Sector bancario

El Sabadell confía en que CNMV y CNMC retrasen la opa del BBVA al segundo trimestre de 2025

Oliu afirma que el ajuste del precio por los dividendos es "neutral" o "si alguna cosa, empeora la oferta"

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, y el CEO, César González Bueno, durante el encuentro con los accionistas del banco / BANCO SABADELL

Pablo Allendesalazar

El Sabadell sigue en armas contra el BBVA. Los máximos mandatarios del banco catalán han asegurado este jueves que confían en que el dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre su posible comprar por parte del grupo de origen vasco, clave para el éxito o fracaso de la opa hostil lanzada por su competidor, se retrase al segundo trimestre de 2025, así como que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) espere también hasta entonces. Así lo han manifestado su presidente, Josep Oliu, y su consejero delegado, César González Bueno, en un encuentro con accionistas de su entidad en el que han cargado contra la exposición del BBVA a México. La operación "no hace ilusión a nadie", ha remachado Oliú.

El pronunciamiento que la CNMC es clave. La ley de opas permite al BBVA desistir si, antes de que acabe el plazo en que los accionistas del Sabadell pueden aceptar la oferta, la autoridad de competencia no se ha pronunciado o condiciona la concentración al cumplimiento de algunos requisitos. Además, la ley de defensa de la competencia permite al Gobierno -que se ha opuesto a la compra- imponer condiciones adicionales a las concentraciones cuando la CNMC no las aprueba en la conocida como primera fase, sino en la segunda (que se aplica a operaciones que requieren mayor análisis).

La CNMV ya ha dejado entrever que, aunque no tenga la obligación de hacerlo, podría esperar a que la CNMC se pronuncie antes de aprobar la opa y dar inicio al periodo de aceptación para los accionistas. Los técnicos de los dos organismos están en contacto y parece probable que el supervisor bursátil pueda esperar a Competencia si esta dictamina en primera fase. Hay más dudas de que lo vaya a hacer si pasa a la segunda.

Efectos demoledores

Sin decirlo directamente, los dos máximos dirigentes del Sabadell han venido a mostrar su confianza en que todo este complejo proceso haga que la operación descarrile. Oliú, así, ha apuntado que el Sabadell ha trasladado a la CNMC que considera que es una operación compleja (pues tendría "efectos demoledores" sobre las pymes y ha provocado una "reacción social muy importante y negativa" del Gobierno, administraciones territoriales y agentes sociales), por lo que ha asegurado "esperar" que pase a la fase dos de análisis. González Bueno, por su parte, ha considerado "probable" que la CNMV espere a Competencia, incluso en fase dos, antes de abrir el proceso de aceptación de la opa, "si es que se abre"

En la misma línea, el presidente ha advertido que la cotización del BBVA está sometida a muchas incertidumbres, como las condiciones que pueda imponer la CNMC, el rechazo del Gobierno a aprobar la fusión si la opa sale adelante, o el hecho de que el banco esté imputado por el 'caso Villarejo'. Por ello, ha pedido a la CNMV que en el folleto de la opa "no se esconda ninguna información". En particular, el impacto de que haya o no fusión, los costes de reestructuración (ha tildado de bajos los anunciados por su competidor), las sinergias esperadas (el rechazo social a la operación, ha afirmado, supondrá una pérdida de ingresos en beneficio de otros bancos) y el impacto de romper las alianzas del Sabadell con otras empresas.

Incluso si el periodo de aceptación de la opa comienza antes de lo que esperan, porque la CNMC dictamina en fase uno o la CNMV no le espera si pasa a fase dos, Oliu ha apuntado que el periodo de aceptación no comenzaría probablemente hasta principios del año que viene, antes del final del primer trimestre o después de la presentación de los resultados anuales. "Nuestro ofertante va a hacer todo lo posible para que resuelva antes de nuestra junta de accionistas, porque si no va a tener problemas", ha lanzado con intención, ya que dicha junta debe aprobar los dividendos ordinarios y extraordinarios que planea pagar el Sabadell.

Sin garantía de precio

El presidente, asimismo, ha insistido en que el Sabadell vale más en solitario y ha criticado que no sea una "opa al uso" con una oferta en efectivo, sino en acciones: "No nos ofrecía ninguna garantía de precio de nada, porque no sabemos lo que valdrían las acciones del BBVA cuando se manifestara la fusión". En este punto, tanto él como González Bueno han insistido en que el 85% del negocio del Sabadell proviene de España, lo que le da "estabilidad", mientras que en el caso de su rival el 60% proviene de México. En ese país, han añadido, los bancos han caído en bolsa un 38% desde que se anunció la oferta, lo que ha provocado un descenso de la acción del BBVA del 11%, frente a la subida del 14% del Sabadell.

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Esta dispar evolución bursátil, han destacado, ha provocado que la valoración que el BBVA hace de las acciones del Sabadell baje de 2,22 a 1,84 euros por acción, con un descenso de la prima que dicha valoración supone sobre su cotización real del 30% a en torno el 3%. El reciente ajuste del precio por los dividendos anunciado por el BBVA, ha añadido Oliu, es "neutral" o "si alguna cosa, empeora la oferta". Frente a ello, han recordado que el consenso de los analistas otorga un valor potencial a los títulos de la entidad catalana de 2,25 euros. "Nuestro proyecto tiene un grandísimo futuro y, claro, por eso nos desean", ha sentenciado el consejero delegado. 

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