La investigación sobre el tren accidentado en Chamartín elude aclarar si había riesgo de choque con otro convoy

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), adscrita al ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha adelantado un escueto relato del descarrilamiento del tren en el túnel que conecta las estaciones de Chamartín-Clara Campoamor y Puerta de Atocha ocurrido el pasado fin de semana. En él, el organismo encargado de dilucir quiénes son los responsables del incidente ha eludido aclarar si había riesgo de choque con otro convoy, tal y como adelantaron fuentes del Ministerio de Transportes hace tres días. En concreto, un trabajador del centro de control de Adif habría tomado la decisión de desviar el tren a otra vía para evitar chocar con un convoy de la compañía Iryo que cubría el trayecto entre Alicante y Chamartín. Sin embargo, sí apunta de forma indirecta tanto a Renfe, por ser el operador del tren, y a Adif, gestor de la infraestructura ferroviaria.

En el expediente 108/2024 sí se especifica que este suceso entra en la categoría de "accidente grave" de acuerdo con la normativa reguladora de la investigación de accidentes ferroviarios "por la cuantía de los daños producidos y su efecto en la gestión de la seguridad". De esta manera, la CIAF señala que deberá realizarse "una investigación técnica" sobre este suceso de manera obligatoria. Legalmente, y según queda regulado en el Real Decreto 623/2014, el organismo cuenta con un plazo máximo de hasta un año para completar las pesquisas. El organismo desplazó a un grupo de personas el pasado fin de semana hasta el lugar de los hechos para inspeccionar los restos y tomar las fotografías pertinentes necesarias para su investigación.

Según se explica en el expediente de la CIAF, el tren de alta velocidad 97015, de la serie 114 y perteneciente a Renfe Viajeros, está formado por cuatro vagones, de los cuales tres se encuentran volcados fuera de la vía y el cuarto permanece descarrilado, pero en posición vertical. En el tren viajaban un maquinista y dos técnicos de mantenimiento, puesto que el convoy estaba formado por dos unidades, una que iba remolcando a la segunda, que estaba averiada. La versión coincide con las explicaciones del ministro de Transportes, Óscar Puente, quien declaró durante su visita a la Feria Internacional del Autobús y Autocar en IFEMA Madrid que un tren iba "remolcado a taller" y que, en un momento determinado y por razones "que se esclarecerán", se soltó y quedó sin control.

La CIAF desvela en su relato que el tren circulaba por el túnel de alta velocidad desde Atocha y en dirección a Chamartín. A la entrada de esta segunda estación, la unidad remolcadora sufrió un fallo de tracción, momento en el que el tren averiado "se soltó de su enganche" y comenzó "a derivar túnel abajo sin frenos, sin batería y con los dos técnicos a bordo". Más de cuatro kilómetros después de deriva por el túnel, la unidad de cuatro vagones llegó "a gran velocidad" a la zona de Jardín Botánico, donde cambió de vía. Es en este punto cuando el convoy descarriló y chocó contra el muro del tren. Si bien no constan heridos ni víctimas mortales, sí existen "daños serios, tanto en la unidad accidentada como en la infraestructura del túnel".

Retirada del tren averiado

Los trabajos para retirar el tren descarrilado se iniciarán este fin de semana, pero Transportes ya admite que el proceso de rescate de los vagones en el túnel se prolongará "bastante". Con el fin de no interferir en la circulación de los trenes de alta velocidad que transitan este túnel, los trabajos de retirada del tren se realizarán por la noche, momento en el que los servicios de mantenimiento operan.

En principio, y según fuentes del sector, el procedimiento habitual es colocar los vagones de los trenes siniestrados sobre las vías con una grúa, pero debido al espacio limitado del túnel, deberá realizarse mediante la división de los coches, el levantamiento de cada uno de ellos a partir de bolsas de aire para carga y su transporte mediante una plataforma hacia una de las salidas del túnel hacia los talleres pertinentes.

Hasta 13.700 personas de las líneas entre Madrid y el Levante de los tres operadores ferroviarios (Renfe, Ouigo e Iryo) se vieron afectadas durante el pasado fin de semana por las cancelaciones y modificaciones de trenes debido al descarrilamiento del tren. Adif ha confirmado que el tráfico ferroviario no se verá afectado durante este fin de semana, cuando se inicien los trabajos para retirar el convoy averiado.