Auge del proteccionismo

EEUU decide aplicar aranceles especiales contra Temu, Shein y los coches eléctricos

Como ya se abordó en Europa, la Administración estadounidense quiere gravar los envíos de productos de bajo precio que llegan desde China

Letrero de Shein durante su inauguración, en el ABC Serrano, a 26 de abril de 2024, en Madrid (España).

Letrero de Shein durante su inauguración, en el ABC Serrano, a 26 de abril de 2024, en Madrid (España). / Alejandro Martínez Vélez - Europa Press

Eduardo López Alonso

EEUU ha decidido elevar los aranceles y la presión fiscal de todo aquello que llega de China. La Administración Biden anunció este viernes que tomará medidas para frenar la avalancha de productos que llegan por vía postal a EEUU libres de impuestos. Hasta ahora, cualquier envío a particulares por menos de 800 dólares pasaba las fronteras de puntillas y casi sin supervisión. Firmas chinas como Shein y Temu están en el objetivo. En paralelo, se ha presentado una lista de nuevos aranceles a la importación de productos chinos de sectores "estratégicos" como semiconductores e, incluso, autos eléctricos, que serán gravados al 100%. Los nuevos aranceles, que contemplan también una tasa de 25% para las baterías de autos eléctricos y de 50% para los paneles solares y semiconductores, entrarán en vigor el 27 de septiembre. En el caso de los semiconductores, serán gravados con 50% a partir del primero de enero de 2025.

La ofensiva de EEUU contra las importaciones chinas es un ejemplo claro de las nuevas tendencias del comercio internacional que pretenden poner trabas al dominio chino y a la propia transnacionalización empresarial. Europa no está al margen de estas presiones por parte de la industria y el comercio, que claman contra la creciente desertización comercial de las poblaciones, a costa de las grandes compañías y sobre todo de las plataformas de venta como Amazon, Aliexpress, Shein o Temu. Las barreras arancelarias y los impuestos especiales son el centro de esas demandas del comercio tradicional.

El veto a las microventas ha sido en los últimos años clave para poner trabas a las firmas chinas. Ya se efectuó ese cambio fiscal en España y Europa, tras constatarse el fraude masivo que envolvía a las importaciones procedentes de China. Ahora es EEUU el que quiere gravar las importaciones de productos de precio bajo. La norma comercial propuesta en EEUU incluye la necesidad de una nueva divulgación de información para paquetes pequeños para ayudar a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos a identificar mejor el contenido de productos ilícitos o inseguros, como los productos químicos precursores que pueden convertirse en el opioide mortal fentanilo (cuyo origen se sitúa en gran medida en China, pero también en centroamérica).

La exención fiscal a las importaciones de productos de bajo precio ha sido parte de la ley comercial de Estados Unidos desde 1930 para dar cabida a viajeros individuales, pero el umbral se elevó de 200 a 800 dólares en 2015 para ayudar a las pequeñas empresas, incluidos los vendedores en plataformas de comercio electrónico como eBay. Los paquetes que se encuentran por debajo del límite entran libres de impuestos y con un menor escrutinio aduanero siempre que estén dirigidos a residencias de personas físicas. El volumen de paquetes por debajo del umbral de 800 dólares se disparó a más de mil millones el año pasado desde alrededor de 140 millones hace una década, dijeron funcionarios de la Casa Blanca, atribuyendo la mayor parte del crecimiento a las empresas de comercio electrónico chinas, informa AFP. Buena parte de ese volumen de importaciones incontroladas provienen de Shein y Temu.

La medida se anunció el mismo día en que la Administración Biden impuso fuertes aumentos de los aranceles estadounidenses sobre importaciones chinas por un valor de unos 18.000 millones de dólares, incluidos aranceles del 100% sobre vehículos eléctricos, del 50% sobre chips y células solares y del 25% sobre baterías de iones de litio, acero y aluminio. A nadie se le esconde que el anuncio de medidas fiscales contra las importaciones chinas llega a menos de dos meses de unos comicios presidenciales de resultado previsiblemente muy ajustado.