Cepsa cambia su nombre un siglo después y se reinventa como ‘Moeve’ por su apuesta por la energía verde

Cepsa se lanza a una reinvención total. El grupo emprendió hace dos años una profunda transformación de sus negocios para apostar por las energías sostenibles y para pasar de ser sólo una petrolera a convertirse en una compañía multienergía apuntalando su proceso de descarbonización. Ahora la compañía da un paso más cambiando el nombre que le ha acompañado desde hace casi un siglo como forma de afianzar y evidenciar su giro verde.

Cepsa, nacida en 1929 como la primera petrolera privada española y que desde entonces ha mantenido intacto su nombre (que es el acrónimo de Compañía Española de Petróleos, Sociedad Anónima), pasará a denominarse Moeve como parte de la transformación que emprendió hace casi tres años, con el lanzamiento de su nueva estrategia Positive Motion a principios de 2022 para agarrarse a las energías sostenibles.

“Me ilusiona comunicar el cambio de una gran marca, Cepsa, que ha estado con nosotros más de 90 años, para decirle al mundo que nos estamos transformando en otro tipo de organización, Moeve, en la que la mayor parte de sus beneficios provengan de actividades sostenibles a final de esta década”, ha desvelado este miércoles el consejero delegado del grupo, Maarten Wetselaar. “Presentamos una nueva marca que refleja nuestro firme compromiso para ser un referente de la transición energética en Europa, en especial en el campo del hidrógeno verde, los biocombustibles 2G y la movilidad eléctrica ultrarrápida”.

"Compañía Española de Petróleos ya no representa lo que somos y lo que seremos. Con Moeve pintamos un camino hacia energías más sostenibles"

Maarten Wetselaar

— CEO de Cepsa

La renovación integral de la imagen de la compañía se materializará a partir de noviembre mediante la implantación progresiva de la nueva marca en todas sus estaciones de servicio, que dejarán de lucir el icónico rojo de Cepsa que las ha acompañado durante décadas y que irán asumiendo la nueva enseña en tonos azules a un ritmo de unas 600 gasolineras por año, hasta llegar dentro de tres años a las más de 1.800 que la compañía opera en España y Portugal. La compañía también lanzará este miércoles una ‘macrocampaña’ de publicidad a nivel global para dar a conocer su nueva denominación al gran público.

Un giro ‘verde’ de 8.000 millones

“Hoy lanzamos Moeve como enseña de nuestro siguiente paso en la historia del sector energético. Nacimos con las siglas de Compañía Española de Petróleos SA en 1929 para construir la primera refinería de España y liderar la primera transición energética, y durante casi un siglo Cepsa ha tenido un papel determinante como impulsor del progreso y crecimiento de España. Hoy, sin embargo el mundo necesita otro tipo de soluciones mas sostenibles”, ha sentenciado el consejero delegado. “Cepsa ha cumplido su misión a lo largo de este siglo. Pero Compañía Española de Petróleos ya no representa tan fielmente lo que somos y lo que seremos (…) Con Moeve pintamos un camino hacia energías más sostenibles que nos hacen caminar hacia el futuro. Un futuro que tiene futuro”.

Cepsa, la segunda mayor petrolera del mercado español, activó a principios de 2022 un proceso de reinvención hacia los negocios sostenibles con su nueva estrategia Positive Motion. La hoja de ruta a largo plazo del grupo recoge inversiones de entre 7.000 y 8.000 millones de euros hasta 2030, de las que el 60% se destinará a levantar plantas de hidrógeno verde con 2.000 megavatios (MW) de capacidad y otras de fabricación de biocombustibles con una producción de 2,5 toneladas al año, especialmente destinadas a descarbonizar el sector aéreo, y para impulsar una potente red de recarga ultrarrápida de vehículos eléctricos .

La compañía, controlada por el fondo soberano de Abu Dabi (Mubadala) y el fondo estadounidense Carlyle, desarrollará proyectos de renovables para consumo propio con 7.000 MW de capacidad. Cepsa se ha marcado el objetivo de ir más allá de las cero emisiones netas en 2050 y se dispone a alcanzar incluso un saldo positivo de descarbonización en poco más de dos décadas.

En los dos últimos años la compañía ha aligerado al máximo su dependencia de la producción de petróleo y el gas. Cepsa ha cerrado en este tiempo la venta de sus activos de exploración y producción de hidrocarburos en Abu Dabi, en Colombia y Perú, lo que supone desprenderse de cerca del 70% de su negocio petrolífero, y también ha vendido su filial de butano, propano y autogás (Gasib).

Choque ‘fiscal’ con el Gobierno

Cepsa ha subrayado este mismo miércoles como una pieza clave de su estrategia de transformación el desarrollo del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, el mayor proyecto europeo del nuevo gas renovable, y que la compañía la semana pasada amenazó con paralizar si el Gobierno español decide hacer permanente el impuesto especial a las grandes energéticas.

El consejo de administración de Cepsa decidió dejar en suspenso sus inversiones en proyectos de hidrógeno verde en el mercado español por la incertidumbre fiscal en el país. El Valle Andaluz del Hidrógeno contempla inversiones conjuntas por 5.000 millones de euros, tanto en la construcción de dos plantas de producción de hidrógeno en Cádiz y Huelva con una potencia de 2.000 MW (por 3.000 millones de euros) como en el despliegue de plantas de renovables para alimentar los electrolizadores (otros 2.000 millones más).

En paralelo, Cepsa está desarrollando un enorme complejo de producción de biocombustibles de nueva generación en Huelva, con capacidad de generar un millón de toneladas de combustible sostenible para la aviación y diésel renovable cada año, y está transformando su cartera de productos químicos hacia soluciones más sostenibles y ligadas a la economía circular. El grupo también destaca que ya cuenta con más de 160 puntos de carga ultrarrápida operativos en sus estaciones de servicio y espera terminar el año con 400 enchufes instalados.