IPC

La electricidad y el gas subieron un 6% en octubre y la inflación de los alimentos remonta una décima

El suministro de agua también repunta un 3% respecto a un año atrás, según el Instituto Nacional de Estadística

Una señora compra en un supermercado de Barcelona

Una señora compra en un supermercado de Barcelona / ELISENDA PONS

Paula Clemente

El encarecimiento del coste de la vivienda fue lo que más castigó al bolsillo del consumidor en octubre. Así lo sugirió hace unas semanas el Instituto Nacional de Estadística (INE) y así lo confirma la radiografía definitiva publicada por el mismo organismo estadístico este jueves. En octubre, el Índice de Precios al Consumo (IPC) repuntó hasta el 1,8% tras cuatro meses consecutivos a la baja, y lo hizo, especialmente, porque los precios de la electricidad, el gas y otros combustibles parecidos subieron un 6,1%. Contribuyeron de forma notable otras partidas de gastos, como los seguros, que están un 9% más caros ahora que hace un año, o los paquetes turísticos, que se encarecieron un 7%, pero ninguna tan sensible como los suministros para el hogar. Además, otro elemento básico de gasto sigue al alza y remontando una décima: el de la alimentación.

Para empezar, lo que se confirma es que la inflación avanzó otro 1,8% en octubre, lo que quiere decir que la vida en España es un 1,8% más cara ahora, que hace un año. Esto tiene una doble lectura. La optimista, que se trata del segundo mes consecutivo que esta tasa se sitúa por debajo de las cotas que el Banco Central Europeo (BCE) considera que equivalen a una inflación saludable (el 2%), un escenario en el que no nos situábamos desde principios de 2021, antesala de las subidas exageradas de precio. La pesimista, que supone remontar tres décimas la misma comparativa hecha en septiembre (+1,5%). Además, que la inflación subyacente –aquella que no tiene en cuenta los elementos más volátiles– también remonta una décima, hasta el 2,5%

Lo que añade la información hecha pública este jueves es cuales son los gastos que están llevando esta gráfica hacia arriba. El principal son los restaurantes y hoteles, que suben un 4,3% su precio (algo menos, sin embargo, que los meses anteriores); sigue, muy de cerca, la vivienda, que se encarece un 4,2% por la subida del gas y la electricidad (+6,1), el agua (+3%) o el alquiler (+2,3%); y cierran el podio el alcohol y el tabaco, que están, ahora, un 3,6% más caros que hace un año.

Precio de la alimentación

En este lado de la balanza también se encuentra el universo alimentario. La cesta de la compra estaba en octubre un 1,9% más cara que hace un año, lo que significa que comprar alimentos cuesta en torno a un 30% más que en octubre de 2019, último año de estabilidad en sentido macroeoconómico. Esto supone añadir una décima a una inflación que llevaba seis meses consecutivos a la baja, aunque esto se relaciona con la recuperación del IVA de determinados alimentos básicos a los que se rebajó el gravamen para tratar de forzar sus precios a la baja cuando éstos estaban desbocados.

En este sentido, los artículos que más suben son el chocolate (+21,2%), que va a más tras todo el año con subidas acusadísimas; la carne de ovino y de caprino (+11,1%), el cacao y el chocolate en polvo (+10%), las patatas (+8,8%) y las legumbres y hortalizas secas (+5,8%). Compensan, en cambio, el azúcar (-4,4%), los aceites que no son de oliva (-4,2%), la pizza y la quiche (-4%), las frutas frescas o refrigeradas (-3,7%) y los productos a base de cereales, que no sean los cereales típicos de desayuno (-3,2%).

Donde sí se nota más la desaparición del escudo del IVA 0% o súperreducido es en la comparativa mensual. Después de tres meses en que la cesta de la compra estaba más barata que los 30 días anteriores, este coste vuelve a subir un 1,4% en octubre, en comparación con los precios de septiembre. Es la subida más acusada del año, especialmente motivada por lo que suben la fruta, las legumbres y las hortalizas frescas.

El transporte, lo único que se abarata

Hay otras partidas de gasto también muy extendidas que siguen encareciéndose, aunque lo hagan, como en el caso de la alimentación, de forma moderada. La educación se anota un 2,6%el ocio y la cultura, un 2%la sanidad, un 1,9%; los muebles y artículos para mantener el hogar, un 0,5%; y la ropa y el calzado, un 0,4%. Con todo, este último paquete ha subido un 8,5% de precio en comparación con lo que mostraban las etiquetas en septiembre, un comportamiento típico –matiza el INE– al comienzo de la temporada otoño-invierno.

De hecho, el único gasto fijo que se abarata es el transporte (-3%), empujado por la caída del precio del gasóleo (-15,7%) y la gasolina (-3,5%). También está más barato el tren, tras muchos meses plano (-3,7%), y las bicicletas (-3,1%). En cambio, se disparan de precio los viajes en barco u otro tipo de transportes marítimos (+40,2%).

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