EL FUTURO DE LA UE

La 'revolución Draghi', sector a sector: del tope de impuestos a la luz y el gas a pedir fusiones de telecos

El informe de Mario Draghi, expresidente del BCE, con medidas para impulsar la reindustrialización y la competitividad de la UE es una llamada de atención crucial para la supervivencia económica del continente y poder competir con EEUU y China

Éstas son las claves de sus propuestas para sectores económicos estratégicos, de la energía a las telecos y las tecnologías digitales, pasando por defensa, automóvil o el imprescindible suministro de materias primas críticas para todos ellos

El expresidente del BCE Mario Draghi y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en la presentación del informe de propuestas para la competitividad de la UE. n der Leyen, / EFE

David Page

La Unión Europea necesita un plan de acción para volver a ser una potencia industrial y para acabar con la permanente pérdida de competitividad frente a EEUU y China. Un plan de acción para enfrentarse con garantías a un "desafío existencial” y bajo la amenaza de “perder su razón de ser” si no lo consigue. Industrializar para sobrevivir y para tener futuro. Es la conclusión y el reclamo que hace Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y ex primer ministro italiano, en el extenso informe encargado por la Comisión Europea con propuestas concretas para mejorar la competitividad de la UE.

El documento reclama la ejecución de inversiones masivas -financiadas con deuda pública común a todos los estados miembros-, elevando en la cifra astronómica de 800.000 millones al año las inversiones del continente en materias clave como la transición ecológica, la transformación digital y la reindustrialización en general. Éstas son las claves de sus propuestas para sectores económicos estratégicos, de la energía a las telecos y las tecnologías digitales, pasando por la defensa, la automoción, la farmacia o la imprescindible garantía suministro de materias primas críticas para todos estas industrias.

  • ENERGÍA: tope común de impuestos, renovables y nuevas nucleares pequeñas

El ‘informe Draghi’ sitúa la energía como un elemento clave para impulsar la reindustrialización de la UE y para romper su pérdida de competitividad, debido a los elevados precios energéticos (los europeos y sus empresas industriales soportan precios de la electricidad entre dos o tres veces más caros que en EEUU y China, y unos precios del gas cinco veces más altos que en EEUU), a su volatilidad y a la incertidumbre sobre su evolución, y también como consecuencia de la heterogeneidad regulatoria y fiscal en este campo entre estados miembros.

La propuesta del expresidente del BCE contempla como pilar fundamental bajar e igualar los impuestos que soporta la energía en los diferentes países de la UE, estableciendo un tope máximo común a los recargos en la luz y el gas (incluyendo impuestos, gravámenes y cargos por las redes), ya sea tomando las medidas por unanimidad o mediante acuerdos de cooperación sólo entre algunos países. No obstante, se insiste en la necesidad de armonizar las medidas entre estados miembros y limitar las intervenciones sólo nacionales en los mercados energéticos. Asimismo, se apuesta por conceder créditos fiscales a la industria vinculados al uso de soluciones energéticas limpias, al tiempo que se incentiva el desarrollo de una industria europea de desarrollo de las tecnologías limpias.

Entre las propuestas específicas para el sector eléctrico, el informe reclama simplificar los permisos y autorizaciones para desplegar más renovables y más redes; separar la remuneración que reciben las renovables y las nucleares de la que perciben las centrales de gas para evitar que se contagien ambos precios; impulsar los contratos eléctricos de suministro a largo plazo entre las empresas industriales para evitar la volatilidad; incentivar el autoconsumo en los sectores industriales de alta demanda eléctrica; y también se apuesta por la energía nuclear, manteniendo las centrales ya operativas si resulta rentable en función de las inversiones que sean necesarias e impulsar las ‘nuevas tecnologías nucleares’ (como la construcción de pequeños reactores modulares) a medio plazo con apoyo financiero público

Entre las medidas respecto al gas natural, se propone el establecimiento de acuerdos diversificados y a largo plazo de suministro de gas para romper la antigua y excesiva dependencia de Rusia; desarrollar infraestructuras estratégicas para facilitar la importación de gas y mejorar la coordinación del almacenamiento entre los estados miembros; reformas legales para limitar los movimientos especulativos con los precios del gas; reforzar los mecanismos de formación de precios en los mercados para evitar la volatilidad y apoyar el desarrollo de contratos a largo plazo para la industria; y también descarbonizar el sector apostando por los gases renovables y el hidrógeno verde.

  • DIGITALIZACIÓN: más fusiones para competir

La competitividad de la economía europea dependerá cada vez más de la digitalización de todos sus sectores y del desarrollo de capacidades en tecnologías avanzadas, al tiempo que se contribuye con ello a la descarbonización y a la autonomía estratégica de la UE. Pero de momento el modelo industrial europeo en este campo se basa en la importación de esas tecnologías avanzadas, con una excesiva dependencia de terceros, tanto EEUU como China y otras potencias asiáticas.

El informe alerta de que las tecnológicas y telecos europeas no tienen el tamaño suficiente para impulsar su propia tecnología e invertir lo suficiente para hacer frente a sus rivales norteamericanos y asiáticos, y poder competir así en el despliegue máximo de redes de banda ancha de alta velocidad y 5G, en materia de computación e inteligencia artificial y tampoco en la fabricación de microchips.

En este sentido, Draghi respalda muy explícitamente fomentar las fusiones entre compañías de telecomunicaciones -casi un anatema para Bruselas en las últimas décadas- relajando el corsé actual de la normativa de competencia, con el objetivo de reducir la debilidad del fragmentado sector de las telecos en Europa (con 34 operadoras con red y 351 operadores virtuales, frente las tres telecos con red y 70 virtuales de EEUU o las cuatro compañías con red y 16 virtuales de China). Asimismo, se reclama armonizar las licencias de espectro radioeléctrico en toda la UE e impulsar subastas de concesiones de uso a nivel continental y de mayor duración; simplificar e igualar entre los estados miembros la regulación de ciberseguridad; lanzar el ‘pasaporte’ de los servicios entre empresas para que las compañías puedan operar en toda la UE; e impulsar los fabricantes de equipos y software europeos para impulsar la autonomía continental.

En paralelo, también se apuesta por aumentar de manera armonizada la capacidad computacional dedicada al entrenamiento de la IA y crear un marco en toda la UE para impulsar startups innovadoras en este campo; incentivar que empresas europeas participen en el desarrollo e implementación en la industria de aplicaciones de la IA que sean prioritarias para la UE; definir una política única comunitaria y requisitos de residencia para los servicios en la nube de las administraciones públicas; así como políticas comunes de seguridad de datos confidenciales en la UE. Asimismo, en materia de semiconductores, el ‘informe Draghi’ apuesta por que la Unión establezca un presupuesto específico para el desarrollo de chips, con el que financiar el impulso de una industria propia con ayudas a la I+D y a la implantación de capacidad de producción autóctona.

  • AUTOMÓVIL: neutralidad tecnológica en materia ambiental

“El sector del automóvil es un ejemplo clave de la falta de planificación de la UE, que aplica una política climática sin una política industrial”, denuncia abiertamente el informe, que cuestiona el establecimiento de ambiciosos objetivos de descarbonización (que se respaldan en el documento) pero sin acompañarlos con una estrategia de transformación de la cadena de suministro de la industria del motor.

El documento aplaude el objetivo de cero emisiones de gases de tubos de escape para 2035, que supone la futura prohibición de matricular vehículos con motores de combustión para sustituirlos por otras tecnologías (singularmente los coches eléctricos), pero critica que Bruselas no lo haya simultaneado con una gran estrategia para impulsar la fabricación de baterías y de puntos de recarga, como sí ha hecho China.

El equipo comandado por Mario Draghi, también ex primer ministro italiano, reclama un plan de acción industrial específico para que la UE siga siendo líder en la industria automovilística mundial, mantenga el empleo y evite la deslocalización de fábricas hacia otros mercados. Una estrategia integral que aborde cómo competir con China y EEUU, que apoyan fuertemente a sus industrias de motor, y que unifique objetivos sobre los costes de la industria (energéticos y de materias primas), la innovación, el suministro de componentes, la digitalización y robotización o el reciclaje.

En este sentido, el informe reclama conseguir políticas coherentes en materia ambiental y en la cadena industrial. La Unión Europea tiene previsto hacer una revisión de su paquete de políticas ambientales Fit-for-55 y Draghi subraya la necesidad que esa revisión se realice con un “enfoque tecnológicamente neutro” en materia de normativa sobre emisiones de CO2 de la flota de automóviles (en referencia al fin de las matriculaciones de los nuevos coches de gasolina y diésel en 2035). “Un aumento de la penetración en el mercado de los combustibles de bajas emisiones podría compensar una adopción más lenta de lo previsto de los vehículos eléctricos de batería”, se apunta, y al tiempo que se pide impulsar el desarrollo de la aún exigua red de puntos de recarga eléctrica.

  • DEFENSA: crear una verdadera industria militar europea

El nuevo escenario mundial de tensiones geopolíticas crecientes y de graves focos bélicos a las puertas de Europa han confirmado el carácter estratégico de la industria de defensa y anticipan un negocio creciente en el que todas las potencias van a reforzarse. “El sector de defensa de la UE es fundamental para garantizar la autonomía estratégica de Europa frente a las crecientes amenazas de seguridad exterior, así como para impulsar la innovación con repercusiones en toda la economía”, se indica.

“La UE no está siguiendo el ritmo de sus competidores globales” en el esfuerzo presupuestario para posicionarse en este campo, y no perder comba en los nuevos segmentos industriales va a exigir “inversiones masivas y nuevas capacidades tecnológicas” para poder reducir la dependencia de terceros países, especialmente Estados Unidos (cerca del 80% del presupuesto europeo se destina a compras a empresas de estados no comunitarios, y más del 60% va a importaciones desde la potencia norteamericana).

En este sentido, la propuesta hecha pública esta semana apunta a la necesidad de aplicar rápidamente dos herramientas en ciernes, la reciente estrategia industrial europea de defensa y el programa de la industria europea de defensa. Y para ello será imprescindible desarrollar una política industrial de defensa de la UE que haga posible la cooperación y la integración de las pymes en las cadenas de suministro, proporcionar la financiación comunitaria necesaria para el desarrollo de capacidades industriales, mejorar el acceso a la financiación para la industria de defensa europea (“incluso eliminando las restricciones a acceso a los instrumentos financieros financiados por la UE”), implantar mecanismos de incentivos para impulsar las soluciones industriales europeas frente a las de terceros países, y también agregar la demanda de material de defensa entre grupos de estados miembros y promover la armonización de los equipos de defensa entre países europeos.

Del mismo modo, el sector espacial está a la vanguardia en la innovación tecnológica y siempre ha sido impulsor de tecnologías disruptivas aplicables en sectores como el transporte, las comunicaciones, el medio ambiente, la energía, la seguridad y la defensa e incluso también los mercados financieros. La industria espacial europea arrastra un problema de infrafinanciación en relación a otras potencias globales, con menos presupuesto público, problemas de acceso a la financiación privada, inversión insuficiente en I+D y falta de coordinación entre todos los estados miembros. Ante este escenario, el informe sugiere una reforma de la gobernanza espacial europea para recudir su complejidad, fragmentación y superposición; armar un marco legislativo común en la UE, establecer un fondo espacial de la UE con financiación suficiente; dar preferencia a las soluciones europeas para el sector espacial para apoyar el crecimiento de sus empresas; definir conjuntamente las prioridades estratégicas para la investigación y la innovación para mejorar la coordinación y la financiación.

  • MATERIAS PRIMAS CRÍTICAS: más minería, más reciclaje

Determinadas materias primas son imprescindibles para desarrollar los equipos y las infraestructuras para la transición ecológica con energías verdes (como litio, cobalto o níquel de las baterías), para la transformación digital (como el galio de los microchips) o para material de defensa (como titanio o tungsteno). La demanda de determinados minerales se ha disparado y se prevé que siga catapultándose en el futuro a un ritmo mayor. Y Europa está lejos de tener garantizado su suministro por su enorme dependencia de las importaciones de todas estas materias críticas. Las cadenas globales comerciales están dominadas especialmente por China, y Estados Unidos ha movilizado reformas legales para reforzarse en este campo. La UE va con mucho retraso.

La UE ha aprobado recientemente la Ley de Materias Primas Críticas, y el informe considera que va en el buen sentido, pero quedan muchos esfuerzos por hacer y hay que garantizar su aplicación rápida y eficaz. Las oportunidades de Europa en este área pasan por aprovechar el potencial de producción autóctona de minerales críticos, el potencial del reciclaje de estas materias y por explotar la excelencia en proyectos comunitarios en toda la cadena de valor de la minería y el procesamiento. El informe del ex primer ministro italiano pide impulsar de manera ágil la diversificación de proveedores con nuevas alianzas estratégicas internacionales que reduzcan excesivas dependencias de suministradores, así como simplificar los procedimientos de concesión de permisos de extracción, especialmente acortando los plazos para las autorizaciones mineras.

  • TRANSPORTE: planificación común y más presupuesto

Tener servicios y redes de transporte realmente operativos -de personas y de mercancías- y también un sector de transporte próspero resulta imprescindible para garantizar la competitividad de toda la economía de la UE y, además, ahora se trata de un sector prioritario para avanzar hacia una economía con cero emisiones netas. Con una demanda que se espera que siga siendo aceleradamente creciente, Europa va a necesitar “inversiones estratégicas masivas” para completar las redes que faltan y modernizar las infraestructuras existentes, y también para impulsar la descarbonización del sector y la automatización digital.

Por ello, el informe reclama mejorar la planificación común de infraestructuras -impulsando la competitividad, la cohesión continental y también la combinación multimodal-, al tiempo que se moviliza la financiación pública y privada necesaria, tanto aumentando los presupuestos de la UE y los estados miembros para elevar la conectividad como introduciendo medidas para incentivar la financiación privada.

  • FARMACIA: compartir información, compartir ensayos

La Unión Europea es el tradicional líder global del enorme negocio del farmacéutico, de relevancia económica crucial y también importancia geoestratégica (como quedó acreditado durante la pandemia). Pero el sector farmacéutico está experimentando cambios de calado que está provocando que la industria europea esté perdiendo competitividad y cuota de mercado frente a otras regiones, especialmente EEUU, por la menor inversión pública y privada comunitaria en I+D, con políticas fragmentadas entre estados miembros y con menos apoyos fiscales a sus empresas, así como un marco regulatorio de medicamentos más lento y complejo, según el análisis recogido en el documento encargado por la Comisión Europea.

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Entre las propuestas del informe para que la UE mantenga y amplíe su capacidad de I+D y no pierda el paso frente a otras potencias figura maximizar el impacto del espacio de datos sanitario de la UE (facilitando el acceso y el intercambio de registros sanitarios electrónicos y ampliando las capacidades de secuenciación del genoma); agilizar la organización de ensayos en varios países de la UE; coordinar la acción de las agencias de medicamentos para agilizar el acceso a los mercados; acelerar la aplicación del reglamento de evaluación de técnicas sanitarias para que esta tarea se realice conjuntamente; al tiempo que se mejoran las dotaciones de los presupuestos públicos y se incentiva la inversión privada.  

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