Coyuntura

El Banco de España eleva al 3,1% el crecimiento del PIB en 2024 y al 2,5% el de 2025 por el tirón del consumo

El organismo prevé que la DANA restará una o dos décimas al crecimiento del cuarto trimestre pero augura una recuperación en la primera mitad de 2025

Edificio del Banco de España / Ricardo Rubio / Europa Press

Rosa María Sánchez

A un par de semanas de que acabe el año, el Banco de España ha vuelto a mejorar por cuarta vez sus previsiones para este ejercicio, hasta situarlas en la banda más optimista de las formuladas hasta el momento. Ahora el organismo que gobierna José Luis Escrivá prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá en 2024 el 3,1%, tres décimas más que lo que estimaba en septiembre y cuatro décimas más que en 2023. Posteriormente, el ritmo de avance del producto se desaceleraría gradualmente, hasta caer a la mitad en 2027, periodo que abarca la actualización de las proyecciones macroeconómicas publicadas este martes por el Banco de España.

La previsión de un crecimiento del 3,1% para 2024 se sitúa cuatro décimas por encima de la que mantiene el Gobierno (2,7%) y también supera las últimas formuladas por la OCDE (3%) y el FMI (del 2,9%).

En particular, el informe trimestral difundido este martes también revisa al alza la previsión de crecimiento para 2025, hasta el 2,5% (tres décimas por encima de lo que se estimaba en septiembre. La desaceleración gradual de la economía proseguirá con tasas de crecimiento del 1,9% y el 1,7% en 2026 y 2027, respectivamente.

El supervisor considera que el Gobierno se ha quedado corto en el ajuste necesario para cumplir la senda de gasto comprometida con Bruselas y lo eleva a 9.000 millones de euros por año

De momento, para el cuarto trimestre, el Banco de España prevé un crecimiento trimestral del PIB en torno al 0,6% y el 0,7% -ligeramente por debajo de la tasa del 0,8% anotada en el segundo y en el tercero-, lastrado "en una o dos décimas", por los efectos de la DANA en Valencia y otras provincias españolas a finales de octubre.

Impulso del consumo privado

De acuerdo con las proyecciones del Banco de España, el consumo privado será la rúbrica con una mayor aportación al avance de la actividad en el periodo de análisis (hasta 2027), fruto de la evolución favorable que se proyecta para la renta disponible, el empleo y la confianza de los hogares, así como del incremento poblacional previsto por la vía de la inmigración.

Todo ello, en un contexto en el que el gasto público está llamado a frenarse (por la aplicación de las reglas fiscales) y en el que la inversión privada aún sigue siendo el componente más retrasado respecto a los niveles prepandemia. Para el futuro también se espera una gradual desaceleración de la llegada de turistas internacionales, así como una recuperación pareja de exportaciones y de importaciones que, en conjunto, harán que la aportación neta del sector exterior al crecimiento sea prácticamente nula en el periodo 2025-2027

El organismo calcula que la tasa de desempleo, que se situó en el 12,2% de la población activa en 2023, experimentaría un descenso paulatino a lo largo del horizonte de proyección, hasta alcanzar un valor ligeramente por debajo del 10% en 2027, según las nuevas perspectivas. Ello, a pesar de que la creación de empleo se desacelerará, desde el 3% de 2023; al 2,1% en 2024 y una tasa cercana al 1% en 2027.

Por el lado de los precios, se espera que la inflación general, que promedió un 3,4% en 2023, disminuya de manera progresiva en 2024, 2025 y 2026, hasta unas tasas del 2,9%, el 2,1% y el 1,7%, respectivamente. En 2027, en cambio, la tasa de inflación general promedio podría experimentar un repunte, hasta el 2,4 %, como resultado de la introducción prevista de un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión en la Unión Europea, que afectaría fundamentalmente a los precios energéticos.

Un impacto "limitado" de la DANA

El Banco de España calcula que los municipios afectados por la DANA representan alrededor del 2% del PIB nacional y, aunque las inundaciones han hundido la actividad económica en esta zona, se estima un impacto "limitado" en el conjunto de la economía nacional. Se calcula que la DANA habrá restado entre una y dos décimas al crecimiento del PIB español del cuarto trimestre, en línea con las estimaciones del Ministerio de Economía. El análisis del organismo lleva a la conclusión de que los efectos económicos adversos de esta catástrofe podrían revertirse durante la primera mitad de 2025, con ayuda de las medidas adoptadas por el Gobierno central y por el de la comunidad autónoma.

Se estima que las ayudas públicas tendrán un impacto de 0,5 puntos del PIB en el déficit del conjunto de las administraciones públicas repartido en 2024 y 2025. Ello provocará que el déficit público de 2024 supere el 3% del PIB previsto por el Gobierno y alcance una tasa del 3,4%. No obstante, el Banco de España explica que la parte del déficit derivada de la DANA no será tenida en cuenta por las autoridades de Bruselas a efectos de las reglas de disciplina fiscal.

El riesgo geopolítico

Los riesgos a los que están sometidas las nuevas proyecciones del Banco de España están orientados a la baja en lo que se refiere a la actividad y al alza, en inflación.

La posibilidad de una mayor guerra comercial como consecuencia de la política arancelaria que ha anunciado Donald Trump, las tensiones geopolíticas y la eventualidad de una corrección brusca en el precio de los activos financieros en los mercados internacionales de capitales forman parte de los riesgos que penden sobre las previsiones del Banco de España.

A ellos se suman otros riesgos de carácter interno, relacionados con un eventual proceso más lento de desinflación (por la deriva de los salarios), la debilidad de la inversión empresarial y el cumplimiento del Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo (2025-2028) presentado por el Gobierno. 

Un ajuste anual de 9.000 millones

En su análisis, el Banco de España estima que la senda de crecimiento del gasto comprometido por el Gobierno en el citado plan para los tres próximos años (en un promedio del 3,5%) no es coherente con el escenario macroeconómico previsto por el Ejecutivo ni con los supuestos de medidas fiscales que subyacen en el documento. Y calcula que para ello sea así, el ajuste previsto por el Gobierno (en el entorno de 0,4 puntos de PIB, equivalente a unos 6.000 millones de euros) debería ser mayor. En concreto el Banco de España calcula que es preciso un ajuste anual adicional equivalente a 0,2 puntos de PIB (unos 3.000 millones más, hasta sumar 9.000 millones) para que el país pueda cumplir con la senda de crecimiento de gasto comprometida.

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El organismo que gobierna José Luis Escrivá no determina cómo se debería abordar este ajuste adicional de 0,2 puntos de PIB, pero el informe trimestral sí incorpora un ejercicio sobre el diferente impacto en el crecimiento económico que tendría seguir por un camino o por otro. Así, según el Banco de España, si ese ajuste adicional se hace recaer sobre una menor inversión, eso acarrearía un impacto negativo equivalente a un 0,5% del PIB al final del horizonte de proyección de las previsiones (2027). Si, por el contrario, el ajuste se hace recaer sobre el resto de las partidas de gasto, el impacto sobre el PIB sería algo menor (-0,3% del PIB). La merma del PIB sería similar en el caso de hacer recaer ese ajuste de dos décimas de PIB sobre una subida de impuestos.

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