MERCADOS

El bono español a diez años cotiza más barato que el francés por primera vez desde 2008

El bono español a diez años sitúa su interés en el 2,94% mientras que su homóloga francesa cotizaba en el 2,947%

Archivo - Edificio del Banco de España, a 3 de febrero de 2023, en Madrid (España).

Archivo - Edificio del Banco de España, a 3 de febrero de 2023, en Madrid (España). / Carlos Luján - Europa Press - Archivo

'Sorpasso' histórico en los mercados. Por primera vez desde 2008, fecha del estallido de la gran crisis financiera, el bono español a diez años se negocia a menos precio que la francesa. En concreto, la deuda española a largo plazo sitúa su interés en el 2,94% mientras que su homóloga francesa cotizaba en el 2,947%. Así, la prima de riesgo del bono español a diez años se colocaba de manera provisional este jueves en los 79,4 puntos básicos y la francesa quedaba a 0,7 puntos por encima. Al mismo tiempo, el rendimiento del bono alemán a largo plazo, considerado de referencia por ofrecer la menor rentabilidad y la mayor seguridad, se sitúa en el 2,145%. En otras geografías, el rendimiento del bono italiano a diez años se negociaba en el 3,473%; el griego en el 3,103% y el portugués en el 2,713%.

La última vez que se produjo este fenómeno ocurrió en 2008. La crisis financiera llevó posteriormente al bono español a ofrecer una rentabilidad de un 7,5% durante la crisis de deuda de 2012, un momento en el que la prima de riesgo española respecto al bono alemán quedaba en 600 puntos básicos y en unos 500 puntos respecto al francés. Además, el rendimiento del bono español a un plazo de cinco años también se situaba por debajo de su homólogo francés. El español se negociaba en el 2,417% y el francés en el 2,48%, mientras que el bono alemán se situaba en el 1,96%. De este modo, a este rango temporal, la prima de riesgo española quedaba en los 45,7 puntos y la prima de riesgo francesa en los 52,0 puntos.

Fuentes del Tesoro apuntan que "la demanda inversora sigue siendo muy fuerte por los bonos españoles" y "demuestra la confianza de los inversores en la deuda española". Se explica por la mejora de las perspectivas económicas y la consolidación fiscal, más "ambiciosa" que en otros países europeos. Desde el organismo recuerdan que la reducción de la ratio de deuda en casi 15 puntos porcentuales desde el pico que se alcanzó en la pandemia y que este año es la primera vez que se queda fuera del procedimiento de desequilibrios macroeconómicos desde que se creó.

La deuda de Francia se ha visto penalizada en los últimos meses como consecuencia de la volatilidad en el ámbito político y el estado de salud de las cuentas públicas galas. El presidente del país, Emmanuel Macron, esperó dos meses y medio después de las elecciones generales para nombrar un nuevo Gobierno, el más escorado a la derecha desde su llegada al poder. En estos comicios sorprendió la victoria de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular y el ascenso hasta la segunda fuerza política de la ultraderecha de Marine Le Pen. El nuevo Ejecutivo galo estará capitaneado por el conservador Michel Barnier, conocido por su labor como negociador del Brexit desde Bruselas.

Los inversores también actúan movidos por las posibles revisiones a la baja del 'rating' (calificación crediticia) del Estado francés por parte de las principales agencias en las próximas semanas. Esto se debe a que el Tribunal de Cuentas de Francia advirtió a mediados del mes de julio que el país se encontraba "en una situación preocupante" por la creciente deuda pública. "Reducir la deuda pública no es una política de derechas, ni es una política de izquierdas, es un imperativo para todos", aseguró el presidente del Tribunal, Pierre Moscovici. El déficit público alcanzó los 154.000 millones de euros, equivalente al 5,5% del PIB en 2023.