El empleo supera un nuevo máximo con 21,8 millones de ocupados y el paro baja al 11,2%

El mercado laboral español cerró el tercer trimestre de este año, que deja habitualmente buenos registros empujado por la temporada veraniega, con buenos registros. No son los mejores -el verano pasado fue sustancialmente mejor para el empleo-, pero sí que mantienen la inercia positiva de una economía que se ensancha laboralmente y que sigue sumando ocupados, gente disponible para trabajar y reduce desempleados, aunque con una marcha menos que hace un año.

Así lo recogen los datos publicados este viernes en la encuesta de población activa (EPA), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Que también recogen las sombras que sigue arrastrando desde hace tiempo el empleo en España, como la tasa de paro más alta de toda la UE o una tasa de temporalidad entre los jóvenes que se resiste a remitir.

La tasa de paro en el tercer trimestre del año bajó siete décimas hasta el 11,2%, su menor nivel desde 2008. El número de desempleados se redujo en 1.200 personas respecto a los 2,75 millones de parados que había tres meses antes, rompiendo una racha negativa de dos años consecutivos en los que la cifra de personas desocupadas crecía en el tercer trimestre. Desde 2021 que en un tercer trimestre del año no se registraban variaciones negativas.

El número de personas que lleva más de un año buscando, sin éxito, empleo sigue a la baja. De los 2,7 millones de parados, un millón es de larga duración. Representan el 37% del total de parados, el porcentaje más bajo desde 2008. No obstante, en términos absolutos, en 2008 había la mitad de parados de larga duración que hoy.

Ese descenso del paro no se explicaría sin una abultada creación de ocupación, que lleva estirándose desde que la economía empezó a recuperarse del socavón del covid. Desde 2019 se han creado 1,98 millones de empleos, hasta el actual máximo histórico de 21,82 millones de trabajadores. Este último trimestre se ganaron 138.300 puestos de trabajo.

Si ese aumento de la ocupación no tuvo un mayor impacto en la tasa de desempleo fue porque vino acompañada de un aumento de la población activa. Es decir, el mercado laboral español no solo está en máximos de ocupación, si no que también en máximos de gente disponible para trabajar.

Este tercer trimestre, no obstante, fueron prácticamente solo los hombres los que se activaron, hasta el punto de que de las 137.100 personas que se incorporaron al mercado laboral, el 85% fueron varones.

En este punto, los datos del tercer trimestre dejan una nota positiva. Los hogares con todos sus miembros activos en paro disminuyeron en 13.700, hasta un total de 854.500. Por contra, los que tenían a todos sus miembros activos ocupados crecieron en 32.100 y se situaron en 11,79 millones de hogares.

Temporalidad estabilizada

El empleo creado durante el último año se caracteriza por ser, eminentemente, a tiempo completo e indefinido. Los números son los siguientes: durante los últimos 12 meses el empleo a tiempo completo ha subido en 272.400 personas, mientras el empleo a tiempo parcial ha hecho lo propio en 104.100. Por su parte, el empleo indefinido aumentó en 524.200 personas, mientras que el temporal se redujo en 108.900.

La tasa de temporalidad en el sector privado cerró el tercer trimestre en el 13,6%, lejos de los picos de más del 36% registrados antes de que estallara la burbuja financiera e inmobiliaria. Aquí el efecto de la reforma laboral del 2021 es notorio, si bien su capacidad para seguir reduciendo la eventualidad parece estancado.

Entre los jóvenes la eventualidad sigue particularmente disparada. Al igual que en el conjunto de la población, ha bajado desde que está en vigor la reforma laboral, pero sigue siendo muy elevada. Actualmente, uno de cada tres menores de 30 años tiene un contrato eventual. Antes de la reforma dicha proporción era de uno de cada dos.