Opinión | Cero emisiones

Director general de ANFAC

Electrificar y descarbonizar es tarea de todos

Coche eléctrico conectado / EUROSTAT - Archivo

El compromiso de la industria de la automoción con la descarbonización y la electrificación del transporte está en su ADN los 365 días del año. La movilidad cero emisiones no tiene vuelta atrás. Todos queremos vivir en ciudades con buena calidad del aire, con menos ruidos, más confortables. Y esto es una tarea que compete y compromete a todos, administraciones, empresas y sociedad.

Los fabricantes de automóviles han redoblado sus esfuerzos para lanzar al mercado turismos, furgonetas, autobuses o camiones de cero y bajas emisiones. Pero el esfuerzo no acaba ahí, puesto que nuestros vehículos se fabrican también de forma más sostenible y más eficiente, tanto en ahorro energético o de agua como en reducción de emisiones. La industria de automoción es uno de los sectores tecnológicos más avanzados de la economía europea, y ese avance está también presente en su sostenibilidad industrial.

Si nos centramos en el mercado, tan de actualidad recientemente, existe una potente oferta de vehículos con enchufe en nuestro país y cada vez más asequible. Y de aquí a final de año contamos con las ayudas públicas del plan Moves III de hasta 7.000 euros por la compra de un eléctrico, a las que se añade una deducción del 15% en el IRPF de hasta 3.000 euros. Es una oportunidad única pues, francamente, no sabemos si en 2025 habrá ayudas.

Sin embargo, las ventas de vehículos con enchufe están en retroceso respecto a 2023. Llevamos tres años en los que la cuota de penetración de estos vehículos crecía, pero en 2024 no supera el 11% de media. La atonía del mercado en general tampoco ayuda, pues de nuevo este año prevemos acabar por debajo del millón de unidades, está muy lejos de los 1,2 millones que le corresponderían a España por población y peso en la Unión Europea, y que ayudaría a aumentar el número de vehículos electrificados.

Es difícil producir vehículos cada vez más sostenible si no se venden. Porque el efecto es doblemente negativo: no reducimos emisiones pues ni vendemos más eléctricos ni retiramos del mercado los coches más emisores. La edad media del parque automovilístico español supera ya los 14,2 años, y si ignoramos esta realidad nos estaremos haciendo trampas al solitario. Dinamismo de mercado eléctrico y renovación son dos caras de la misma moneda: una movilidad más sostenible. Por no hablar de la seguridad vial.

Insisto, la tarea de mejorar nuestras vidas nos compete a todos. Si el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima tiene unos objetivos de tener 5,5 millones de vehículos enchufables en 2030 y hoy, en números redondos, vendemos menos de 10.000 mensuales y circulan por nuestras carreteras unos 400.000, estamos muy lejos de alcanzar dicha meta.

Así que algo hay que hacer. Sobre todo, porque los ciudadanos sí quieren descarbonizar y tener cada vez un vehículo más eficiente. El pasado agosto, los modelos más vendidos fueron los híbridos convencionales con un 40,6% del total.

Voluntad no falta tampoco en los legisladores. Es más, en los últimos cinco años, desde la presentación del Pacto Verde Europeo, que se anunció como un reto histórico, la realidad es que las revisiones al alza de los objetivo para el sector se han acumulado. Pacto Verde, PNIEC, Fit for 55, AFIR…las normas y objetivos regulatorios se acumulan, y cada una supera a la anterior.

Así que tenemos una realidad, y es que hay un deseo conjunto de ciudadanos, reguladores y empresas por construir la nueva movilidad. Y, desde luego, los fabricantes están a la altura…y quien lo dude se puede dar un paseo por las exposiciones de los concesionarios. Incluso le puede bastar con ver la televisión y observar los anuncios del sector.

Pero en la Semana de Movilidad Sostenible, además de felicitarnos mutuamente por nuestro compromiso en múltiples eventos y jornadas, también podemos pensar en cómo acelerar y qué está pasando.

El Informe Draghi, publicado recientemente con la pretensión de marchar una Hoja de Ruta para la nueva Europa, descarbonizada, digital y competitiva, avanza algunas ideas claras. Y una de ellas es muy sencilla: no se puede dejar a la industria sola. Ningún otro sector tiene que reinventarse por completo de aquí a 2035. Como el Informe deja claro, si no somos capaces de aunar descarbonización y competitividad, Europa tendrá que hacer dolorosas renuncias, en términos de nivel de vida, empleo y crecimiento.

Por tanto, la industria europea del automóvil necesita de una política estable y de largo plazo que la incentive y fomente su competitividad. Necesita una estabilidad regulatoria que hoy no tiene y necesita, para vender esos productos de bajas y cero emisiones que ciudadanos y empresas desean. Y esos compradores necesitan también seguridad y apoyo.

Y todo esto son necesidades de largo plazo que no deberían minimizar un último mensaje: aprovechen hasta final de año para incorporarse a la electromovilidad. Es buen momento. 

Pulsa para ver más contenido para ti

José López-Talfall es director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC)

Pulsa para ver más contenido para ti