Digitalización financiera

Tres de cada diez personas ya pagan en comercios y restauración a través de dispositivos móviles

La edad es determinante en la elección sobre el método de pago: a partir de los 55 años la opción preferida sigue siendo el dinero en efectivo

La tarjeta se usa cada vez más en compras de menor cuantía: el número de operaciones en terminales de punto de venta (TPV) se ha casi triplicado respecto a 2016, mientras que el importe total se ha duplicado

Relojes y anillos marcan el inicio de los dispositivos inteligentes sin conexión

Un cliente paga con el móvil en un comercio de Barcelona.

Un cliente paga con el móvil en un comercio de Barcelona. / JORDI OTIX

Glòria Ayuso

Tres de cada diez personas realizan pagos en comercios y restauración a través de dispositivos móviles y para una de cada diez éste ya es el medio principal.

El último informe del Banco de España sobre los hábitos de uso del efectivo indica que el porcentaje de personas que dejaron a un lado los billetes y las monedas sigue aumentando desde la pandemia. En el último año, el principal impulsor del cambio ha sido la utilización de los dispositivos móviles y de servicios de pago instantáneo como Bizum, que sigue en expansión.

La edad es clave

El uso de efectivo, que sigue siendo el método más común para pagar en los puntos de venta, ha pasado en los últimos ocho años de protagonizar nueve de cada diez compras a seis, según el 'Estudio sobre las actitudes de pago de los consumidores en la zona euro' del Banco Central Europeo (BCE).

La edad es determinante en la elección sobre el método de pago. El uso combinado de la tarjeta y de dispositivos móviles se impone entre la población menor de 36 años frente al manejo de billetes y monedas, la opción preferida por las personas a partir de los 55. Los consumidores de mayor edad indican que consideran más cómodo utilizar los billetes y las monedas “por costumbre”, según el informe del Banco de España. La mayor preferencia por el efectivo también se encuentra en sectores como la alimentación y en compras de bajo importe.

Adaptación del comercio

Aún así, “cada vez menos gente paga en efectivo”, indica la Confederación Española del Comercio (CEC). El número de operaciones en terminales de punto de venta (TPV) creció un 10% hasta el mes de septiembre respecto al mismo periodo de 2023. El año pasado cerró con un récord de 8.406 millones de operaciones abonadas con tarjeta a través de TPV, con un importe total de 255.458 millones de euros. Mientras que el número de operaciones se ha casi triplicado respecto a 2016, el importe total se ha duplicado, lo que indica que la tarjeta se usa cada vez más en compras de menor cuantía.

El cambio en las nuevas generaciones de los hábitos de compra ha comportado la adaptación de los establecimientos a la nueva realidad. Los que hoy en día no aceptan tarjeta representan menos del 0,5%, según la CEC, un porcentaje que el Banco de España eleva al 15% en el caso de la hostelería. Asimismo, cada vez son menos los comercios que establecen una cantidad mínima para cobrar con tarjeta.  

Nuevos métodos

La generalización del pago mediante el teléfono móvil ha añadido un nuevo impulso al pago digital en las compras. Según CaixaBank, el 30% de todas las compras presenciales llevadas a cabo en España con tarjetas de la entidad se realizaron a través del móvil en el primer semestre de 2024. La franja de jóvenes de 18 a 24 años paga más con el móvil (35%) que con tarjeta (26%), según los datos del Banco de España. La comodidad es el motivo que esgrimen siete de cada diez usuarios que utilizan el dispositivo móvil como medio principal.

Al frente de Europa

"España tiene una tradición de innovación en pagos que la sitúan a la cabeza de Europa en uso de nuevos métodos", afirman fuentes del sector financiero. CaixaBank, por ejemplo, implementó por primera vez en 2012 el pago contactless, en un momento en que esta tecnología no tenía presencia en Europa. Estos avances ejercieron un efecto arrastre para que empresas tecnológicas como Samsung y Apple apostaran por traer a España sus sistemas de pago móvil antes que a otros países.

Todo ello permitió la aparición en 2014 de productos como la primera aplicación del mundo para relojes inteligentes smartwatch y la primera pulsera Visa contactless. La entidad financiera está promoviendo actualmente, mediante acuerdos con empresas tecnológicas, la generalización de nuevos wearables para pagar, como relojes y anillos.

El éxito de Bizum

Bizum es otro caso de éxito nacido en España de referencia en Europa. Uno de cada tres pagos entre ciudadanos españoles a título particular ya se realiza por Bizum. La extensión de este medio de pago está haciendo que los comercios empiecen también a aceptar el cobro por esta vía.

Bizum nació en 2016, cuando 20 entidades bancarias se unieron para proponer una solución conjunta ante la proliferación de otros servicios de transferencia de dinero entre particulares. Crearon así esta plataforma para agilizar transferencias cotidianas, que ya reúne a 40 entidades en España y Andorra, junto a las infraestructuras de pago Redsys, Cecabank e Iberpay.

Pagos transfronterizos

El servicio, que suma ocho millones de usuarios, permite ahora realizar pagos transfronterizos entre personas de España, Italia y Portugal, fruto de un acuerdo entre Bizum, Bancomat y MB WAY. En 2025 esta posibilidad se ampliará a más países europeos.

El euro digital

El euro digital es otra muestra de que los jóvenes están más dispuestos a digitalizar sus finanzas. La aceptación de esta propuesta, que está analizando el Banco Central Europeo frente a la expansión de las criptomonedas, que no cuentan con su garantía, es significativamente mayor entre los menores de 25 años. En este grupo, el 50% manifiesta que lo usaría como un complemento a los medios de pago actuales, como las tarjetas o el efectivo. Este porcentaje es más del doble que la media general, que se sitúa en el 22%. 

De aquí a 2030

España se sitúa en la media europea en la proporción de pagos digitales en las transacciones no recurrentes, según el Banco Central Europeo (BCE). La pandemia marcó un antes y un después en toda Europa, ya que, tras el Covid-19, un 31% de los consumidores indicó que utilizaba el efectivo con menos frecuencia. El número de pagos digitales en general, sea con tarjeta en comercios, en compras online, a través de Bizum u otros, aumentaron un 64% después de la pandemia, según el informe Payments 2025&Beyond de PWC. Una tendencia que, tal y como indica este estudio, seguirá: aumentarán otro 40% de aquí a 2030.

Relojes y anillos marcan el inicio de los dispositivos inteligentes sin conexión

Las alianzas entre entidades financieras y tecnológicas impulsan la innovación en objetos llevables que ya permiten el pago, transformando la experiencia de uso y facilitando nuevas funcionalidades

¿Puedo pagar con el móvil sin tener internet ni datos?

La digitalización, la aparición de neobancos y de start-ups centradas en pagos y transacciones, así como la incursión de las grandes tecnológicas en servicios financieros, han provocado cambios en el sector y en las expectativas de los consumidores. Como respuesta, la banca tradicional, además de digitalizar todos sus servicios, se ha aliado con las fintech para innovar más rápido, lo que ha acelerado la adopción entre la población de nuevas soluciones.

Facilitar las transacciones es una de las prioridades para asegurar la operatividad de los clientes. Una de las últimas adopciones es el pago en los comercios a través del reloj o de un anillo sin necesidad de conectividad.

Esta opción se ha observado útil por su comodidad y también entre las personas que practican deporte y evitan llevar la cartera encima. CaixaBank ofrece la posibilidad de realizar pagos con dispositivos como relojes Garmin y FitBit, además de los propios de Apple, Google y otros ecosistemas móviles. Un acuerdo con la firma de la manzana permitirá a los consumidores que utilizan cualquier de sus dispositivos en una compra escoger entre realizarla al contado o fraccionarla en varios meses. El propio reloj ofrece la información previa de los costes de cada opción.

España como pionera

Poder realizar los pagos mediante objetos sin memoria y sin conexión a internet, que incorporan un chip con tecnología contacless (NFC), abre nuevas posibilidades. España sigue siendo el lugar de introducción en Europa de nuevos sistemas de pago. La tecnología contactless se inició de forma temprana, en 2012, de la mano de CaixaBank, a lo que le siguió la adopción generalizada de Bizum, una nueva opción que nació fruto de la unión de 20 entidades bancarias del país para facilitar los pagos entre personas. Fidesmo, una start-up a caballo entre Madrid y Estocolmo, está ampliando ahora las posibilidades de los pagos mediante nuevos dispositivos llevables (wearables, en inglés).

Esta empresa se encarga de integrar servicios de pago en una aplicación que asocia a un chip, que ofrece a marcas como Swatch. De esta forma, la conocida firma suiza vende relojes que, pese a ser analógicos, sorprenden al incluir en su correa un dispositivo de pago.

De pago y sumergibles

Otro cliente de Fidesmo es Rikki, una start-up ubicada en Barcelona que comercializa anillos con la misma función de pago y sin conexión que se anuncian con los atributos de no llevar batería y ser sumergibles hasta los 50 metros.  

Que el objeto con el que se paga no necesite energía ni conectividad aporta una "gran comodidad al usuario", aseguran desde Fidesmo. Todas estas opciones incluyen un acuerdo entre la firma que comercializa el objeto, la que provee los chips y la entidad bancaria. La empresa indica que sus soluciones permiten a las entidades financieras ofrecer nuevos servicios y fidelizar a los clientes. Se trata de una tendencia en la que todo apunta que no habrá marcha atrás: los consumidores de los mercados emergentes están ‘saltándose’ la era de las tarjetas y migrando directamente a los monederos móviles, según el informe 'Medios de pago 2025 y más allá' de PwC.

Además del sistema de pago, Fidesmo ya está trabajando para incluir en los objetos otros servicios como el acceso al transporte público. El reto en el futuro es además integrar la identificación digital. Eso ya es posible en los móviles: los españoles ya pueden salir de casa llevando todo lo necesario en su dispositivo, desde medios de pago hasta documentos como el DNI electrónico y el carné de conducir digital, convirtiéndolo en un auténtico sustituto de la tradicional cartera o monedero.

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