Desempleo

El empleo vive su inicio de curso más discreto desde 2019 y suma 8.800 nuevos ocupados en septiembre

Colegios, institutos y academias concentran las contrataciones, pero con menos vigor que otros años

Un operario trabaja en una obra en Zaragoza, en una imagen de archivo.

Un operario trabaja en una obra en Zaragoza, en una imagen de archivo. / EFE

Gabriel Ubieto

El mercado laboral vivió un mes de septiembre particularmente discreto. Como contagiado por el clima, que fue menos caluroso en este cierre de verano que en el curso anterior, la creación de empleo fue positiva pero exigua, con una ganacia de 8.804 afiliados a la Seguridad Social respecto al mes de agosto, consolidando la cifra de 21,98 millones de trabajadores en activo.

Hay que remontarse a 2019 para encontrar un registro tan parco en un inicio de curso, antes de que la pandemia del coronavirus fuera siquiera una idea y la economía mundial estaba en plena desaceleración. En parte, esto se explica porque las contrataciones en el sector de la educación, que habitualmente tiran del empleo en este mes, fueron bastante más débiles que en años anteriores.

El paro, por su parte, subió respecto al mes pasado en 3.164 personas, hasta alcanzar los 2,5 millones de desempleados. Las mujeres concentran íntegramente el incremento del paro, ya que el número de hombres desempleados apenas subió en 84 personas. Pese al repunte, el menor en 17 años, la cifra de paro sigue siendo la más baja desde el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Pese a que en otras grandes economías europeas la actividad hace meses que empezó a perder fuelle, en España se resiste a enfriarse. Lo que se explica y explica, en parte, la resistencia del empleo ha perder fuelle. No obstante, los datos de septiembre vuelven a dejar señales de cierto enfriamiento. No retroceso, pero sí perdida de velocidad. En la última década el saldo medio de nuevos ocupados ganado en septiembre ha sido de 27.116 personas, más del triple que lo registrado este año.

Otro indicador en esa línea es el dato desestacionalizado, la cifra preferida por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social para explicar mes a mes los datos de empleo. Este analiza la evolución del flujo entre nuevos contratos y extinciones intentando restar el componente estacional y de temporada, que históricamente y a día de hoy sigue marcando fuertemente la economía española. Si se observa la variación estacional, septiembre ganó 22.220 ocupados respecto a agosto. Un mes antes sumó 30.189 personas y el mismo mes del año anterior fueron 31.030. Misma tendencia: sigue en positivo, pero con menos intensidad.

Por territorios, Cataluña, que suele liderar la creación de ocupación durante la primera mitad del año, dejó registros positivos y también contribuyó decisivamente a que la Seguridad Social cerrara el mes con más cotizantes de los que lo empezó, pero con menor intensidad que la otra locomotora del Estado. Las provincias catalanas sumaron 15.468 nuevos ocupados en septiembre.

Madrid fue quien más sostuvo los exiguos números verdes del conjunto de España, ya que en la gran mayoría de territorios lo habitual fue que se pediera empleo. La capital del Estado inicia su época estrella en cuanto a contrataciones, el otoño-invierno, y ganó 33.741 ocupados respecto a agosto.

Un inicio de curso con menos manos

Volviendo a los datos en bruto, el sector que marcó, como es habitual todos los años, las cifras de septiembre fue la educación. Colegios, institutos y academias finiquitan en masa a temporales todos los años entre junio y julio, para luego volver a recuperarlos en septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar.

Este pasado mes dicho sector sumó 49.858 ocupados respecto a agosto, siendo el gremio que más tiró del empleo. No obstante, un año antes sumó 85.817 ocupados, diferencia que explica en gran parte la diferencia de un año a otro.

En la otra cara de la moneda estuvo el comercio (-41.640) y la hostelería (-30.348), que regresados a sus casas los últimos veraneantes y con los primeros fríos de chaquetilla adelgazaron de nuevo plantillas para encaminar su particular hibernación, hasta la próxima Semana Santa y con un breve paréntesis para dar las compras y cenas de Navidad, empresa y fin de año.

Desde el Gobierno han valorado los datos, pese al progresivo enfriamiento, y los constrastan con el resto de grandes economías europeas. "El mercado laboral español refleja un dinamismo superior al de las grandes economías europeas desde antes de la pandemia y crece un 9,5% frente al 5,1% de Francia o el 1,7% de Alemania", ha destacado el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social a través de un comunicado.

Un dato positivo detrás del repunte del desempleo es el origen del mismo. La gran mayoría de personas que pasaron a engrosar las listas del Sepe fueron personas que previamente no tenían trabajo. Es decir, el paro no crece porque la gente pierda su empleo, si no porque gente que antes no estaba laboralmente activa -o bien porque estudiaba, o bien porque estaba cuidando a un familiar o bien porque no confiaba en conseguir empleo- ahora sí ha dado el paso para apuntarse oficialmente como parado y empezar así a buscar activamente un trabajo.

"Durante años hemos temido septiembre por su drástica subida del desempleo. Gracias a la protección de las personas trabajadoras y las políticas para estabilizar el empleo esto ya no es así", ha valorado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a través de su cuenta de X.