CÍRCULOS CONCÉNTRICOS

Solaria se quema con el sol

La que fuera una de las empresas pioneras en el sector fotovoltaico español ha perdido dos terceras partes de su valor en tres años y medio. Hoy, como sus competidoras, quiere diversificarse para recuperarse

Foto de archivo de Solaria / SOLARIA

Martí Saballs Pons

Precios de energía a la baja, una proyeción de multiplicar la oferta por 2,5 hasta 2030, intervencionismo administrativo y complejidad legal hasta el mayor detalle y dividido en 17 comunidades autónomas, mercado muy atomizado en toda la cadena de valor del sector, el papel decisivo de las grandes energéticas y de las redes de distribución que quieren ser parte activa en la transformación del sector, la competencia directa de otras energías renovables como la eólica y la espera de una transformación tecnológica decisiva que permita desarrollar mejores sistemas de almacenamiento.

Solaria, pionera en el sector de la energía fotovoltaica en España, fundada en 2002, cotizó ayer en Bolsa a 9,15 euros tras caer un 7,58%. Está cotizando ya por debajo de su salida en 2007, a un precio de 9,5 euros la acción. La compañía controlada por la familia Díaz-Tejeiro y Larrañaga, con un 35% del capital, llegó a valer 3.900 millones en enero de 2021; hoy su capitalización es de 1.150 millones. Además de la familia fundadora, entre sus accionistas siguen estando algunos de los grandes grupos de fondos internacionales: Norges Bank (4,28%), Blackrock (4,16%), DWS (3,37%), Amundi (3,07%) y Mirova/Natixis (3%).

La presentación de los resultados de los nueve primeros meses del año fueron la guinda que hundieron las acciones de la empresa. El Ebitda (resultados después de pagar intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones) cayó un 14% hasta 132 millones y el beneficio neto lo hizo un 34% hasta 57 millones. La deuda financiera es de 1.000 millones de euros frente a un patrimonio neto de 582 millones. Las expectativas de las casas de análisis eran que la empresa obtuviera más de 300 millones en Ebitda en 2026 gracias a la nueva apuesta de diversificación internacional y de apertura hacia nuevos negocios.

La gran baza de la empresa presidida por Enrique Díaz-Tejeiro es la financiación marco de hasta 1.700 millones de euros que le otorgó el Banco Europeo de Inversiones en septiembre de 2023. El proyecto incluye la construcción de hasta 120 plantas fotovoltaicas en España, Italia y Portugal que deben estar operativas a finales de 2028. La capacidad total de estos proyectos, estimada en 5,6 Gigawatios (GW), será clave para su crecimiento futuro. Actualmente, Solaria cuenta con 1,6 GW instalados más 1,53 en construcción. El objetivo es llegar a 18 GW en 2030 a través de fotovoltaica, eólica y sistemas híbridos, sumando España más internacionalización, donde tiene un peso relevante en Alemania. Un informe de RBC y otro de Goldman Sachs consideran que el futuro de Solaria también pasa por su capacidad de desarrollar generación de energía para los Centros de Datos que se están instalando en España, y por la aportación de sistemas de baterías y almacenamiento de electricidad.

Que el mercado del sol está en plena expansión es un hecho. España es con 30 GW instalados en energía fotovoltaica la segunda potencia de la UE tras Alemania, con 73,8 GW. ElPlan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) pone como objetivo que España debería llegar a los 76,2 GW en energía fotovoltaica en 2030, una cifra a la que podría llegarse antes si se ejecutaran los permisos de acceso ya solicitados en los que el hito medio ambiental es el primero que debe superarse. Centenares de compañías y fondos de inversión rivalizan para adjudicarse estos proyectos. Hasta octubre, la generación de renovables en España ya ha representado un 57% según Red Eléctrica.

José Manuel Soria, socio de Grant Thornton Canarias y ex ministro de Industria, Energía y Turismo de 2011 a 2016, expica que este sigue siendo un sector donde hay mucho "apetito y en que España esá destinada a consolidarse como potencia". ¿Cuál es el gran problema? "Nos procupa la magnitud de la burocracia creciente en todos los niveles de la administración que puede generar confusión y desaliento entre potenciales inversores". Soria pone por ejemplo la cada vez mayor dificultad en instalarse en terrenos incluso áridos que nunca han generado producción agrícola. Incluso, agrega, se acumulan los retrasos en el desarrollo de las redes necesarias para el transporte energético.

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¿Puede la caída de precios afectar también al sector y a empresas como Solaria? Para el ex ministro, se trata de un negocio cíclico y "ahora nos encontramos en la fase bajista". La volatilidad tenderá a estabilizarse y la consolidación de nuevas tecnologías convertirán los presupuestos del sector en más predecibles. Es lo que esperanSolaria y tantas otras.

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