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Enercoop, una cooperativa centenaria volcada con las comunidades energéticas

La compañía, nacida en 1925 en el municipio alicantino de Crevillent para cubrir las necesidades eléctricas de la industria textil, lleva impulsados 40 proyectos en todo el país en tres años

Joaquín Mas Belso, director general de Enercoop, en la planta solar de El Realengo en Crevillent.

Joaquín Mas Belso, director general de Enercoop, en la planta solar de El Realengo en Crevillent. / Pilar Cortés

Miguel Vilaplana

Hay que remontarse a 1925 para encontrar los orígenes del grupo Enercoop. Lo que nació como una cooperativa eléctrica benéfica en el municipio alicantino de Crevillent para cubrir las necesidades que en aquel momento tenía la industria textil local ha ido evolucionando a lo largo de sus casi 100 años de historia hacia una compañía volcada con las energías renovables y el autoconsumo, hasta convertirse en un referente en el impulso de las comunidades energéticas, con más de 40 proyectos en marcha en el conjunto de España. Con una facturación de 47 millones de euros, sus perspectivas son las de seguir creciendo y contribuir de forma decisiva a lo que se ha dado en llamar la transición energética.

Cooperativa Eléctrica Benéfica San Francisco de Asís. Ese es el nombre de la empresa matriz del grupo Enercoop que en enero de 1925 decidieron fundar unos industriales de Crevillent, un pequeño municipio que entonces carecía de interés para las grandes compañías eléctricas, lo que propiciaba que la red estuviese por desarrollar y que fuese totalmente insuficiente para abordar los proyectos de modernización de las empresas.

Así lo recuerda el director general de la compañía, Joaquín Mas Belso, quien destaca que "pese a que la iniciativa surgió de los propios industriales, decidieron apostar por una cooperativa en lugar de por una mercantil, algo totalmente inusual, lo que permitió al conjunto del municipio, tanto a los sectores económicos como a la propia población, beneficiarse".

Participaciones a 25 pesetas

Las primeras participaciones de la entidad eléctrica costaron 25 pesetas y su influencia sobre el desarrollo de Crevillent fue decisiva. Con el pasar de los años la fabricación de alfombras alcanzó un gran auge, al igual que la propia cooperativa, que en 1970 recibió de manos del por aquel entonces jefe del Estado el título de Cooperativa Ejemplar, siendo en la actualidad, según explica Belso, la más grande en su modelo en España y una de las más notables en el conjunto de Europa. "No podemos competir con las grandes compañías eléctricas en las grandes ligas. Nuestra aspiración, y lo estamos consiguiendo, es estar entre los líderes en la segunda división", subraya el director general.

Pero para llegar a este punto, a lo largo de sus casi 10 décadas de trayectoria la cooperativa ha cumplido una serie de hitos históricos. Desde los inicios, con el suministro energético a la industria textil, pasando entre 1925 y 1950 a la extensión de la red eléctrica a todos los hogares y las empresas de la localidad. Posteriormente, en las décadas de 1970 y 1980, la entidad logró consolidar su posición de independencia en un escenario sectorial desfavorable para las pequeñas compañías, poco antes de que en 2008 pusiese en marcha lo que se convirtió en un proyecto trascendental, como fue la planta solar fotovoltaica de El Realengo, que, con 13 megavatios y una inversión de 90 millones de euros, es aún hoy uno de los ejemplos más representativos a escala europea de generación distribuida con inyección de energía a una red local.

Pero la cosa no quedó ahí. En 2004 se constituyó formalmente el Grupo Enercoop, marca comercial que solo seis años después le permitió iniciar su proceso de expansión fuera de Crevillent para ejercer la actividad de comercialización de energía eléctrica. Fue solo dos años antes de que pusiese en marcha la estación transformadora del propio Crevillent, con la que la empresa aseguraba a la población un suministro de calidad para las próximas décadas, convirtiéndolo en una comunidad energética de referencia tanto a nivel nacional como europeo.

De Canarias a Galicia

De hecho, la estrategia del grupo en estos últimos años ha estado dirigida precisamente a este campo, el del impulso de las comunidades energéticas. Fue en 2021 cuando Enercoop lanzó, desde su área de Producción, Transición Energética e Innovación, una nueva línea de servicios que incluye el diseño integral, la ejecución, la puesta en marcha y la gestión de comunidades, iniciativa esta que ya le ha permitido impulsar 40 proyectos en España, desde la propia Comunidad Valenciana hasta Canarias, pasando por Galicia y Castilla-La Mancha, entre otras.

Hoy el grupo aglutina a 15 empresas y 10.000 socios, y aparte de las instalaciones fotovoltaicas en la Comunidad Valenciana dispone de otras dos centrales de energía minihidráulica en Murcia y Ourense, y de otras cuatro de la misma tipología en Portugal. Con una plantilla formada por 55 personas, cerró 2023 con una facturación de 47 millones de euros. Según Mas Belso: "Nosotros dependemos mucho del precio de la energía, lo que nos ha hecho facturar más estos últimos años. En cualquier caso, el actual volumen de negocio nos permite gozar en estos momentos de una salud financiera mucho mejor".