Perspectivas globales

La OCDE también revisa al alza el crecimiento de España y lo sitúa en el 2,8% para 2024

El organismo internacional pide a los bancos centrales prudencia en la rebaja de tipos y recomienda a los gobiernos controlar los gastos y fortalecer los ingresos

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. / Marta Fernández Jara / Europa Press

Rosa María Sánchez

Rosa María Sánchez

La organización de países desarrollados OCDE se ha sumado este miércoles a la corriente de revisiones al alza de las previsiones de crecimiento de la economía española. La OCDE estima ahora que el PIB español crecerá en 2024 el 2,8% (un punto por encima de su anterior estimación, del mes de mayo) y que subirá el 2,2% en 2025 (dos décimas por encima de su anterior proyección).

El informe de otoño de la OCDE sobre perspectivas económicas globales, se centra, sobre todo, en los países integrantes del G-20 y señala a España como la economía desarrollada que tendrá un mayor crecimiento este año, por delante de Estados Unidos (2,6%), Reino Unido (1,1%), Francia (1,1%) o Canadá (1,1%).

La previsión sobre España también ha sido la que ha encajado una mayor corrección (al alza) respecto a las formuladas en mayo, al sumar un punto porcentual. El crecimiento del 2,8% en 2024 previsto para España coincide con el proyectado por el Banco de España y se sitúa una décima por encima de la nueva estimación adoptada por el Consejo de Ministros este mismo martes.

En sus previsiones de otoño, el organismo con sede en París mantiene en el 0,7% su previsión de crecimiento de este año para la economía de la zona euro y recorta en dos décimas, hasta el 1,3% la de 2025; también resta una décima a Alemania este año y el próximo (hasta el 0,1% y el 1% respectivamente); y mejora en una décima el crecimiento de la economía mundial, hasta el 3,2%, con el empuje de países como China (4,9%), India (6,7%), Indonesia (5,1%) o Turquía (3,2%).

"Para la OCDE, España seguirá liderando el crecimiento entre las principales economías de la zona euro en 2024 y 2025, con un incremento previsto del PIB este año que será cuatro veces el de la media de la zona euro", ha destacado el Ministerio de Economía, tras la publicación de las nuevas perspectivas del organismo internacional. La OCDE ha revisado también las previsiones de inflación, estimando que en 2025 la media se situará ya en el entorno del 2% (en concreto, en el 2,1%), en línea con la previsión para la zona euro.

La economía mundial, "en un punto de inflexión"

En general, la OCDE observa que el crecimiento de la producción mundial se mantiene resistente y que la inflación sigue disminuyendo, pero sitúa a la economía global dentro de los interrogantes propios de "un punto de inflexión", que es el que se corresponde con el actual momento de repliegue de la política monetaria en las principales economías desarrolladas.

"Los últimos indicadores de actividad parecen mostrar que la aceleración está en marcha, sobre todo en el sector servicios", señala el informe. "Se prevé que el crecimiento del PIB mundial se estabilice en 3,2% en 2024 y 2025 y estará acompañado de una desinflación continua, una mejora de los ingresos reales y una política monetaria menos restrictiva en muchas economías, lo que ayudará a respaldar la demanda", añade.

Pero, aunque "el comercio mundial se está recuperando más rápido de lo esperado", los costes del transporte marítimo se mantienen elevados y los pedidos de exportación se han desacelerado recientemente. Y, a pesar de que la inflación continúa a la baja y "se espera que regrese a su objetivo en la mayoría de los países del G-20 a finales de 2025", se señala que las tasas subyacentes permanecen aún elevadas. Además, por encima de todo, planea la persistencia de tensiones geopolíticas y comerciales, que podrían tener cada vez más repercusiones negativas sobre la inversión y aumentar los precios de las importaciones.

Políticas monetaria y fiscal

La OCDE asume que tanto en Estados Unidos como en la zona euro se espera que los tipos de interés oficiales disminuyan en 1,5 y 1,25 puntos porcentuales adicionales para finales de 2025, respectivamente, acercándose a su nivel neutral. En general, el organismo internacional advierte de que, aunque los bancos centrales podrán seguir bajando sus tipos de interés oficiales, "las políticas monetarias deberían mantener una postura cautelosa". En particular sugiere que en Japón "sería apropiado que el banco central llevara a cabo nuevos aumentos moderados de las tasas de interés".

Además, el informe advierte de que las autoridades públicas se enfrentan a importantes dificultades presupuestarias, debido al aumento de la deuda y a la mayor presión sobre el gasto ligada al envejecimiento demográfico, a las políticas para mitigar el cambio climático y adaptarse a sus consecuencias, a los planes para aumentar el gasto en defensa y a la necesidad de financiar nuevas reformas. También aumentará el costo del servicio de la deuda a medida que los títulos de deuda de bajo rendimiento vayan venciendo y se refinancien con nuevas emisiones. Por todo ello "es necesario desplegar más esfuerzos para controlar el gasto y fortalecer los ingresos", sostiene la OCDE. Y para ello cada país debe elegir sus opciones, dentro de un abanico que el informe enmarca entre una mejor focalización de las ayudas y subsidios y nuevas reformas en los sistemas de pensiones.

"Por el lado de los ingresos, las autoridades deben adoptar medidas para eliminar los gastos tributarios distorsionadores y aumentar los ingresos provenientes de impuestos indirectos, impuestos ambientales e impuestos sobre el patrimonio en muchos países", se apunta en el documento de otoño de la OCDE.

En definitiva, subraya el informe, "se necesitan medidas presupuestarias decisivas para garantizar la sostenibilidad de la deuda, preservar una margen de maniobra que permita a las autoridades públicas hacer frente a futuras perturbaciones y generar recursos que permitan hacer frente a futuras presiones sobre el gasto". Para ello, "será esencial redoblar los esfuerzos para contener el gasto y aumentar los ingresos, colocándolos dentro de trayectorias de ajuste creíbles a mediano plazo, a fin de garantizar la estabilización de la deuda", remata la OCDE.

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