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Grifols coloca 1.300 millones en bonos hasta 2030 para fortalecer su balance

El grupo, que también amplía una línea de crédito, carece de vencimientos significativos hasta 2027, asegura

Última Junta General de Accionistas de Grifols.

Última Junta General de Accionistas de Grifols. / / Europa Press

Agustí Sala

Nueva señal de Grifols a los mercados. En plena disputa con fondos activistas críticos con la gestión y dudas sobre el endeudamiento del grupo, la multinacional catalana de hemoderivados ha firmado un acuerdo para una colocación privada de bonos garantizados de 1.300 millones de euros con vencimiento en mayo de 2030, un cupón anual del 7,125% y emisión a la par. Y a la vez ha suscrito un acuerdo para extender su actual línea de crédito 'revolving' multidivisa (RCF) hasta mayo de 2027. La empresa, cuyas acciones acumulan uno de los peores resultados del Ibex este año, insiste en que no tiene vencimientos significativos hasta 2027, para disipar las dudas de algunos analistas.

Del total, 300 millones procedentes de los ingresos de la emisión se utilizarán, junto con el efectivo disponible, a amortizar los 343 millones del saldo restante de los bonos sénior garantizados (Senior Secured Notes) con vencimiento en febrero de 2025. Los 1.000 millones restantes irán a amortizar totalmente el importe utilizado de la línea de crédito 'revolving', cuyo vencimiento se amplía hasta mayo de 2027. 

Una vez cerradas ambas operaciones y aplicados los ingresos, la posición de liquidez de Grifols "mejorará significativamente, aumentando en unos 1.000 millones de euros hasta alcanzar 1.700 millones de euros proforma a partir del tercer trimestre de 2024", destaca la empresa, que espera que ambas operaciones se cierren en torno al 19 de diciembre. 

Menor apalancamiento

Con estas transacciones, Grifols reducirá "significativamente su apalancamiento" (endeudamiento), además de "fortalecer su liquidez", entre otras implicaciones en sus cuentas, que fueron cuestionadas a principios de año por Gotham City , que desencadenó un auténtico tsunami en la bolsa. El portazo del fondo canadiense Brookfield a lanzar una oferta (opa) acordada con los Grifols y que se rechazó por considerar bajo el precio, también desató en los últimos días un desplome del valor.

El responsable financiero del grupo, Rahul Srinivasan, afirma que estas operaciones "permiten concluir el proceso de mejora del balance de Grifols, allanando el camino para una posible reevaluación significativa" del valor de la empresa. El consejero delegado, Nacho Abia, por su parte, considera que con estos movimientos, Grifols "refleja claramente la confianza y el apoyo" con el que cuenta en el mercado. "A medida que nos acercamos a 2025, este logro subraya nuestra capacidad para cumplir nuestros compromisos estratégicos. Con una posición financiera fuerte, estamos bien posicionados para seguir ofreciendo terapias transformadoras que marcan una diferencia significativa en la vida de los pacientes de todo el mundo."

La nueva colocación privada de 1.300 millones de euros ha sido suscrita por un amplio grupo de inversores globales. Se trata de BofA Securities, J.P. Morgan, Deutsche Bank y Santander, que han actuado como colocadores principales. También ha contado con DNB, HSBC, Commerzbank, BBVA, Landesbank Hessen-Thüringen, Citibank, UBS, Nomura y Goldman Sachs Bank Europe SE como colocadores. Grifols ha contado con Osborne Clarke, cuya vinculación con el consejero de Grifols, Tomàs Dagá, cuestionan fondos críticos como Mason Capital, Sachem Head y también Flat Footed, que suman más del 7% del capital y que han logrado por ahora colocar un consejero independiente, Paul S. Herendeen; y Proskauer Rose LLP como asesores legales y Milbank LLP ha sido el asesor legal de los bancos e inversores. 

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