ENERGÍA

Iberdrola busca ampliar la alianza con Qatar pero enfría una escalada rápida del fondo árabe como accionista

La energética explora nuevos acuerdos con el fondo soberano QIA, su mayor accionista, para invertir juntos en nuevos países. Pero dice desconocer que Catar quiera elevar su participación en la compañía: "No tengo ninguna noticia"

Ve el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea como “una buena noticia para España” y anticipa que “seguro que lo hará muy bien”.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. / Iberdrola

David Page

David Page

Iberdrola tiene al fondo soberano de Catar como mayor accionista, con un 8,7% del capital. Qatar Investment Holding (QIA), el gran brazo inversor del emirato, entró en la eléctrica española en 2011 en un momento de alta tensión en su accionariado: en pleno asalto de ACS por tomar el control del grupo. El fondo soberano actuó entonces como caballero blanco de apoyo a la dirección de la energética, comandada por Ignacio Sánchez Galán, y ese respaldo se ha mantenido muy expresamente desde entonces.

En las últimas semanas, con Iberdrola marcado récords históricos de valor en bolsa, se ha deslizado un eventual interés de QIA por elevar ahora su participación accionarial en Iberdrola hasta superar la cota del 10% del capital, lo que le obligaría a pedir una autorización expresa al Gobierno español en virtud del denominado ‘escudo antiopas’ al tratarse la energética de una compañía considerada estratégica para España. Desde el mercado se ha apuntado que Catar ya habría empezado a sondear al Ejecutivo español para allanar el visto bueno oficial a su escalada en Iberdrola y para reforzarse como mayor accionista del grupo.

La cúpula de Iberdrola, de momento, enfría la posibilidad de una operación inminente que implique grandes cambios en su accionariado. “No tengo ninguna noticia”, ha sentenciado el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en un encuentro con medios de comunicación en Francia, con motivo de la inauguración de su primer gran parque eólico en el país. “Nadie nos ha dicho nada sobre este tema”, ha zanjado.

“Catar lleva subiendo su participación desde que entró hace catorce años”, ha apuntado Galán. QIA irrumpió en 2011 en el accionariado de la energética con algo más de un 6% del capital aprovechando una ampliación de capital, ahora controla un 8,7%, y durante este tiempo ha cobrado los dividendos que reparte la eléctrica en acciones y no en efectivo para evitar la dilución de su paquete accionarial.

Reforzar la alianza

El presidente de Iberdrola no oculta la excelente sintonía con el fondo soberano de Catar y su relación directa con sus dirigentes y ha desvelado su intención de reforzar sus relaciones con su accionista para invertir conjuntamente en nuevos mercados. “Hablo con los cataríes una semana sí y otra también. Tengo una relación personal, no buena, superbuena a todos los niveles”, ha indicado.

Iberdrola ya comparte negocios y planes de inversión con Catar para proyectos en Estados Unidos e incluso QIA es accionista de la filial norteamericana de la energética, Avangrid, con una participación del 3,7% al menos de momento (Iberdrola ha lanzado una opa para tomar el control del 18,4% que aún no controla directamente). Y ahora Iberdrola, según ha reconocido Galán, busca estrechar lazos con el fondo de Catar, explorando nuevas oportunidades de acuerdos estratégicos en otros mercados para reforzar su alianza.

Iberdrola ha desplegado una política de alianzas estratégicas y de rotación de activos para acelerar la inversión y su expansión de la mano de nuevos socios, con acuerdos con gigantes financieros y con varios de los fondos soberanos más potentes del mundo. Iberdrola selló en diciembre una alianza histórica con Masdar, el grupo energético del emirato de Abu Dabi, para invertir juntos hasta 15.000 millones de euros en proyectos de energías renovables.

La compañía española también ha reforzado su alianza con el fondo soberano de Noruega, gestionado por Norges Bank, para crecer en renovables en España con planes de inversión conjunta hasta los 2.000 millones de euros. Además, la eléctrica y la petrolera BP llegaron a un acuerdo para acelerar el despliegue de 11.700 puntos de recarga de coches eléctricos y la producción de hidrógeno verde en España y Portugal. Y también se ha aliado con el fondo EIP para coinvertir en el parque eólico marino de Wikinger, en Alemania; y con el fondo soberano de Singapur GIC para cederle un 40% del parque éolico offshore británico de East Anglia One y para la expansión de redes eléctricas en Brasil por 430 millones.

Iberdrola selló este verano también la primera gran venta de uno de sus mayores proyectos de eólica offshore en el mercado norteamericano. El grupo alcanzó un acuerdo con Dominion Energy para la venta del arrendamiento del terreno que ocupará el parque eólico marino Kitty Hawk North por 160 millones de dólares (unos 150 millones de euros). 

Récord en bolsa

El eventual interés de su mayor accionista en reforzar su participación llega en un momento en que Iberdrola está marcado máximos históricos en bolsa, con una capitalización que ahora supera los 86.300 millones de euros y con algunas casas de análisis e inversión apuntando un potencial de crecimiento de las acciones de la compañías hasta cerca de los 100.000 millones.

“Iberdrola tiene más valor que todas las energéticas españolas juntas”, ha sacado pecho Galán, en referencia a sus rivales del sector energético nacional que cotizan en el Ibex 35. Y es que la capitalización de Naturgy actualmente se sitúa en el entorno de los 21.800 millones, la de Endesa en 20.800 millones, mientras que Repsol ronda los 13.800 millones, Redeia los 9.200 millones, Acciona los 7.000 millones, Enagás 3.600 millones, y Solaria está en torno a los 1.500 millones. La valoración conjunta de todas ellas se sitúa por debajo de los 78.000 millones, frente a los más de 86.000 de Iberdrola.

“Seguro que Ribera lo hará muy bien”

Teresa Ribera, actual vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, abandonará el Ejecutivo español y desembarcará en la nueva Comisión Europea convirtiéndose en un auténtico peso pesado. La presidenta Ursula von der Leyen la ha elegido para ser una de sus vicepresidentas ejecutivas y para ponerse al frente de departamento de Transición Limpia, Justa y Competitiva, asumiendo también la potentísima cartera de Competencia, una de las más relevantes en la acción política de la UE.

Galán, que durante los últimos años ha protagonizado choques con la propia Ribera por algunas de las regulaciones emprendidas durante la crisis energética, ha confirmado que ha felicitado directamente a la futura ‘supercomisaria’ europea. “Para España es una buena noticia”, ha resumido el presidente de Iberdrola. “Seguro que va a hacer un trabajo fuerte y duro. Tiene capacidades para hacerlo. Y seguro que lo hará muy bien”.