Abengoa aún baraja «ajustes» de plantilla tras el gran recorte

La empresa, que perdió un tercio de trabajadores, atrasa el pago a proveedores

05 abr 2017 / 19:33 h - Actualizado: 05 abr 2017 / 22:23 h.
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  • Sede en Palmas Altas de la multinacional sevillana Abengoa. / José Luis Montero
    Sede en Palmas Altas de la multinacional sevillana Abengoa. / José Luis Montero

Tras 16 meses de calvario, Abengoa renace gracias a la inyección de 1.140 millones de euros (627 para reactivar proyectos), pero el camino hacia la redención será largo y complicado. En primer lugar, tras recortar la plantilla en un tercio, todavía podrían darse más «ajustes».

Según fuentes consultadas, «el grueso de la reducción ya se ha hecho, pero puede haber ajustes aquí o allá», aseguraron a esta redacción. En diciembre de 2015 Abengoa daba trabajo a 21.600 personas en todo el mundo. Hoy en día emplea a 14.600 trabajadores, un 32 por ciento menos. En España se ha pasado en un año de 6.000 a 3.600 empleados, mientras que la plantilla en Sevilla se ha reducido un 36 por ciento, de 4.100 a 2.600 personas (unas 1.500 en Palmas Altas).

Fuentes cercanas al proceso aseguran que la multinacional sevillana achaca gran parte del adelgazamiento de la plantilla al fin de contratos, a la venta de activos y a salidas voluntarias, si bien también añaden que un 14 por ciento de las personas que dejaron la compañía lo hicieron de manera forzada «aunque pactada». Fuentes cercanas a la empresa defienden que el proceso de reducción de plantilla se hizo de forma consensuada con los sindicatos porque son «socialmente responsables». Sin embargo, en algunos de los 22 procesos de regulación de empleo los sindicalistas dieron la voz de alarma porque trabajadores afectados denunciaron «coacciones».

Lo cierto es que la nueva Abengoa, mucho más pequeña, ha empezado una nueva etapa para volver a ganar músculo, sobre todo en España, donde quiere recuperar su posición en el mercado. Si lo hace, aseguran fuentes del mercado, su plantilla volverá a crecer. «El empleo está ligado al volumen de actividad. Y hay que ganarla».

¿Cómo? Por ahora, Abengoa contrató en 2016 por un volumen de 1.250 millones de euros, tiene una cartera de proyectos de 2.600 millones y en la «despensa» dicen contar con proyectos por 30.600 millones. En total, pujaron por 159 proyectos, mientras que en ejecución tienen más de 300 de más de cinco millones de euros. Y su objetivo es «aumentar».

El reto es salir de los números rojos y obtener un ebitda positivo en 2017 tras registrar un beneficio bruto de explotación de -244 millones de euros en 2016. Es decir, se pretende volver a un modelo de negocio que le procure entre 2.500 y 3.000 millones anuales de facturación, frente a los 7.000 millones de euros de antes de la crisis y los 1.510 millones del pasado año. Duplicar la facturación requerirá un proceso «de dos o tres años».

En cuanto a la deuda con proveedores, se cifra en 1.100 millones de euros. La mitad de esta factura tendrá un tratamiento específico porque se reactivan proyectos, los nuevos proveedores negociarán plazos de pago, mientras que otros 500 millones se abonarán «en los próximos años». De hecho, ya se está negociando con estos proveedores el retraso de estos pagos.

La nueva Abengoa, así, vuelve a sus orígenes para centrarse en la construcción de plantas energéticas (solares, híbridos, ciclos combinados, cogeneración...); agua (desaladoras, tratamiento y conducción); transmisiones (eléctricas, telecomunicaciones, ferroviarias...), y mantenimiento de las instalaciones que desarrollan. Abandona así todo el negocio de bioenergía y el inducido. Abengoa Hidrógeno tampoco está entre las líneas estratégicas.

En cuanto a la que era la joya de la corona, Atlantica Yield, fuentes financieras aseguran que la compañía lanzó la semana pasada la venta en bloque del 41,5 por ciento que conserva en la firma, que posee el campo solar de Sanlúcar la Mayor. El objetivo es traspasar este paquete del 41,5 por ciento en un periodo de entre tres y seis meses.

La operación está valorada en entre 800 y 1.000 millones de euros (el valor del mercado más el de poseer el paquete más importante del accionariado) y servirá para cancelar deuda, el grueso de los 1.169 millones que un grupo de fondos y bancos ha dispuesto. De ellos, Abengoa acaba de recibir 627 millones comprometidos por los hedge funds y Santander, que se ha sumado en una demostración de su apoyo a la empresa. La entidad roja es ahora el primer accionista con el 9,53 por ciento.

Además, Abengoa pone en venta la planta de cogeneración mexicana A3T, cuya construcción tiene todavía un año por delante y a la que se van a destinar 200 millones de euros procedentes de los fondos frescos ingresados en el programa de refinanciación. El objetivo es venderla el próximo año «o antes».

La misma suerte correrá Trilantic Europe, por 140 millones; las desaladoras de Argelia, Ghana e India, y la planta de cogeneración mexicana Abent 3T, así como las líneas de transformación de Brasil, cuya venta ya se negocia con posibles compradores.

POR ESTE ORDEN, SEVILLANA, ANDALUZA Y ESPAÑOLA.

«Que no lo dude nadie. Abengoa sigue y seguirá siendo, por este orden, una empresa sevillana, andaluza y española». Así de tajante se muestran fuentes cercanas a la multinacional consultadas por esta redacción tras indicar que su nuevo presidente, Gonzalo Urquijo, viene a Sevilla todas las semanas, los consejos de administración se celebran en la capital hispalense «uno sí y otro no», igual que los comités ejecutivos, mientras que los comités de dirección son todos en Sevilla. La compañía mantendrá su sede en la capital andaluz y renegocia con los bancos el embargo del complejo en Palmas Altas.