La cara y la cruz de la IA en las empresas financieras: el 72% realizará inversiones, pero solo el 9% ha logrado avances

La inteligencia artificial (IA) avanza dentro del sector financiero, aunque el entorno invita a pensar que se trata de una tecnología aún en una fase experimental. El 72% de las compañías de este sector planean aumentar su gasto a esta partida durante los próximos seis a doce meses y el 28% afirma haber acelerado la adopción general. Sin embargo, solo el 9% considera que está realmente avanzado en este terreno, según se desprende de las conclusiones de la segunda encuesta realizada por EY European Financial Services.

Los datos de la encuesta, que sondeó las opiniones de ejecutivos europeos en más de 100 empresas con una capitalización de mercado agregada cercana a los 880.000 millones de euros, revelan que solo el 31% de las empresas financieras cree que está avanzando adecuadamente en la integración general de la IA, mientras el 60% apunta que está fase de planificación. "Solo el 11% se siente preparado para la próxima regulación al respecto y, además, aunque el 78% reconoce que su plantilla tiene solo alguna, limitada o ninguna experiencia con las tecnologías más recientes relacionadas con IA generativa, solo una cuarta parte ha establecido nuevos programas de capacitación y mejora de habilidades", añaden.

Pedro Pérez Iruela, socio responsable de FSO de EY, señala: "La IA generativa sigue siendo un tema central en la agenda de los equipos directivos del sector financiero, especialmente en su búsqueda por aumentar la productividad. La IA está transformando las reglas del juego, pero su implementación en los procesos y la formación de los equipos es un desafío complejo, sobre todo por la rapidez con la que avanza esta tecnología. Todos los actores del sector financiero, incluidos bancos, aseguradoras y gestoras de activos, tienen un largo camino por recorrer en el ámbito de la IA. Para ello, deberán adaptar sus procesos al marco regulatorio, gestionar los riesgos asociados y capacitar a sus plantillas, no solo a los perfiles más técnicos".

¿Cómo afectará la integración de la IA en los procesos?

La encuesta realizada por la 'big four' evidencia que hay un consenso entre los directivos de empresas financieras de que la integración de la IA en sus procesos podrá solapar puestos actuales: el 66% de los entrevistados cree que ya durante el próximo año un 25% de los puestos actuales podrían verse afectados y el 93% estima que hasta un 10% podrían solaparse. Los puestos más afectados serán los 'junior'. "El 59% cree que las tecnologías de IA tendrán un impacto significativo o incluso transformador en las funciones y tareas realizadas por quienes se incorporan al mercado laboral", apuntan.

Algunas de las compañías financieras ya han preparado planes para contrarrestar este fenómeno: el 25% han implementado un programa establecido para capacitación, mientras el 43% asegura disponer de planes aún en fases "muy incipientes". En el caso de los puestos 'junior', según la encuesta de EY, el 24% planea reestructurar funciones y responsabilidades a nivel inicial y solo el 25% planea integrar capacitación sobre IA dentro de su programa posgraduado. La otra cara de la moneda es que un 12% de las empresas no tiene planes de integración para su plantilla, un porcentaje que asciende hasta el 35% en el caso de la fuerza laboral más joven.

Preocupación con las nuevas regulaciones

En el caso concreto de la IA generativa, aquella que utiliza la IA para crear contenido, como texto, imágenes, música, audio y vídeos, entre los directivos encuestados ha aumentado la preocupación comprensión limitada sobre aplicaciones y su impacto generalizado y la incertidumbre con respecto a los potenciales impactos regulatorios existentes o futuros. "Las cuestiones éticas han pasado del tercer al octavo lugar; ahora hay mayor preocupación por cómo evoluciona rápidamente la IA generativa comparado con lo rápido que pueden integrarla (35%), seguido por costos e implementación (26%)", señalan desde la firma de consultoría y auditoría. Solo el 11% de las empresas afirma estar totalmente preparado para las nuevas regulaciones; mientras que el 70% dice estar preparado solo parcialmente.