SECTOR INMOBILIARIO

Banco Santander reduce al mínimo su exposición al antiguo 'ladrillo tóxico' del Popular, controlado por Blackstone

El fondo norteamericano pasará a controlar más del 90% de Quasar, frente al 51% que disponía hasta el momento

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín. / EDUARDO PARRA

Banco Santander y Blackstone ultiman la reorganización de Quasar, sociedad que aglutina el 'ladrillo tóxico' que heredó la entidad financiera tras la absorción de Banco Popular, que pasará a controlar en la práctica totalidad el fondo norteamericano con el banco con una posición residual.

Según ha adelantado Bloomberg, la operación se ejecutará a través de una reducción de capital y una posterior ampliación que será únicamente suscrita por Blackstone. El porcentaje final que pasará a controlar se desconoce, aunque será superior al 90%. Consultadas fuentes de Blackstone, Aliseda y Banco Santander, ninguno ha querido hacer comentarios al respecto.

Según ha salido publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) este jueves, la sociedad Project Quasar Investments 2017 ha notificado una reducción de capital de 292.82 millones de euros, quedándose únicamente con 3.000 euros, que posteriormente se ha ampliado en 47.000 euros. Además, se registra el nombramiento de Miguel Acosta Ramírez, asesor general corporativo de los servicer de Blackstone, como secretario no consejero, y de María José Riquelme Ortiz, directora corporativa y de M&A de Aliseda, como vicesecretaria no consejera. Entre las salidas, destaca la del consejero Jesús Pérez Rodríguez de Banco Santander.

El origen de esta operación se remonta a 2017, cuando Santander acordó traspasar a Blackstone el 51% del negocio inmobiliario (incluidos inmuebles y créditos) que poseía el Banco Popular, entidad que había sido comprada por el banco de origen cántabro por solo un euro dos meses antes. El perímetro de la transacción incluyó activos con un valor bruto contable agregado de unos 30.000 millones de euros y el 100% del capital de Aliseda. Solo los activos en España, principalmente inmuebles, créditos dudosos y activos fiscales, era de aproximadamente 10.000 millones.

Tras culminar la reordenación, el fondo norteamericano pasará a controlar también casi todo el capital, además del negocio, el cual lideran desde hace siete años. Al frente en España está Eduard Mendiluce, consejero delegado de Aliseda y Anticipa, servicers a través de los que se canaliza el saneamiento de los inmuebles —o la ejecución de la garantía en el caso de los préstamos— para su posterior venta.

Banco Santander reduce su exposición al 'ladrillo tóxico'

En los últimos años, la entidad comandada por Ana Botín ha ido desprendiéndose paulatinamente de su exposición a los restos del 'ladrillo tóxico' heredado del estallido de la burbuja inmobiliaria. Santander vendió en 2023 el 15% que conservaba en Altamira, servicer comprado por el italiano DoValue, y, recientemente, el 15% de Aktua a la sueca Intrum.

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El banco todavía conserva Diglo, servicer que también intentó traspasar sin éxito e incluye parte del perímetro de activos gestionados anteriormente por Aliseda, RetailCo y LandCo, estas dos últimas filiales especializadas en dar salida a las antiguas sucursales bancarias cerradas y los terrenos adjudicados por Santander, respectivamente.

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