Consecuencias

Así ha afectado el fenómeno DANA sector por sector: del transporte al comercio pasando por la industria

Todas las grandes actividades de la economía valenciana, con la excepción tal vez del turismo, se han visto damnificadas por las inundaciones del día 29

Un camión de bomberos en la zona cero de la DANA. / EP

Jordi Cuenca / José Luis Zaragozá / Juanma Vázquez

Las magnitudes de la DANA hablan por sí solas: 48.722 empresas afectadas, 51.000 autónomos, 355.000 trabajadores, 34.800 locales, establecimientos, naves y oficinas y 63 parques empresariales. Una de cada tres empresas y trabajadores de la provincia de Valencia, la tercera de España en población, se concentra en estas zonas afectadas por el temporal. 

El Gobierno ya ha puesto en marcha ayudas directas por 838 millones para pymes y autónomos de los pueblos damnificados, aunque la zona necesita todavía mucho más. 'activos' radiografía los principales sectores de la economía valenciana, del transporte al turismo pasando por el comercio o la industria.

A continuación, repasamos cómo ha afectado la trágica DANA sector por sector.

La agroalimentación se refugia en los seguros y las ayudas

Vista de las calles de Utiel que se anegaron. / Levante-EMV

El sector agrario y la industria alimentaria valenciana afectadas por la devastadora DANA se refugian en los seguros y las ayudas públicas para replantar cultivos y renovar la maquinaria. Y es que, según los mandatarios de AVA-Asaja y la Unió Llauradora, Cristóbal Aguado y Carles Peris, respectivamente, "podemos estar por encima de las 50.000 hectáreas afectadas (aquí figuran también las no aseguradas) en las comarcas centrales valencianas donde el impacto ha sido brutal, muy grave", puntualizan. Los datos facilitados por COAG indican que en solo en la comarca de Requena-Utiel hay anegadas 35.000 hectáreas de viñedo y 5.000 de almendros y en Valencia, pérdidas del 100% de la producción de caqui y mandarina. Además, muchas infraestructuras rurales están intransitables, como también casetas de riego, aperos, almacenes y naves agrícolas. Allí también se prevén pérdidas cuantiosas. En la parte industrial, firmas como Dolz-Grupo Vall Companys (avícola), Verdifresh-Foodiverse (ensaladas), Patatas Aguilar o Importaco (frutos secos), todas ellas con instalaciones en áreas inundadas, trabajan estos días contra reloj para poder mantener sus instalaciones. Algunas no prevén reducir sus puestos de trabajo. Desde la Federación Agroalimentaria de la Comunidad Valenciana (Fedacova) se asegura que los planes de ayudas con carácter urgente ya aprobados por las diferentes administraciones públicas serán claves para volver a la "nueva normalidad". La citada firma de frutos secos, que preside Toño Pons, proveedora de grandes cadenas de la distribución como Mercadona, asegura que en Importaco "ahora es tiempo de estar al lado de nuestros equipos y vecinos. Gracias al esfuerzo de las personas que forman Importaco se está reanudando la actividad en Beniparrell, una de las zonas dañadas". Además, tiene el compromiso de "mantener todos los empleos en estas fábricas y seguir generando riqueza en el territorio", declara Pons. Con todo, los ERTE por fuerza mayor son inevitables en algunas empresas, como la cárnica Campofrío. El arroz se ha salvado de la DANA, porque ya estaba segado y en los almacenes.

La automoción, un pilar económico muy golpeado

Cartell de la fábrica de Ford Almussafes. / Europa Press

Decenas de millones de euros en pérdidas en el conjunto del sector y una gran empresa como Ford Almussafes optando por recurrir al ERTE por Fuerza Mayor. Ese es el contundente resumen que la DANA y sus consecuencias deja ya para un sector como el del automóvil, clave en la economía de la Comunidad Valenciana al representar un 8% de su Producto Interior Bruto (PIB) y generar casi el 6% del empleo. Sobre su situación y la necesidad de ayudas "inmediatas" que proclama esta actividad, esta misma semana el clúster que integra a la industria auxiliar, AVIA, señalaba que dada "la magnitud de los daños" en algunas de sus empresas ubicadas en zonas afectadas -impacto que iba desde instalaciones inundadas a pérdidas de maquinaria, equipamiento o vehículos- resultaba "imposible estimar con precisión cuándo podrán retomar su actividad". Lo que sí aproximaban, al menos en la primera evaluación, era el coste conjunto de los daños, que había sido de "decenas de millones de euros".

Un golpe que se suma al de la paralización productiva, todavía sin una fecha confirmada de duración, de la factoría de Ford en Almussafes, que aunque no sufrió directamente la catástrofe de las inundaciones si se ha visto lastrada por los efectos del agua en carreteras y en zonas donde residen parte de sus trabajadores, así como por la afección del desastre en algunos de sus proveedores. Este hecho ha provocado que la multinacional haya pedido un ERTE por fuerza mayor.

Sin embargo, los problemas en el automóvil también se vislumbran en los concesionarios. Y es que, según calcula la patronal Faconauto, las pérdidas en sus establecimientos -como el de JR Valle en Sedaví, devastado en la imagen- rondaban los 490 millones de euros tras haber perdido alrededor de 18.500 vehículos -mayoritariamente turismos y comerciales, aunque también industriales- que tenían en stock. Una pérdida, en un momento en el que este sector tiene como "prioridad reanudar su actividad cuanto antes", que se da con una catástrofe que también ha impactado en la ciudadanía. No en vano, según sus estimaciones, la DANA ha arrasado cerca de 90.000 vehículos.

El metal, el gran motor de la industria

No tiene el empaque de otros sectores, como la cerámica, pero se trata de la primera actividad industrial de la Comunidad Valenciana. Singularmente, de la comarca de l'Horta Sud, la más afectada por las inundaciones. Eso implica más empresas de mayor tamaño, mejores salarios para sus trabajadores y una inversión importante en innovación tecnológica. Quiere decir esto que el metal es esencial en una economía en la que sus protagonistas abogan por acrecentar el peso del sector industrial como garantía de una mejor productividad. Las cifras hablan por sí solas, porque estamos ante una actividad que por sí misma representa el 27,9% del PIB industrial y el 12% del PIB valenciano.

El metal da empleo a 228.279 trabajadores en la Comunidad Valenciana con datos del segundo trimestre de este año, casi la cuarta parte de los 1,093 millones que suma en el conjunto de España. Ahora bien, la producción registró en el último año un descenso del 15%, arrastrada por la caída del 31% del automóvil y su industria auxiliar, que pena los problemas de Ford Almussafes. Esta actividad en su conjunto representa el 33% de las exportaciones valencianas (6.327 de 19.388 millones), pero sus cifras han bajado desde los 7.049 millones del primer semestre de 2023.

Así que el metal llegó con estas dificultades al 29 de octubre y no es hacer un presagio decir que el futuro irá a peor. El presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval), Vicente Lafuente, lo ha resumido de forma dramática: las empresas del sector en l'Horta Sud "están aniquiladas al 100%". Y la recuperación de las mismas es difícil. Es cierto que se trata de un sector con gran disparidad, porque acoge desde ferreterías a instaladores, pero también a fabricantes de todo tipo de estructuras metálicas, de maquinaria y de aparatos eléctricos y electrónicos. Muchas de ellas han quedado devastadas por la acción del agua en sus polígonos o en ciudades y pueblos, incluidas unas máquinas caras y en ocasiones muy exclusivas.

El Triángulo del Mueble queda arrasado

Tienda IKEA que situada en el parque comercial Alfafar Parc de Valencia. / EFE

Si hay una actividad típica en la zona arrasada por la DANA es la que está relacionada con la madera. El conocido como 'Triángulo del Mueble', que se concentra en tres poblaciones -Alfafar, Benetússer y Sedaví (en la imagen, estado de su polígono industrial)- acumula el 40% de la producción de este sector en la provincia de Valencia. Incluye muebles, cocinas, puertas, parquet, tableros y chapas. Estamos hablando de una actividad que aglutina a más de 3.000 empresas que generan más de 25.000 puestos de trabajo en la Comunidad Valenciana, según el presidente de la patronal sectorial Fevama, Alejandro Bermejo.

Pero es algo más que números porque forma parte de la identidad empresarial valenciana, de la misma forma que lo es la citricultura. Basta con recordar lo que ha implicado para Feria Valencia este sector, cuyo certamen, la Feria Internacional del Mueble, fue el gran impulsor del auge de esta institución. Se trata de un sector que tuvo un cambio de siglo difícil, que tuvo que afrontar una especie de reconversión desde un mueble muchas veces muy clásico y alejado de los nuevos gustos en la decoración, además de tener una dura competencia exterior e interior. Sin embargo, como prueban los buenos números de visitantes y negocios obtenidos en las últimas ediciones de su certamen, el sector, más modernizado, parecía haber salido del periodo de dificultades y haber conectado con una clientela más moderna. Ahora le ha llegado un tsunami que le afecta más que a otras actividades porque su materia prima, la madera, queda inservible tras su contacto prolongado con el agua, como acaba de suceder.

Bermejo califica la catástrofe ocurrida la semana pasada de "duro golpe". "No podemos valorar todavía la magnitud de los daños puesto que hay gente que aún no ha podido acceder a sus empresas debido a su situación personal, la dificultad de acceso al polígono en el que se encuentran o, simplemente, porque aún están sacando fango o enseres acumulados", añade. "Más adelante", continua Bermejo, "deberemos valorar los paquetes de medidas necesarias para rehabilitar todas esas viviendas afectadas y que las empresas dañadas puedan recuperar su actividad cuanto antes, aunque sabemos que será un largo proceso".

Los súper buscan otras rutas para abastecer tiendas

Un vecino camina junto a un comercio afectado en Paiporta. / EFE

El sector de la distribución comercial pide calma, aunque no lo tiene fácil. Las cadenas de supermercados e hipermercados que operan en la Comunidad Valenciana proponen no hacer acopios innecesarios. Así lo reclama el director de la asociación de supermercados Asucova, Pedro Reig, que cuenta entre sus asociados con MasyMas, Dialprix, Hiperber, Spar, Consum y Mercadona. También la patronal nacional Asedas (Día, Lidl y Aldi, entre otras) y Anged (Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Eroski y Costco) sostienen que la estructura del sector alimentario en la provincia de Valencia es "sólida" y garantiza el suministro de productos en sus tiendas. Sin embargo, el desabastecimiento en algunos establecimientos de productos frescos, agua embotellada, leche o pan es notorio. Algunos centros logísticos más próximos a la capital del Túria han quedado inundados y por eso se complica el abastecimiento de algunas estanterías. A ello se suman los cortes de carreteras. Las firmas tienen que acudir a almacenes más lejanos ubicados en Alicante, Barcelona o Madrid. Según fuentes de Mercadona, "las empresas necesitan escenarios predecibles con los que poder tomar decisiones. Hay que trabajar por minimizar la incertidumbre en el futuro, aprender de los errores y que se realice la inversión que sea necesaria para evitar tragedias como esta en un futuro", explican desde la firma que preside Juan Roig. Según Mercadona, "el cauce nuevo del Túria es un gran ejemplo que nos debe servir de inspiración". Y sostiene que la distribución alimentaria ha demostrado que cuenta con una estructura y una logística sólida capaz de garantizar el suministro de productos en sus tiendas en este contexto afectado por la DANA. "Han sido y son momentos difíciles en donde la compañía se puso, desde el minuto uno, a disposición de las autoridades para ayudar a vecinos, proveedores y trabajadores como, por ejemplo, las donaciones de productos de primera necesidad a ayuntamientos de la zona cero y a centros de acogida de la ciudad de Valencia, entre ellos, el habilitado en L'Alqueria del Basket". Desde Mercadona dicen: "Haremos todo lo que sea necesario para contribuir a recuperar la actividad económica y social en Valencia".

El transporte y la logística ralentizan Valenciaport

Camiones y turismos afectados por la Dana junto al puerto de Valencia. / EP

Aunque el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, asegura que el Gobierno central trabaja a destajo para reparar las infraestructuras de carreteras y ferroviarias de la red del Estado (sobre todo la A-3, A-7, V-30 y V-31), la terrible DANA ha dejado fuera de juego a unos 12.000 camiones y vehículos comerciales ya sea porque han sido arrastrados por las aguas o bien porque no pueden operar con sus áreas de carga y descarga. El 'hub' del transporte y la logística cuya actividad ha quedado ralentizada es el puerto de Valencia, que canaliza alrededor del 40% del comercio exterior vía contenedores marítimos que mueve España. La línea ferroviaria entre el emplazamiento marítimo que preside Mar Chao y Madrid dilatará su reapertura hasta el próximo mes de diciembre para reabrir de forma totalmente operativa. Con todo, el sector ferroviario de mercancías no teme un desvío masivo de recursos en detrimento de las obras del corredor mediterráneo y atlántico. La patronal del transporte Fevet y la asociación de empresarios y directivos logísticos Propeller-Valencia instan a las administraciones públicas a habilitar rutas alternativas para los camiones, que solo pueden operar de noche en algunas carreteras para llegar a Valenciaport. Mientras, las grandes terminales de contenedores de navieras como MSC, Maersk y Cosco amplían sus horarios para no colapsar el recinto marítimo.

- Las zonas afectadas asumen el golpe en el turismo

Toneladas de cañas arrastradas hasta la playa de Marianet, en Valencia. / EFE

Un sector que venía marcando récords durante este 2024, el turístico, tampoco se ha librado de los efectos de la DANA. Así, dentro de una actividad que genera el 16% del PIB valenciano, el presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunidad Valenciana, Luis Martí, no puede dar aún una cifra de daños económicos o empresas del sector golpeadas, aunque tiene claro que ha habido "máxima afectación" en aquellos establecimientos ubicados en el área metropolitana de Valencia. Son negocios como los de la hostelería, en los cuáles su presidente, Manuel Espinar, señala que esta catástrofe -apreciable en la imagen en una cafetería del barrio de La Torre- llega "en una situación peor que con la pandemia". Por ello, ambos reclaman "medidas inmediatas y ágiles".

Más allá de estos entornos, dentro de los alojamientos del sector, la secretaria general de la patronal hotelera Hosbec, Mayte García, apuntaba esta semana que había habido cancelaciones en algunas reservas -por los problemas de comunicación o la suspensión del gran premio de motociclismo en Cheste-, aunque esas habitaciones -al igual que las viviendas turísticas, confirmó la pasada semana la patronal APTUR- en las zonas afectadas las habían ocupado desde personal de emergencias a ciudadanos afectados. No obstante, en la ciudad de Valencia -principal reclamo de la provincia- la actividad hotelera ha seguido más o menos con normalidad y, para el futuro, García cree que el sector no se verá perjudicado por la catástrofe.

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Miles de comercios devastados por las inundaciones

Una mujer retira el lodo acumulado en su comercio en Picanya. / EFE

 Una de cada diez personas en la Comunidad Valenciana trabaja en el comercio, lo que convierte a este sector en uno de los puntales de sustento de la autonomía donde el golpe de la DANA ha sido contundente. Tanto que ha ocasionado unas pérdidas que, según los primeros datos empresariales, podría rondar los 1.400 millones de euros en el conjunto del sector. Como reconoce Rafael Torres, presidente de la patronal del pequeño y mediano comercio, Confecomerç, "el daño es descomunal", dejando entre 4.000 y 5.000 establecimientos minoristas -como el de la imagen, en Benetússer- "que se han ido al traste". Es una visión que comparte el portavoz valenciano de la patronal de la gran distribución (Anged), Joaquín Cerveró, quién señala que, a pesar de que es "imposible saber los daños económicos", en su actividad "hay dos grandes siniestros totales, uno en la parte de Sedaví y el otro en la de Bonaire y Alcampo". Ambos dirigentes piden a las administraciones "agilizar" las ayudas para recuperar una actividad que a nivel de infraestructura -cree Torres- podría tardar "entre uno y dos años en reconstruir lo que se ha dañado". Por ello, el responsable del pequeño comercio reclama "paralizar todo tipo de pago de impuestos, como las cuotas de autónomos, IRPF, IBI, etc." porque el minorista "es un sector con poco pulmón económico". Lo que parece que sí va a retornar a la normalidad antes será la logística en la gran distribución, ya que como apunta Cerveró debería estar "normalizado entre esta semana y la que viene".

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