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El mundo pierde cada segundo millones de litros de agua y Aganova es la empresa capaz de evitarlo

La empresa malagueña ha logrado convertir en referencia internacional sus dispositivos tecnológicos para detectar dentro de las grandes tuberías de abastecimiento de agua potable dónde se producen las fugas, grave problema que en el mundo causa la pérdida de más de un 35% del caudal transportado

Técnicos de Aganova durante la revisión del estado de grandes tuberías de distribución de agua para detectar fugas, mediante la introducción de su innovador dispositivo tecnológico Nautilus circulando por el caudal

Técnicos de Aganova durante la revisión del estado de grandes tuberías de distribución de agua para detectar fugas, mediante la introducción de su innovador dispositivo tecnológico Nautilus circulando por el caudal / El Correo

Juan Luis Pavón

Juan Luis Pavón

"Las pérdidas de agua potable por el mal estado de las grandes tuberías que la transportan hacia los municipios causa en el mundo que se desaprovechen cada segundo millones de litros de agua, y la gente no protesta porque lo desconoce y porque no es una incidencia visible". Es una lastimosa paradoja, en tiempos de multitudinarias y poco resolutivas cumbres anuales del cambio climático, que nos comenta Agustín Ramírez García, fundador y CEO de la empresa malagueña Aganova, creadora de dispositivos tecnológicos que permiten estandarizar la mitigación y remedio de este problema. Con datos en la mano del informe de la Asociación Internacional del Agua (IWA en sus siglas en inglés): "Las pérdidas totales de agua se estiman como promedio entre el 30 y el 40% del caudal que circula por las tuberías. Eso supone aproximadamente unos 126.000 millones de metros cúbicos al año, lo cual sería suficiente para suministrar agua a una tercera parte de toda la población mundial".

Las pérdidas totales de agua se estiman como promedio entre el 30 y el 40% del caudal que circula por las tuberías

El promedio de entre el 30% y el 40% de agua que no llega a su destino significa, conviene resaltarlo, que hay municipios o áreas geográficas donde se ha avanzado mucho en inversión, conservación y monitorización, y solo se pierde un 10% o 20% del caudal. Mientras que en otros asciende a más de un 60% de recursos dilapidados. En Andalucía, y en el conjunto de España, los hay tanto de un tipo como del otro. Y hay comarcas muy afectadas por las sequías donde la pérdida de agua por las tuberías agrava muchísimo la falta de lluvia y de recursos embalsados.

Dejar una empresa pública y atreverse a emprender

Agustín Ramírez García, malagueño, nacido hace 45 años, es un ejemplo de cómo cualquier persona no está predestinada a secundar un itinerario profesional en función de su contexto social y de las inercias. “Mi familia es de El Burgo, un pequeño pueblo cerca de Ronda con menos de 2.000 habitantes. Ha sido una familia muy humilde, de origen jornalero, con 9 personas viviendo en 50 metros cuadrados. Yo empecé a trabajar con 18 años de edad en la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa). Llevaba ahí 14 años, era un empleo de empresa pública, pero en 2012 decidí dejarlo y emprender como empresario para afrontar el reto de solucionar la detección de las fugas de agua”.

Para abordar esa necesidad, Agustín Ramírez creó dos empresas. Por un lado, Fugaqua, que analiza las que puedan ocurrir desde el contador y hacia el interior de los edificios, ya sean viviendas u otras instalaciones, "y cualquier abonado con contador de agua puede ser nuestro cliente, así como las aseguradoras". Por otro lado, fundó Aganova, "a la que nos hemos dedicado más de modo prioritario porque no existía en el mercado ninguna tecnología capaz de detectar dónde está la fuga cuando se trata de analizar infraestructuras como las tuberías de gran diámetro, de más de 25 centímetros, para la conducción de agua a los municipios".

De 2013 a 2015 emprendió el reto de crear el producto que diera sentido a su misión. Nautilus es su nombre. Un pequeño dispositivo con sensores que se introduce en las tuberías, circula por el caudal de agua e inspecciona las condiciones y el funcionamiento de las conducciones, siendo monitorizado en remoto desde el exterior. Para los ensayos y tests de validación, contaron con la colaboración de la Junta de Andalucía para poder experimentar en tramos de la red de 100 kilómetros de tuberías que abastece desde el Pantano de La Viñuela a municipios malagueños de la comarca de la Axarquía.

Agustín Ramírez García, fundador y CEO de la empresa malagueña Aganova, que tiene una plantilla de 32 trabajadores.

Agustín Ramírez García, fundador y CEO de la empresa malagueña Aganova, que tiene una plantilla de 32 trabajadores. / El Correo

Una innovación como Nautilus podía aportar doble ventaja en ahorro medioambiental y económico: No solo reducir la pérdida de agua, sino también aminorar el coste y el tiempo para reparar una incidencia, porque al indicar dónde está el desperfecto evita tener que abrir zanjas a ciegas en busca del problema. Los principales clientes son las gestoras de mantenimiento y abastecimiento, públicas o privadas. Como dice Agustín Ramírez, “es difícil encontrar un sector en el que la merma del producto supere el 40% de su volumen. La antigüedad media de las tuberías en funcionamiento por el mundo suele ser de 80 a 100 años. Y está constatado que cuando ya llevan en uso 5 o 10 años, pueden empezar a tener incidencias”.

La antigüedad media de las tuberías en funcionamiento por el mundo suele ser de 80 a 100 años

Los primeros que confiaron en Aganova fueron gestoras públicas como Emasa en Málaga y Emasesa en Sevilla. Muy pronto tuvieron la primera experiencia internacional, y fue un encargo insospechado. “En 2016 hubo un terremoto muy grave en Taiwan, y nos llamó el gobierno de ese país para detectar fugas en la red de tuberías más afectada por el seísmo. Allí estuvimos y eso nos ayudó a seguir mejorando”.

Recuerda Agustín Ramírez que “donde más éxito obtuvimos pronto fuera de España es en Oriente Próximo, en países con gran necesidad de aprovechar mejor la escasa disponibilidad del agua, que tienen mucho dinero para invertir, y además en su cultura está interiorizado el criterio de eficiencia en el uso del agua. Fuimos capaces de afrontar numerosos proyectos, y en el año 2019 ya teníamos proyectos de más de 1.000 kilómetros en Qatar, diagnosticamos toda su red y fue un caso de éxito por el retorno que les aportó su inversión gracias a la notable reducción de fugas tras detectarlas nosotros”.

Entrada de inversores de Suiza y EEUU

También han realizado trabajos en Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Cuba, Brasil, entre otros países. Aganova tiene ya en plantilla a 32 profesionales, de los que 6 trabajan en la sede abierta el año pasado en Dubai para intensificar su crecimiento en la Península Arábiga. “Ya hemos logrado varios proyectos grandes, y estamos también abriendo mercado en Arabia Saudí, Omán y otros países de esa zona. Ahora estamos en proceso de decidir dónde abrimos otra sede permanente, si en Estados Unidos, Asia o Latinoamérica”. Desde el año 2022 cuentan con el apoyo inversor del fondo suizo Emerald Technology Ventures y del fondo norteamericano Cimbria Capital, “nos están ayudando mucho a consolidar nuestro desarrollo internacional”.

Un equipo de Aganova, en colaboración con la multinacional Suez, durante el proceso de inspección con su sistema Nautilus para Bristol Water con el fin de detectar fugas de agua en una tubería de hierro fundido de 100 años de antigüedad en Somerset (Reino Unido). Se descubrió que se perdían 32,5 metros cúbicos por hora.

Un equipo de Aganova, en colaboración con la multinacional Suez, durante el proceso de inspección con su sistema Nautilus para Bristol Water con el fin de detectar fugas de agua en una tubería de hierro fundido de 100 años de antigüedad en Somerset (Reino Unido). Se descubrió que se perdían 32,5 metros cúbicos por hora. / El Correo

Uno de los trabajos recientes en Andalucía de los que se sienten más satisfechos es haber colaborado con la Diputación de Córdoba, a través de Emproacsa, para optimizar los recursos hídricos y mitigar el grave problema de falta de agua potable en los municipios de la Sierra Norte cordobesa. Inspeccionaron la conducción de bombeo que conecta el embalse de La Colada con la estación potabilizadora de Sierra Boyera.

Ya hemos logrado varios proyectos grandes, y estamos también abriendo mercado en Arabia Saudí, Omán y otros países de esa zona

Ya tienen en perspectiva volver al pantano de La Viñuela, donde comenzaron a ensayar con Nautilus hace 11 años, para analizar a fondo el estado actual de las tuberías que distribuyen el agua a la comarca de la Axarquía. “Los datos preliminares indican que está perdiendo mucha agua, precisamente en una zona muy afectada por la sequía”, comenta el CEO de Aganova.

Inteligencia artificial y predecir la vida útil de la tubería

En 2024 han lanzado al mercado Nautilus 2, que incorpora numerosas mejoras para la inspección. Integra una suite de nuevos sensores electromagnéticos, angulares y de presión, que facilitan implementar nuevos servicios con la ayuda de inteligencia artificial para que los gestores de las tuberías conozcan sus condiciones y su rendimiento, con análisis más sofisticados y predictivos. Nautilus 2 cuenta con un innovador sistema de seguimiento que permite el monitoreo en tiempo real de la inspección a través de la plataforma de software denominada Nemo. Explica Agustín Ramírez que “ahora no solo averiguamos fugas sino también predecir la vida útil de la tubería. Podemos analizar qué está sucediendo en cada centímetro de tubería”.

Asegura que en 2024 la generación de ingresos en Aganova ha crecido más de un 120% respecto al año anterior, y “vamos a intensificar la inversión en investigación, en 2025 dedicaremos a I+D+i un 35% del presupuesto de la empresa. Vemos la oportunidad de ser ambiciosos y avanzar mucho tecnológicamente en sensórica, en robótica, en inteligencia artificial, análisis de datos”. Para ello, David Mediano, su director de investigación y desarrollo, ha forjado colaboraciones como la que tienen con un grupo de la Escuela Politécnica de la Universidad de Sevilla experto en algoritmos.

Aganova participa en numerosos foros internacionales sobre gestión del agua. En la imagen, Marcos Barrera, director de operaciones, explicando sus innovaciones tecnológicas en la Semana Internacional del Agua celebrada este año en Singapur.

Aganova participa en numerosos foros internacionales sobre gestión del agua. En la imagen, Marcos Barrera, director de operaciones, explicando sus innovaciones tecnológicas en la Semana Internacional del Agua celebrada este año en Singapur. / El Correo

Gracias a la reputación alcanzada por su calidad, a Aganova se le ha abierto otro horizonte de oportunidades muy notable para su crecimiento. Las grandes multinacionales tecnológicas como Microsoft, Google, Amazon, etc., tienen entre sus compromisos con la Agenda Global 2030 de Naciones Unidas conseguir un balance positivo o neutro de la huella hídrica por la actividad de sus centros de datos y de sus centros de trabajo. Es un modelo similar al de reducir la huella de carbono. Con la diferencia de que el impacto de la contaminación es global, mientras que la pérdida de agua en una cuenca hídrica causa los perjuicios en esa zona en concreto.

Elegidos por Microsoft para reducir fugas en la cuenca del Tajo

Microsoft ha sido la primera que ha elegido a Aganova para tal fin, y está en marcha su primera colaboración, financiando identificar y reducir las fugas en las redes de tuberías principales de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, en la cuenca del Tajo de la provincia de Guadalajara. “Estamos muy orgullosos de que nos hayan elegido como tecnología de cabecera para ese objetivo, que se puede aplicar en otros lugares del mundo, y han valorado también nuestra capacidad de conseguir datos con sensores”, señala el fundador de esta empresa malagueña.

Las cinco claves en las que se basa la estrategia de Microsoft para alcanzar la condición de empresa positiva en materia de agua son: reducir la intensidad del uso del agua, reponer más agua de la que consume, aumentar el acceso a los servicios de agua y saneamiento para las personas de todo el mundo, impulsar la innovación para ampliar las soluciones hídricas y defender una política hídrica eficaz.

Por lo general, producir 1 litro de cerveza implica utilizar de 3 a 5 litros de agua en fábrica, más la huella hídrica del resto de la cadena productiva

Agustín Ramírez conoce los estudios que indican cómo el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial requiere entre 0,1 y 0,5 litros de agua de refrigeración por kilovatio a la hora consumido por los centros de datos. Y, por otro lado, las industrias de alimentos y bebidas, química y cosmética son ejemplos claros de grandes corporaciones empresariales que también están considerando estrategias de eficiencia hídrica para comprometerse a reducir su huella hídrica invirtiendo en mejorar las infraestructuras que abastecen al conjunto de la población.

Por lo general, producir 1 litro de cerveza implica utilizar de 3 a 5 litros de agua en fábrica, más la huella hídrica del resto de la cadena productiva, totalizando entre 40 y 300 litros de agua por litro producido, dependiendo de la región y de las técnicas de cultivo. Otro ejemplo mucho más señalado: Un kilo de carne de pollo requiere entre 4.000 y 6.000 litros de agua durante todo el proceso productivo, incluida la limpieza y la dilución de efluentes. 

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