo mandato vencía este mismo martes, fue directora en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno (2004-2005) y directora general del Tesoro (2005-2011) en los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Desde 2018 era consejera y miembro del comité ejecutivo del banco central a propuesta de los socialistas.

La tradición desde 1994 era alcanzar un consenso por el cual el Ejecutivo elegía a un gobernador asumible para el principal partido de la oposición y este actuaba de forma recíproca con el subgobernador. Pero dicha tradición ha saltado por los aires debido a la decisión del Gobierno de elegir uno de sus ministros como número uno de la institución, a lo que el PP se opuso de pleno por interpretarlo como una "colonización de las instituciones". En la misma línea, su secretaria general, Cuca Gamarra, ha considerado la elección de Núñez como "una nueva invasión de las instituciones".

El mandato de Escrivá y Núñez es de seis años no prorrogables, con lo que ambos estarán al frente del Banco de España hasta septiembre de 2030. El nombramiento de la subgobernadora ha dejado un puesto vacante en el consejo de la institución, que el Gobierno ha cubierto con Lucía Rodríguez Muñoz, hasta ahora subdirectora general de endeudamiento público en la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y antes asesora de la exvicepresidenta económica del Gobierno Nadia Calviño. La muy relevante comisión ejecutiva del organismo pasa a estar formada por tres figuras afines al Ejecutivo (Escrivá, Núñez y Rodríguez) y una al PP (Fernando Fernández), cuando en los seis años anteriores había un equilibrio.

El Consejo de Ministros también ha nombrado a Jordi Pons Novell, catedrático de economía de la Universitat de Barcelona, como miembro del consejo de gobierno del Banco de España. Como adelantó EL PERIÓDICO, el presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, y el todavía entonces president del Govern, Pere Aragonès, lo acordaron en la reunión que mantuvieron a finales de julio en el Palau de la Generalitat. Su elección permite cubrir la tradicionalmente conocida como 'cuota catalana' en la institución, vacante desde que acabó el mandato de Nuria Mas en marzo del año pasado. Con los últimos nombramientos, el peso de los miembros cercanos al PSOE en el consejo de gobierno también aumenta respecto al mandato del anterior gobernador, Pablo Hernández de Cos.

Primeros cambios

La primera decisión de Escrivá, que este miércoles y jueves participará en su primer consejo de gobierno del Banco Central Europeo, ha sido la creación de una nueva Dirección General de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia, que asume las funciones del gabinete del gobernador y de la dirección de comunicación. Estará encabezada por la jurista Paloma Marín, empleada del Banco de España desde 2005 y que desde 2018 ocupaba el puesto de directora de relaciones internacionales y europeas, uno de los seis departamentos de la Dirección General de Economía (antiguo servicio de estudios). La directora general adjunta será la periodista Inés Calderón, que ha acompañado en los últimos años a Escrivá como responsable de comunicación en los Ministerios de Seguridad Social y Transformación Digital.

La nota en la que el Banco de España ha confirmado la noticia, adelantada por 'El Confidencial', es una primera muestra de los planes que Escrivá tiene para la institución. La nueva dirección general centraliza la funciones de relaciones institucionales y comunicación, argumenta, para "dotarlas de un componente más estratégico, reforzar la coordinación y eficiencia e incrementar la transparencia global" de la institución.

"La transparencia y la comunicación son fundamentales en una institución pública para garantizar la confianza de los sectores más interesados y de la sociedad en general en la ejecución de sus funciones. Para conseguir esa mayor transparencia, el Banco de España dará a conocer sus objetivos, rendirá cuentas de sus actuaciones y pondrá a disposición de la sociedad la información pública y los análisis que genera en el cumplimiento de sus funciones", ha añadido.

Tercer intento

Soledad Núñez, por otro lado, accede por fin a uno de los dos principales cargos del Banco de España al tercer intento. En 2006, su entonces jefe en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Miguel Sebastián, intentó colocarla como gobernadora, pero Pedro Solbes, vicepresidente económico con quien mantenía roces, se le adelantó al anunciar públicamente el nombramiento de su secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En 2012, de nuevo, el PSOE la propuso como subgobernadora, pero el entonces ministro de Economía del PP, Luis de Guindos, la vetó por su pasado como alto cargo en época de Rodríguez Zapatero, de manera que los socialistas acabaron eligiendo a Fernando Restoy.

La nueva subgobernadora es licenciada y doctora en ciencias económicas por la Universidad Complutense de Madrid (1980) y doctora en economía por la Universidad de Minnesota (1986). En dicho centro estadounidense trabó amistad con otros economistas que con el tiempo ocuparían puestos de relevancia en administraciones socialistas, como el propio Sebastián o Javier Vallés (su marido, que fue director de la Oficina Económica de Moncloa con Rodríguez Zapatero cuando Núñez ya estaba en el Tesoro).

Antes de incorporarse a La Moncloa, la nueva subgobernadora trabajó como economista la Dirección General de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pagos (1987-1993) y el servicio de estudios (1993-2004) del Banco de España, institución de la que su padre ya fue directivo y en la que también ha trabajado su hermana. Tras dejar el Gobierno, fue profesora en el Instituto de Empresa (2012-2015) y consejera independiente y presidenta del comité de riesgos del Banco de Madrid (2014-2015) hasta la intervención de la entidad por las acusaciones de blanqueo de capitales formuladas contra su matriz, la Banca Privada d'Andorra (BPA). Entonces volvió al Banco de España, primero como asesora senior en la Dirección General de Estabilidad Financiera (2025-2018) y después como consejera elegida por el PSOE.

Pese a su larga experiencia en el banco central, su curriculum ha servido al PP para atacar su nombramiento: "El Gobierno ha primado la afinidad socialista a los méritos profesionales, habida cuenta de que la nueva subgobernadora, además de gurú económica de Zapatero, fue consejera de Banco Madrid hasta su quiebra en 2015. Dos quiebras económicas distintas en un mismo currículum. Ser gurú económica de Zapatero debería ser motivo de inhabilitación, no de ascenso. La asesora que debutó en política con el gobierno de los 'brotes verdes' antes de una crisis sin precedentes en nuestro país pasa a ser aupada por el Gobierno de la 'economía va como un cohete'".