SARA AAGESEN, MINISTRA Y VICEPRESIDENTA

La gran escudera técnica de Ribera escala a lo más alto de la política

Ingeniera y una de las almas más técnicas de la política energética (y protagonista discreta durante la crisis) sonaba como ministra desde hace meses, pero por sorpresa también se pondrá unos galones de vicepresidenta normalmente sólo reservados a pesos pesados de la política.

Sara Aagesen, nueva ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno. / Miteco

Sara Aagesen (Madrid, 1976) es uno de los perfiles más técnicos y mejor valorados del Gobierno. Ingeniera química, especializada en medio ambiente, ha estado en la sala de control de la política energética nacional en todos los gobiernos de Pedro Sánchez y ha sido la gran escudera de Teresa Ribera durante este tiempo. Primero como asesora principal y luego como secretaria de Estado de Energía.

Y ahora se pondrá al frente con mando total en plaza como ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y también como vicepresidenta tercera del Gobierno, en sustitución de la propia Ribera tras conseguir desatascar su nombramiento como vicepresidenta ejecutiva y supercomisaria de la nueva Comisión Europea. Peso pesado de la política energética, Aagesen -que no es militante del PSOE- ahora tendrá que serlo también de la política a secas.

El Ministerio para la Transición Ecológica es un pilar clave de todo el proyecto sanchista. Un área crucial para impulsar la ineludible transición energética del país, imprescindible tanto para avanzar en la descarbonización de la economía del país contra la emergencia climática como por la oportunidad económica para la industria del país que debe representar la revolución de las energías renovables. La nueva ministra y vicepresidente hereda el papel de ser el alma ecologista y verde del Ejecutivo.

Aagesen es desde enero de 2020 secretaria de Estado de Energía del ministerio, al que se incorporó dos años antes, en 2018, como asesora del gabinete de Ribera en el primer gobierno de Sánchez. No era una asesora al uso, entonces ya se responsabilizó de la dirección, coordinación y definición del borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y de la Estrategia a Largo Plazo 2050, las dos grandes hojas de ruta sobre las que se asienta la política energética nacional y que son el pilar de todos los objetivos ambientales para las próximas décadas.

Una larga e intensa experiencia y un perfil técnico que tranquiliza a todo el sector energético, siempre temeroso de la llegada de “aterrizados” sólo profesionales de la pequeña política partidista, sin conocimientos sobre la materia, y que normalmente no llegan a tenerlos del todo antes de su salida del Ministerio.

Crecer en la crisis

Aagesen se fajó a lo grande participando directamente en el diseño de todo el armazón legislativo y el escudo social para hacer frente a lo peor de la crisis energética, y negociando junto a Teresa Ribera en Europa las políticas para combatir aquel terremoto económico histórico. Se fajó, tuvo un papel clave, pero fue uno de esos protagonistas discretos que reconocen los otros protagonistas de la alta política y de la economía, pero que pasan casi inadvertidos para el público. El escenario ahora cambia por completo.

Sara Aagesen llevaba meses apareciendo permanentemente en las quinielas de cara a la sustitución de Ribera. Daba bien como ministra, sonaba. Y en las últimas semanas en los entornos ministeriales y monclovitas se apuntaba que estaba teniendo un papel directo en la gestión de la crisis de la DANA y en la gestión del propio Ministerio. Pero la sorpresa que ha dado Pedro Sánchez ha sido elegirla también para ocupar la vicepresidencia tercera del Gobierno, un papel normalmente sólo reservado para pesos pesados de la política. Aagesen completará la terna de vices junto a María Jesús Montero (PSOE) y Yolanda Díaz (Sumar)

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En los mentideros políticos se planteaba como posible que el Presidente repitiera la fórmula aplicada para la sustitución de Nadia Calviño por su salida del Gobierno para ocupar la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Entonces se eligió a un técnico como Carlos Cuerpo como ministro, pero la vicepresidencia primera y la comandancia económica recayó con ascenso en María Jesús Montero. Cuerpo ha ido ganando con los meses peso político en su discurso, ya no es sólo el ministro técnico de Economía. Veremos si es el camino que tendrá que seguir también ahora Aagesen.  

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